100 líderes religiosos de NY piden compasión a la gobernadora Hochul para detener el “calvario” de los desalojos inmobiliarios
La exhortación pública fue liderada por representaciones de la mayoría de las instituciones religiosas e iglesias que tienen presencia firme en Nueva York: cristianos, judíos, islámicos, budistas e hindúes.
Para cualquier persona de la clase trabajadora, vivir en Nueva York, en este momento, podría ser una arena movediza, un calvario o un infierno: De repente, el casero decide aumentar desproporcionadamente el costo de la renta en un apartamento residencial, y familias que tienen años viviendo en la unidad, y nunca se han retrasado con sus pagos, deben pensar cómo pagar o a dónde irse.
En ese escenario, en donde se ha documentado cómo centenares de familias han desalojado voluntariamente y otras están peleando sus casos en cortes, más de 100 líderes religiosos se unieron este jueves para casi elevar “una súplica” a la gobernadora Kathy Hochul para que apruebe el paquete de leyes “Nuestros hogares, nuestro poder” que está siendo promovido por la coalición Vivienda Justa para Todos (Housing Justice for All).
La exhortación pública a la mandataria estatal, fue liderada por representaciones de la mayoría de las instituciones religiosas e iglesias que tienen presencia firme en Nueva York: cristianos, judíos, islámicos, budistas e hindúes.
“Es una emergencia que se aprueben estas legislaciones. Nuestra feligresía sufre. Estamos profundamente alarmados por la crisis de desalojos. Necesitamos compasión ante un derecho humano fundamental como tener un techo digno”, remarca la misiva enviada a Hochul.
El grupo de cinco anteproyectos de leyes, que en algunos casos han sido ignoradas por años, ya cuenta con el aval de legisladores y otros líderes electos, pero requieren del impulso de la gobernadora. La mala noticia es que en el proyecto de presupuesto 2024, presentado recientemente, no se asoma ningún apoyo a estas propuestas, sino a proyectos de construcción a futuro de nuevas unidades.
Por una buena causa
La legislación que más apoyo recibe es la ya conocida ‘Por una Buena Causa’, la cual brindaría a los inquilinos herramientas sólidas para luchar contra los aumentos de alquiler exorbitantes y desalojos injustos.
Se trata de la propuesta codificada como S2892, la cual crearía un patrón para evitar aumentos desproporcionados de la renta y procesos judiciales de desocupación, sin una razón de peso.
El anteproyecto legislativo se encuentra estancado en el Comité del Senado Estatal, y contempla varias capas de protección de manera general, como el prohibir los desalojos de inquilinos que no pueden pagar un alquiler que haya aumentado más del 3% del alquiler anual, o el 150% del Indice de Precios al Consumidor de cada región.
En síntesis, los inquilinos no podrían ser desalojados de su casa a menos que el propietario tenga una causa muy justificada para hacerlo, como meses de renta atrasada. Y los aumentos del costo del alquiler deberán cumplir con algunas consideraciones como la inflación y el ingreso promedio de cada vecindario.
Mientras que el Programa de Vales de Acceso a Viviendas (HAVP) establecería un programa de asistencia de alquiler para ayudar a los neoyorquinos sin hogar y a los inquilinos al borde del desalojo.
“Las desigualdades raciales y económicas profundamente arraigadas, están empeorando en Nueva York, solamente comparadas con los años de la Gran Depresión. Necesitamos restaurar la justicia en nuestro sistema de vivienda para proteger a los más vulnerables. Y ya tenemos las herramientas jurídicas para intentarlo“, puntualizó la carta avalada por representantes de diversos credos religiosos que incluyen líderes espirituales, pastores, sacerdotes, ministros, rabinos y predicadores.
Además se pide que Hochul respalde una medida que también facilitaría a los inquilinos la compra de un edificio cuando esté a la venta y realizar cambios en la Junta de Renta Estabilizada en la ciudad de Nueva York después de un aumento de la renta.
En este sentido, los grupos de diferentes iglesias se unieron para pedir la creación de una Autoridad de Desarrollo de Vivienda Social, que sería una agencia estatal que tendría la tarea de construir viviendas asequibles en todo el estado.
“Sin piedad”
La activista comunitaria y líder de la iglesia Luterana del Buen Pastor en Brooklyn, Elsa Samaniego se integró a esta manifestación en el Recovery House of Worship de Brooklyn para exponer que diariamente es testigo de terribles historias de desalojos “sin piedad”, discriminación y abusos en vecindarios de la clase trabajadora de este condado.
“Estamos unidos hoy en un solo corazón. En nombre de la luz y el poder de Dios para recordar a nuestras autoridades que las rentas se han incrementado más del doble. Y además recordarle a los inquilinos que por la carta de Derechos Humanos de la Ciudad de Nueva York, tienen derechos. Nadie los puede discriminar por su origen, sexo o creencia religiosa”, destacó.
En un entorno de muchas presiones para los inquilinos, la trabajadora social peruana Melena Quispe, de 50 años, tras 10 años viviendo en el mismo departamento en Brooklyn. Confiesa que desde diciembre recibió de “regalo de Navidad” un aumento de $480 de la renta.
“Me avisaron con tiempo, porque el contrato se vence en marzo. Más que un aumento es un aviso de desalojo. El año pasado pintaron e hicieron unos arreglos en el edificio que estaba en ruinas. Todo para aumentarlo de esa manera. Yo ni durante la pandemia dejé de pagar. Y ese es el premio que recibo”, ironizó la inmigrante quien asegura no tiene idea qué hacer.
Pero en paralelo, Melena expresa que le parece “injusto e inexplicable” que millones de neoyorquinos que han vivido décadas aquí, tienen cada vez más trabas para la asistencia de alquiler porque “los fondos de ayuda se acaban”.
“Pero de repente tu enciendes el televisor y te enteras que la Ciudad está pagando millones de dólares de habitaciones en hoteles para inmigrantes recién llegados. ¿Alguien podrá explicarnos esto a los que pagamos impuestos?”, remató.
Todo a largo plazo
En el plan presupuestario presentado por la mandataria estatal para el año fiscal 2024, tampoco aparece entre sus prioridades estas legislaciones. En cambio, se presentó un plan integral de cinco años de $25,000 para crear y preservar 100,000 viviendas asequibles.
En su propuesta, la mandataria estatal delineó el Pacto de Viviendas para Todos que dibuja un proyecto de 800,000 nuevas unidades de viviendas que deberán construirse en la próxima década.
En este momento en que el alza de la renta inmobiliaria llegó a niveles históricos, no se asomó ninguna idea para detener o regular los alquileres, sino la construcción de más viviendas en el futuro.
En síntesis, el plan está asociado con simplificar los procesos de uso de la tierra y las zonificaciones, de tal manera que la permisología y los procesos para los desarrolladores sean más simples.
El plan de vivienda de Hochul también asoma resucitar el programa de incentivo fiscal, conocido como 421-a, que proporcionó exenciones de impuestos a la propiedad a los desarrolladores de la ciudad de Nueva York que construyen viviendas a cambio de incluyeran un porcentaje de unidades asequibles para los más pobres.
En detalle: Las cinco leyes:
- Por una buena causa: Otorga a los neoyorquinos más poder para luchar contra los aumentos de alquiler exorbitantes, los desalojos injustos y organizarse para condiciones más seguras sin miedo.
- Vales de Vivienda (HAVP): Establece un programa de subsidio de alquiler, a través de vales, para los neoyorquinos que no tienen hogar, enfrentan el desalojo o corren el riesgo de perder su vivienda. Las personas indocumentadas y con condenas por delitos graves serían elegibles.
- Ley TOPA: La ley de Oportunidades de Ventas a los inquilinos, conocida como TOPA, otorga a los arrendatarios el derecho a decidir colectivamente el futuro de su edificio, cuando esté a la venta. También ayudaría a luchar por mejores condiciones en los inmuebles para reducir la práctica para que los propietarios mantengan los edificios en mal estado para venderlos.
- Reformas a la Ley de Protección de Inquilinos: Tras la votación de la Junta de Directrices de Alquiler de la Ciudad de Nueva York, a favor del aumento de alquiler más alto en una década, esta reforma haría más justo el proceso para determinar los incrementos de alquiler para unidades con renta controlada y estabilizada. El proyecto de ley también podría facilitar que los municipios del norte del estado opten por la estabilización de alquileres.
- Autoridad de Vivienda Social: El proyecto de ley establecería la Autoridad de Desarrollo de Vivienda Social (SHDA), una agencia estatal con el poder de construir y preservar viviendas asequibles de alta calidad en todo el estado.