Los que se van, los que se quedan, los que ganan y los que pierden con la ruptura de Cambia Mendoza

El portazo del lujanino en pos de continuar su camino para llegar a la gobernación tiene efecto en el futuro político de numerosos dirigentes y/o espacios políticos. Un breve repaso sobre las transformaciones en la estructura de poder detrás de la determinación del lujanino.

La decisión de Omar de Marchi de abandonar el frente oficialista tendrá efectos colaterales, tanto positivos como negativos. El lujanino finalmente se decidió e inicia un nuevo camino. No es nuevo en política, pero es un relanzamiento. Hace dos años amagó con romper, pero se quedó. Muchos ven que allí perdió un tiempo valioso para armar una estructura nueva. Antes del anuncio, tejió redes con distintos sectores afines a Cambia Mendoza y también nuevos potenciales aliados.

Perdió la estructura del PRO, de Cambia Mendoza y, por la demora, también varios potenciales aliados firmaron su continuidad en el oficialismo. Pero abrió la puerta para recibir a los heridos y desencantados de ese sector (al menos desde lo individual), partidos políticos que habían atomizado energías y también independientes. ¿Cómo queda el panorama para quienes lo rodean? Las secuelas son inevitables.

Los que se van y los que se quedan
Diputados y senadores. El PRO en la Casa de las Leyes tiene 9 representantes, de los cuales 7 apoyan a De Marchi. A diferencia del Congreso, en la Legislatura no existen interbloques, por lo que -en términos formales- no cambia nada. Sí, se modifica todo en términos informales. “Sí cambiará en pedidos de informe, reclamos, debates en el recinto, etc. En cuestiones que callábamos…”, comentó un legislador amarillo a MDZ. Otra cuestión clave se verá en la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC) en el Senado. Entre los 11 integrantes, De Marchi tiene un alfil que condiciona la aprobación de despachos para que los proyectos pasen al recinto, recordaron fuentes del PRO.
En la Cámara alta tienen banca Gabriel Pradines, Rolando Baldasso, Germán Vicchi, Valentín González y Pablo Priore. En la Cámara baja Gustavo Cairo, Enrique Thomas, Laura Balsells Miró y Gabriel Vilche. Cairo y Baldasso son los únicos a los que se les vence el mandato en diciembre, una vez consumadas las elecciones. Por su parte, Priore y Thomas son fervientemente antidemarchistas.

Ganadores y perdedores
Horacio Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno porteño es quizás el más afectado por el quiebre de Cambia Mendoza, pues quien motivó todo fue De Marchi, uno de los armadores que tenía para su candidatura a presidente. Larreta había apostado por el mendocino, pero cuando comenzaron los intentos de ruptura la relación se desgastó. Esa tensión se metió en la interna nacional que mantiene con Patricia Bullrich y allí perdió. Es que finalmente ocurrió lo que decía Bullrich desde un principio.
Patricia Bullrich. La precandidata a presidenta salió fortalecida de la pelea porque mantuvo su postura desde el inicio. Siempre dijo que no había lugar para rupturas en Juntos por el Cambio y que quien lo quisiera hacer, debía ir por afuera. El desgaste de Rodríguez Larreta le juega a favor en el armado federal. Ahora Bullrich irá por la intervención.
Alfredo Cornejo. Por el lado del senador nacional, con la salida de De Marchi se queda con menos rivales de peso dentro de Cambia Mendoza. El quiebre genera daño, pero en el cornejismo aseguran que es mejor para “aclarar el panorama”. En realidad a De Marchi lo daban por “ido” de Cambia Mendoza desde hace tiempo. Creen que De Marchi puede sumar algo del “anticornejismo”, pero con limitaciones por su cercanía a Milei, el PD y otros sectores que pueden ser reactivos a cierto electorado.
El Partido Demócrata. El PD supo aspirar a ser gobierno en Mendoza, pero entró en una etapa de decadencia que lo sacó del mapa. Tuvo algo de aire al sumarse a Cambia Mendoza, pero se rompió y se disgregó. Ahora tiene una oportunidad para renacer aportando la estructura a De Marchi, justamente un “nacido y criado” en el partido de calle Sarmiento. Además, apuestan a recibir impulso por parte de Javier Milei. No será una convivencia sencilla, pues en ese partido siguen siendo muy influyentes figuras que habían hecho emigrar a De Marchi hacia el PRO. Aunque todo parece indicar que este año volverán a caminar juntos a la par.

La Unión Cívica Radical (UCR). El radicalismo es el partido pilar de Cambia Mendoza y tenía en el PRO un partener con algún peso relativo; más por la estructura nacional que por arraigo en Mendoza. En las próximas elecciones provinciales tendría el sello del PRO en los papeles, pero no las figuras de mayor peso en las listas. El radicalismo había logrado aglutinar a todos desde 2015, pero se fue desgranando.
Sebastián Bragagnolo. El intendente de Luján de Cuyo es el dirigente que más pone en juego con la decisión de De Marchi. Es que es el único jefe comunal del PRO lidera el principal departamento de la tercera sección electoral. Fuera de Cambia Mendoza queda como “opositor” frente a Rodolfo Suarez y más ante una eventual victoria de Alfredo Cornejo. Esa convivencia puede ser dura para el joven intendente que, no obstante, tiene a como punto a favor su imagen electoral.
Matías Stevanato y el PJ que duda. Es uno de los dirigentes del Partido Justicialista (PJ) que había manifestado simpatía por la iniciativa de De Marchi. Tuvieron diálogos informales y hay coincidencias. El intendente de Maipú se juega su reelección en las elecciones anticipadas y difícilmente haga algún movimiento brusco. Después, todo puede cambiar. Algo parecido puede ocurrirles a otros peronistas que dudan, como los hermanos Emir y Omar Félix. Ellos enfrentan a La Cámpora, se acercan a los otros jefes comunales pero han tenido diálogo con De Marchi.
Los partidos atomizados. La salida de De Marchi puede generar un punto común como opción para las fuerzas políticas que en las elecciones anteriores fueron atomizadas y no consiguieron representación.