Colegios mendocinos ya comenzaron a meter la Inteligencia Artificial en sus aulas
Al menos cuatro colegios privados del Gran Mendoza ya están trabajando con Inteligencia Artificial. Las escuelas estatales están lejos.
La Inteligencia Artificial (IA) llegó para quedarse. Y avanza casi a la velocidad de la luz. Aporta múltiples beneficios para la evolución tecnológica, impactando ya en la vida cotidiana de las personas. Se desarrolla a tal ritmo que muchas veces no podemos ni percibirlo en la realidad, y otras tantas nos causas temores y desconfianza. En ese trajín de incursionar en tecnologías de la IA empieza a caminar también la educación.
Las escuelas de Mendoza no son ajenas a su implicancia, y sobre todo los colegios privados han dado sus primeros pasos para aplicar tecnologías de Inteligencia Artificial en sus aulas, o mejor dicho, en sus procesos de aprendizaje.
La UNESCO considera que la IA “proporciona el potencial necesario para abordar algunos de los desafíos mayores de la educación actual, innovar las prácticas de enseñanza y aprendizaje y acelerar el progreso para la consecución del ODS 4 (Objetivos de Desarrollo Sostenible en educación de calidad)”. Sin embargo, advierte que “los rápidos desarrollos tecnológicos conllevan inevitablemente múltiples riesgos y desafíos”. Por ello la UNESCO exige intrínsecamente “un enfoque de la IA centrado en el ser humano”.
El colegio María Reina lleva pocos años de trayectoria y ya empieza a incursionar en la IA para su desarrollo académico.
De allí que las fuentes consultadas coincidan en tomar con responsabilidad el uso de las nuevas tecnologías y con el horizonte claro de aplicar herramientas de la IA para la evolución cognitiva del alumno. Siempre, claro está, priorizando las habilidades individuales y las construcciones colectivas emocionales en el proceso pedagógico.
La DGE ubica a la Inteligencia Artificial dentro de los contenidos emergentes, “nuevos saberes que aparecen por el contexto y que las escuelas van incorporando en el día a día”, explica Nélida Maluf, directora de Planificación de la Calidad Educativa de Mendoza.
Y amplía: “Hay distintas experiencias docentes en el uso de aplicación que tienen que ver con la Inteligencia Artificial”. No obstante aún están ausentes en las aulas públicas las herramientas de la IA. Un contenido que sí aparece en el diseño curricular de nivel primario es el de la robótica y la programación que también se extiende al nivel secundario.
“En la educación pública de nuestra provincia, la IA se toma mediante determinadas aplicaciones en el desarrollo de las clases por parte de los docentes que las incorporan; es un contenido muy importante en el Profesorado de Informática y Ciencias de la Computación y en las tecnicaturas superiores”, dice Maluf y destaca que se han realizado capacitaciones de formación a través del portal de la DGE destinadas a los docentes.
Maluf asiente que el uso educativo de la Inteligencia Artificial “carece de regulación todavía, se prepara para ello y los educadores también nos estamos capacitando para una aplicación efectiva en las aulas, para que sea una oportunidad más de desarrollo y no un reemplazo de las capacidades del hombre”.
La IA aplicada como “aceleradores de aprendizaje”
En Mendoza, el colegio Tomás Alva Edison es el más avanzando en la materia. Caracterizado por la utilización de las nuevas tecnologías en todo el proceso académico de innovación educativa, tanto de los alumnos como de los maestros, este colegio lleva casi dos años incursionando en la ciencia de datos y la IA.
En ese sentido, para este ciclo lectivo 2024 estrenará lo que denominaron “aceleradores de aprendizaje”. Graciela Bertancud, responsable del Tomás Edison, explicita la original propuesta educativa:
“El término de IA en los procesos de enseñanza y aprendizaje subestima la capacidad del ser humano en relación al aprendizaje que se hace con el ahorro de tiempo que brinda esta herramienta; entonces por eso le llamamos aceleradores de aprendizaje, como lo denomina Microsoft”
La implementación de este programa de la mano de Microsoft se concretará a lo largo de este año con todas las tecnologías que la empresa está diseñando para tal fin. “En este caso vamos a trabajar con aceleradores que tienen que ver con fluidez y comprensión lectora y algunos inicios en el área de matemática”, anticipa Bertancud, quien el inicio de clases la encuentra con su escuela capacitando a su equipo de educadores: “Tenemos el 80 por ciento de los docentes listos para despegar con esta propuesta”, detalla.
Para la titular del colegio Tomás Edison, y una referente en el mundo de las tecnologías aplicadas a la educación, la IA “es una oportunidad para nuestros estudiantes y para nuestros docentes en relación a mejorar y tener información más certera sobre el estado del arte de cada uno y de esa manera tomar acciones que nos permitan diseñar propuestas pedagógicas que vayan en mejora de estas cuestiones que vamos detectando con los aceleradores”.
El colegio fundado por Bertancud en 1992 es pionero en enseñanza de la programación y la robótica en Mendoza. Trabaja con desarrollos tecnológicos de Microsoft y hace un tiempo recibió la visita de su gerente general en Argentina, Diego Bekerman.
Esto significa, por ejemplo, tomar un control periódico de la fluidez lectora de los estudiantes donde el docente le presenta un texto que quiere que empiecen a leer; después, sobre ese texto se le hacen algunas preguntas de comprensión, y lo que va haciendo la Inteligencia Artificial es detectar dónde el estudiante tuvo problemas, si fue en la acentuación, en la puntuación, en la entonación, en la comprensión o en la pronunciación de palabras.
“De este modo vamos haciendo un análisis del alumno en complejidad creciente. Los aceleradores permiten detectar cuáles fueron sus errores, al finalizar el texto el programa les hace analizar algunas palabras para que ellos también vean adónde tuvieron la dificultad”, explica Bertancud sobre este acelerador de aprendizaje en particular, que se completa con el beneficio para el educador: “A los docentes nos hace ver las dificultades de los estudiantes, tanto individual como grupalmente. Esto se hace a través de una analítica que tienen los mismos aceleradores que nos permiten ver porcentajes individuales y globales. Permite que podamos tomar decisiones ultra acertivas en función de cada estudiante”, destaca.
Otro acelerador que aplica el colegio tiene que ver con la inteligencia emocional. Al ingresar el docente al aula, se encuentra con un panel de emociones o de preguntas que se van realizando a los estudiantes y según la respuesta es la aplicación del modelo pedagógico que se llevará adelante.
“Si los alumnos nos dicen que están cansados, la propuesta no puede ser leer y sentarlos a aburrirse más, será una propuesta activa, que los ponga en movimiento para activar ese cuerpo que se encuentra en letargo o tal vez alguna propuesta de Mindfulness que les permita a los estudiantes concentrarse, conectarse con sí mismos, o abordar temáticas que tengan que ver con las preocupaciones de ellos”, sostiene la fundadora del Tomás Edison. Y aporta que estos paneles emocionales que responden los alumnos “les permiten al docente virar pedagógicamente la propuesta y obtener mejores resultados y un mayor impacto en el aprendizaje”.
El colegio Tomás Alva Edison aplicará sus “aceleradores de aprendizaje” en el aula.
También están los aceleradores en el área de matemática que proponen un ejercicio, los estudiantes lo van resolviendo y si presentan dificultades en los conceptos, la ciencia de datos les acerca distintos materiales visuales o textuales sobre esa temática para que puedan consultar y seguir avanzando en el proceso de enseñanza/aprendizaje.
“Son modelos ultra modernos y nuevos. Estamos en plena implementación de los aceleradores de aprendizaje. Creemos que pueden ser herramientas muy positivas pero, bueno, lo sabremos mejor en diciembre”, dice Graciela Bertancud permitiéndose dejar en suspenso las conclusiones hasta fin de año.
Un colegio la incorporó como materia
El colegio María Reina nació en la pandemia del 2020, y de entrada se propuso la adopción de tecnologías emergentes como parte fundamental para la evolución institucional y su oferta educativa. De hecho, en su nivel secundario incorporó el año pasado la Inteligencia Artificial como materia.
La última tecnología en ser adoptada fue la IA, a partir del ya popularizado ChatGPT que hoy involucra a millones de personas en el mundo, y con capacitaciones de formación docente en este sentido.
Su fundadora, Claudia Viviana Gómez, remarca que la IA “es insoslayable para un mundo educativo cada vez más digitalizado y competitivo”. Por ello, cuenta que a fines de 2022 “comenzamos a hacer prueba y error con el uso de ChatGPT en un momento donde volvieron a aflorar preguntas que siempre estuvieron presentes en el campo de la educación con tecnologías digitales”.
“Tuvimos una reunión virtual con otros colegios argentinos dentro del proyecto Google for Education, compartiendo las experiencias de cada uno y haciendo lluvia de ideas sobre cómo potenciar su uso”, revela la profesora de Inglés y fundadora del María Reina. En este camino, para el inicio del ciclo lectivo del año pasado, en marzo del 2023 se incorporó la Inteligencia Artificial como materia en segundo año del secundario. “También comenzamos a capacitarnos como docentes desde nivel inicial a secundario e incursionamos en distintas herramientas de la IA”, agrega Claudia Gómez.
La docente expresa que “nos encanta utilizarla para generar desde planes de estudio, secuencias didácticas, hasta para adaptarlas inclusivamente”. Y hace foco en el tema inclusión para ejemplificar:
Con su uso un docente puede, por ejemplo, preparar una clase de lengua en nivel primario. La misma clase general es traducida al idioma ruso para alumnos recientemente llegados al país y sin conocimiento del español. Luego adapta el contenido de la clase para el compañero con dislexia, evitando ejercicios que pueden ser confusos o frustrantes y así atender la individualidad de cada pequeño en un tiempo muy corto
En contrapartida, Gómez ve que los alumnos en esa clase de lengua “pueden aprender a dictar un ‘prompt’ (instrucción, pregunta o texto que se utiliza para interactuar con sistemas de IA o darle órdenes) a la herramienta de Inteligencia Artificial pidiéndole generar una obra de teatro a partir del texto disparador utilizado en la clase y cada alumno agrega los elementos para esa obra de teatro; luego los alumnos leen sus distintas obras de teatro, eligen una y la representan”.
La fluidez lectora puede analizarse de forma individual y grupal en un aula a través de herramientas tecnológicas de la Inteligencia Artificial.
La utilización de la IA por parte de los docentes, según Claudia Gómez y su institución educativa, “mejora los resultados académicos, personaliza el aprendizaje y proporciona apoyo individualizado”. En líneas generales, la docente considera que la IA “contribuye a mejorar el rendimiento académico de nuestros estudiantes”.
Este año su colegio tendrá el desafío de profundizar aún más su aplicación, “pudiendo trabajar desde el texto a la imagen y tantas funciones atractivas que aparecen en el día a día”, reconoce Gómez.
Su injerencia en las TIC para desarrollar el pensamiento crítico
La Escuela Técnica de la Universidad de Mendoza, mejor conocida como ETeC, busca distinguirse por la formación integral de los estudiantes con un fuerte componente en ciencias y tecnología. Es así como toman los desarrollos de la Inteligencia Artificial aplicados a las áreas del conocimiento, sea en Informática o en TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación).
“Nuestra propuesta de aprendizaje sobre IA se basa en una serie de recursos didácticos para estudiantes de nivel secundario con materiales que apelan a una lectura simple, activa, práctica y con ejemplos concretos y que buscan integrar y trabajar en áreas del conocimiento tales como Informática, TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), Ciencias Sociales y Formación Ética y Ciudadana”, afirma la directora del colegio, Paula Marañon.
“Mediante situaciones cotidianas -detalla Marañon- se presentan preguntas y conceptos que permiten conocer e indagar sobre los distintos aspectos de la IA para formar en los estudiantes un pensamiento crítico y reflexivo sobre el uso y aplicación de la IA”. Los alumnos de la ETeC ya practican estas herramientas tecnológicas al momento de realizar proyectos específicos en algunas materias del calendario escolar.
La ETeC se distingue en la enseñanza de áreas de la Electrónica, Tecnologías y la Informática.
Específicamente en el área curricular de TIC, la directora del ETeC comenta que “se trabajó sobre el tema de sustentabilidad y ambiente, y con la investigación y aprendizaje de distintas herramientas de IA, los estudiantes, por ejemplo, crearon videos con locuciones generadas por IA”.
En otros espacios curriculares, la escuela integra la Inteligencia Artificial con la programación y la resolución de problemas. “Se introducen conceptos básicos de redes neuronales, probabilidades, automatización y machine learning, de modo tal que los estudiantes conozcan las distintas estrategias y tecnologías que implica la IA”, argumenta Paula Marañon.
Un “empujón educativo” para la verdadera inclusión
Otra institución educativa de gestión privada que avanza con la aplicación de tecnologías de inteligencia artificial es el colegio ICEI. E incursiona en una novedosa plataforma de IA cuya misión es la inclusión educativa.
Roxana Correa, gerenta pedagógica del ICEI, percibe a la IA como “lo que viene en educación”. Y por eso asegura que “tenemos que abrirnos a eso, estamos aprendiendo primero con formación docente mientras los chicos ya la usan”.
Pero al tiempo enfatiza que “el tercer nivel de conocimiento, que es la reflexión y la opinión personal, no se encuentra en la IA”. De allí que defina a los sistemas de IA como “un recurso que no reemplaza la inteligencia y las capacidades emocionales de nuestros alumnos”.
El ICEI colabora en el desarrollo de una plataforma llamada Empujón Educativo, que trabaja con Inteligencia Artificial.
Partiendo de esa base, el ICEI se propuso incursionar en la plataforma Empujón Educativo que “surge como una respuesta innovadora y tecnológicamente avanzada ante los retos de la educación inclusiva”. Así la describen:
Esta plataforma digital se dedica a la personalización del aprendizaje para estudiantes con necesidades de apoyo específicas, incluyendo aquellos con discapacidades, redefiniendo así los límites de la inclusión educativa
Correa añade que esta plataforma les ofrece “una diversidad de plantillas de indicaciones pedagógicas, cada una actuando como un empujoncito cognitivo, diseñado para guiar a estudiantes, profesores y acompañantes hacia un aprendizaje más efectivo”. Estos “empujoncitos” están respaldados por teorías de aprendizaje y hallazgos neurocientíficos, convirtiéndolos en intervenciones educativas basadas en evidencia, de acuerdo lo que explican en su portal los creadores.
Las plantillas ofrecen un conjunto de instrucciones, preguntas o desafíos “que se adaptan al nivel educativo, capacidad, características y necesidades individuales de cada estudiante”, completa la directiva del ICEI. Y dice que “estamos colaborando en el desarrollo de esta plataforma, creo que somos el único colegio de Mendoza, y buscamos aplicarlo con el objetivo de brindar mejores herramientas para lograr aprendizajes significativos en todos los alumnos, contemplando la impronta de cada uno”.
La gerenta pedagógica del reconocido colegio mendocino adelanta que este año el desarrollo de Empujón Educativo se centrará en “la automatización del Proyecto Pedagógico Individual (PPI) Vivo”. Se trata de una herramienta que utiliza la IA para “actualizar y adaptar continuamente el apoyo educativo a las necesidades cambiantes de los estudiantes”, fomentando la enseñanza/aprendizaje como un ejercicio dinámico, siempre en movimiento.
Se incorporarán de este modo datos detallados sobre la historia educativa y terapéutica del alumno, información clínica, rendimiento académico, dinámicas sociales y familiares, y preferencias del estudiante. La tecnología y herramientas propuestas “nos permitirán una evaluación y monitoreo constante, asegurando que las adaptaciones pedagógicas sean relevantes y efectivas para nuestra institución”, sostiene Correa.