¿Quién perjudica más a los jubilados en Argentina?
En estas semanas hemos visto que el Congreso trata una supuesta mejora en los haberes previsionales y desde el Ejecutivo se alerta que se vetará la norma que surja con esa intención y luego vendrá el veto al veto del Congreso y así seguiremos en el maltratado sistema jubilatorio nacional.
Hablo de supuesta mejora porque la iniciativa no nace de un sincero reconocimiento a la clase pasiva sino que viene desde el sector de oposición al oficialismo actual para incomodar sus cuentas, sin dudas que otra vez se están utilizando a los jubilados como excusa para enfrentarse políticamente unos a otros. Los que hoy son oposición ayer fueron oficialismo y no hicieron actos de justicia en los haberes previsionales y viceversa.
Entonces vale la pregunta del título ¿quien perjudica más a los jubilados? La respuesta puede ser variada y por lo tanto deja a criterio de quien analiza la situación. En mi opinión pienso que desde el retorno a la democracia en 1983 la pérdida del poder adquisitivo del haber previsional a ido perdiendo frente a todos los parámetros involucrados en su determinación; la pérdida frente a la inflación a sido constante desde el comienzo; el desinterés de funcionarios ejecutivos y legislativos principalmente no se puede negar; haber escuchado en todo ese tiempo que se hable de que la jubilación es “un gasto para el estado” ha sido moneda corriente; que la culpa es de los jubilados porque “cada vez viven más y hay que mantenerlos” tal vez sea la expresión más dolorosa dada.
¿Cuando se respetará y valorará a quienes se han retirado de la actividad luego de haber cumplido la vida laboral activa, cumpliendo las obligaciones sociales que les haya tocado enfrentar durante 30 ó más años de servicio?
Esas personas durante ese tiempo cumplieron mes a mes con depositar en su cuenta previsional los aportes indicados por ley confiando en que el estado los reinvertiría para cuando se llega a la edad jubilatoria poder contar con un haber digno bien merecido y, sin embargo, quienes ocuparon los sucesivos gobiernos fueron dilapidando esas inversiones hasta llegar a devolverles las migajas actuales.
No hay dudas que gran parte de la masa previsional cambió de manos desde la vuelta a la democracia, pasando desde los pasivos hacia los gastos de la política en todos los órdenes en que ésta se mueve; no se puede ignorar que los gastos políticos han sido abusivos desde hace muchos años, campañas electorales permanentes, actos partidarios contínuos, fotos proselitistas todos los días sea del partido que sea; proliferación de entes autárquicos que definen sus propios sueldos a pesar de ser empleados públicos y me refiero a los poderes ejecutivo, legislativo o judicial, organismos decentralizados, empresas públicas, entes estatales de todos los niveles; infinitos asesores, cargos políticos sin funciones conocidas, acomodo de parientes y amigos; traspaso de empresas privadas a manos de políticos o acomodados, etc, etc.
Pienso que el retroceso en el poder adquisitivo de los haberes jubilatorios está dado, en gran parte, por lo expresado en el párrafo anterior y sería oportuno que la partida que se necesita para hacer justicia social en el tema tendría que salir de una reestructuración de “gastos políticos” como los mencionados y que se dirijan directamente al sector pasivo, porque de allí provenía lo que a los abuelos les falta en la actualidad.
Debería tratarse la mejora de las jubilaciones junto a la aprobación del proyecto de Ficha Limpia, Boleta Unica, Eliminación de las P.A.S.O. Y eliminación de los Desdoblamientos eleccionarios, etc, etc. Este es el tiempo exacto para que el ajuste lo haga la política de una vez por todas.