Si hay pobreza, que no se note
Desatinos presidenciales en medio del drama social. El rating como termómetro del humor cuando se deteriora la imagen del Gobierno.
Será interesante conocer el desempeño del programa de Susana Giménez en términos de rating cuando ponga al aire este domingo por la noche la entrevista que le hizo en la Casa Rosada a Javier Milei. Tras la fallida apuesta por la cadena nacional de la presentación del proyecto del presupuesto, el Presidente decidió redoblar la jugada y exponerse al riesgo de un nuevo desaire por televisión abierta, allí donde la audiencia fue mucho más esquiva en la noche del 15/09 último. Hay que tener en cuenta algunas diferencias respecto de aquel evento del Congreso. Para empezar, Milei no se beneficiará del monopolio que supone una cadena nacional. El programa de Susana Giménez competirá con otros envíos en ese mismo horario. Se trata de algo que debería alegrar al mandatario, quien defiende la competencia en la que el consumidor decide finalmente, según su conveniencia, cuál es el “mejor producto”. Esa regla del mercado se aplicará a Milei.
El debut de la ‘Diva de los Teléfonos’ el domingo pasado marcó un promedio de 17 puntos de rating, con picos de 19 puntos. Por la expectativa del arranque, los primeros programas suelen tener una medición más alta que luego va encontrando su equilibrio. La entrevista a Milei viene con ese piso y techo como condicionante. Que no es el único, ni el principal. El Presidente tuvo el mal tino de mostrarse en tono festivo con la conductora en el balcón de la Casa Rosada apenas minutos después de que el INdEC publicara que la mitad de la Argentina está sumergida bajo la línea de la pobreza tras el primer semestre de gobierno de “las fuerzas del Cielo”. El Presidente parecía disociado de esa realidad. En el peor de los casos, habría tratado de disimular una noticia con la otra. Si hay pobreza, que no se note.
La desafortunada postal en el balcón, reprochada hasta por comunicadores oficialistas y que tuvo como anticipo una foto de la hermana Karina Milei junto a la ‘Diva’ y el perro Thor en el mismo minuto en el que se publicaba la estadística oficial, forma parte de una saga de malos movimientos comunicacionales del Presidente, entre los que se cuentan el asado en Olivos para ‘festejar’ la prevalencia del veto a la movilidad jubilatoria y, en estos días, que haya dejado ‘pagando’ a los bomberos que están combatiendo los incendios en Córdoba y que se quedaron esperando un saludo presidencial que les levantara la moral. Sin mencionar la divulgación de información falsa por parte del mismo Presidente respecto a los perpetradores de los incendios intencionales. Tras esos episodios, y algunos otros, el rating que convoque la entrevista en lo de Susana Giménez podría ser percibido como un termómetro que refleje el impacto en el humor social de los últimos acontecimientos.
La reacción de la opinión pública no es un tema menor para Milei. Más bien todo lo contrario. Sin estructuras de la política convencional (poder de fuego parlamentario o posicionamiento territorial) el principal cimiento del proyecto libertario es justamente el vínculo del líder con su base de votantes, que se empezó a deteriorar en septiembre, según evidenciaron varias encuestas. Una de ellas es la Opina Argentina, que mostró este mes el quiebre de la paridad en la percepción de la gestión, con una caída de 6 puntos de la imagen positiva que se trasladaron directamente a la negativa, arrojando una brecha entre ambas de 15 puntos.
Milei y Susana en el balcón de la Rosada al mismo tiempo en que se conocía que la mitad del país está bajo la línea de pobreza.
De ese tamaño fue además la retracción en el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG)de la Universidad Di Tella. Alejandro Catterberg, director de la consultora Poliarquía, la que hace el relevamiento para el ICG, marcó como un motor del deterioro que “la baja de la inflación ya no le paga al Ejecutivo como lo venía haciendo”, dado que el índice de precios se estancó en torno al 4% en los últimos meses. Catterberg también señaló en Radio Con Vos a los aumentos de tarifas de los servicios públicos como impulsores del malestar. De ahí que el Gobierno se enredara en salir a aclarar que no habrá masivos cortes en los hogares en el verano, como lo había anticipado el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Tarifas caras y cortes de luz, un combo insostenible para el humor social.
Por otra parte, la falta de empatía de Milei es un elemento que empieza a surgir en los estudios cualitativos de opinión pública. El consultor Gustavo Marangoni le contó a Ahora Play que el recorte en la cobertura del 100% en medicamentos al que acceden las personas mayores aparecía en esos focus group como un factor de irritación contra el Gobierno. “El ajuste no lo paga la casta, sino la casa”, sintetizó como el concepto central que surge de esos sondeos.
Imagen del Gobierno, según la encuesta de Opina Argentina.
Resta conocer cuál es el impacto en el ánimo de los consultados del crecimiento de la pobreza, que saltó más de 11 puntos sólo en el primer semestre del año en relación al 2do del año pasado. Esto la llevó del 42% al 53% al cabo de los primeros 6 meses del año. En números concretos, hay 5,5 millones de nuevos pobres, por lo que el total asciende a unos 25 millones. Más dramático fue el aumento de la indigencia, que se incrementó unos 6 puntos entre el 2do semestre de 2023 y el 1ro de 2024, hasta el 18,1%, pero se duplicó desde el 1er semestre del año pasado, cuando marcó el 9,3%. El Gobierno abordó la cuestión desde 2 flancos comunicacionales. Por un lado, en la previa a que se conozca el índice, el vocero Manuel Adorni se anticipó y estableció el relato oficial: debía echarse a la políticas “populistas” del gobierno anterior el resultado, que habría sido mucho peor de no haberse aplicado el plan libertario que evitó, dijo el portavoz, una hiperinflación del “17 mil por ciento anual”. Nada mencionó de la devaluación que apreció el dólar un 118% en el inicio de la gestión de Milei y que disparó la inflación con el consecuente deterioro de los ingresos. Por otro lado, el propio Milei apuntaló el otro parámetro del relato frente al panorama: lo peor estuvo en el primer trimestre del año, cuando la pobreza tocó un pico de casi el 55%, que se suavizó en el 2do trimestre al caer al 51%. La cifra sigue estando dentro de los picos históricos. “La pobreza está bajando en la Argentina”, vociferó el Presidente en Parque Lezama, en el acto del lanzamiento nacional de La Libertad Avanza.
Para no quedar entrampado en la discusión sobre la pobreza, el Gobierno apostó a cambiar rápidamente la conversación y anunció que por decreto volvía privatizable a Aerolíneas Argentinas, que había quedado fuera del pool de empresas sujetas a privatización de la ‘Ley Ómnibus’. Fue en medio de la disputa con los gremios aeronáuticos y de que fracasara un intento en el Congreso de avanzar con la venta de la línea de bandera. En el debate en comisión el proyecto impulsado por el PRO no consiguió dictamen. De todas formas, el DNU que aún no se ha publicado deberá tener el aval del Parlamento. Tampoco se publicó todavía el veto total a la ley de financiamiento universitario, aunque desde el Gobierno lo ratifican y hacen trascender que se firmaría luego de la marcha convocada para este miércoles en apoyo a las universidades. En el Ejecutivo buscarían no exacerbar los ánimos y terminar convocando aún más gente de la que podría asistir apurando la medida. Un sentido similar habría tenido la decisión del oficialismo de no acompañar un proyecto de democratización sindical, impulsado por el radicalismo y el PRO. A último momento, los diputados de LLA avisaron que, contrario a lo que se preveía, no iban a firmar el dictamen en la comisión laboral de la Cámara Baja. Negociaciones subterráneas entre la CGT y el Ejecutivo bloquearon la iniciativa. También se le adjudican a la central obrera oficios para suavizar la reglamentación de la reforma laboral que se publicó esta semana. El Gobierno recibirá a los popes cegetistas el lunes, cuando por delante queda un paro de los gremios del transporte, previsto para el 17/10. Ligado al mundo sindical está el flamante ministro de Salud, Mario Lugones, dueño del Sanatorio Güemes, una institución vinculada al gremio gastronómico que conduce Luis Barrionuevo. Lugones reemplazó a Mario Russo, quien precipitó su salida del gabinete tras una discusión con el asesor especial Santiago Caputo, cuyo socio Rodrigo Lugones, es hijo del nuevo integrante del staff presidencial. Russo reprochaba no tener control absoluto de su cartera, ya que había sido entornado por personas que respondían al propio asesor especial de Milei y a Lugones, señalado desde siempre como quien digitaba desde las sombras las decisiones de la cartera sanitaria. Cuentan las crónicas que Russo intentó limitar esa influencia, lo que terminó de sellar su destino.