Por qué Irán ataca ahora a Israel: los motivos detrás del lanzamiento de decenas de misiles balísticos
Las tensiones siguen creciendo en Oriente Medio. Semanas después de intensos bombardeos israelíes a lo largo de todo Líbano, y tras haber descabezado la cúpula de Hezbolá, este martes Irán respondía con un ataque de dos centenares de misiles sobre diferentes regiones de Israel, en lo que supone el peor ataque que jamás ha llevado a cabo Teherán sobre el Estado judío. Sin embargo, esta ofensiva ha sido rápidamente frenada por el sistema antiaéreo israelí conocido como la Cúpula de Hierro. Pero ¿de qué modo está implicado Irán en este conflicto?
Este nuevo capítulo de la escalada bélica se enmarca en un ciclo continuo de represalias que, aunque viene de lejos, se recrudecía el pasado 7 de octubre de 2023, cuando Hamás se adentró en territorio israelí y mató a 1.200 personas, provocando una respuesta inmediata de Israel en forma de bombardeos y la posterior ocupación de la franja de Gaza, que ya deja más de 40.000 muertos y 92.000 heridos, según indican las autoridades sanitarias gazatíes.
La razón por la que Irán ha atacado a Israel
A lo largo de las décadas, Teherán ha armado a Hezbolá en Líbano, el régimen sirio de Al Asad, los hutíes en Yemen o las milicias chiíes en Irak, todos ellos, junto a Hamás, miembros del Eje de la Resistencia con el que Irán busca contrarrestar la influencia de Israel, Arabia Saudí y Estados Unidos en Oriente Próximo y defender la causa Palestina.
Así, tras los asesinatos del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, el jefe de Hizbulá, Hasán Nasrala, y un general iraní, el pasado martes 1 de octubre la Guardia Revolucionaria iraní confirmaba el lanzamiento de misiles contra Israel que, para lograr su objetivo, deben recorrer unos 1.789 kilómetros en línea recta, atravesando el espacio aéreo sirio, iraquí y jordano.
Irán e Israel, de aliados a enemigos
Con una diferencia de más de 78 millones de habitantes (la población de Israel era de 9,55 millones en 2022 frente a los 88,55 millones de Irán) ambos países han vivido a lo largo de la historia, toda una montaña rusa de altibajos, desde la amistad, cuando ambos eran aliados diplomáticos y económicos, e Israel importaba el 40% de su petróleo de Irán a cambio de armas, hasta la hostilidad tras la revolución islámica de 1979 en Irán.
Con la llegada de los ayatolás, Irán hizo suya la defensa de la causa Palestina, cortando así los lazos con Israel y cediendo su embajada en Teherán a la Autoridad Nacional Palestina.
Aunque en los 80, ambos países cooperaron momentáneamente contra un enemigo común, el Irak de Sadam Husein, pronto continuó su rivalidad que se intensificó en 1982, cuando durante la guerra civil libanesa, Irán apoyó el nacimiento de Hezbolá.