Con sus ataques, Milei le hace “un regalo de Navidad” a Gabriel Boric
El diferendo entre los Gobiernos de Chile y Argentina podría haberle sido útil políticamente al presidente chileno, Gabriel Boric, dijo a Sputnik el politólogo Marcelo Mella. Para el experto, el ataque del Gobierno argentino le permitió a Boric “asumir una postura socialdemócrata” y ganarse el apoyo, al menos en este tema, de las mayorías chilenas.
Sobre el final de un año en que se produjeron varios episodios de tensión entre Chile y Argentina, el ministro de Economía argentino, Luis Caputo, reavivó las asperezas durante una entrevista con la argentina Radio Mitre: “La batalla cultural es clave. Mirá Chile, es el país que más gente sacó de la pobreza desde los años 80 hasta el 2010 y descuidó la batalla cultural durante mucho tiempo. Hoy los gobierna prácticamente un comunista que los está por hundir”.
El exabrupto fue amplificado por el propio presidente argentino, Javier Milei, cuando replicó en la red social X una publicación del escritor afín al Gobierno argentino Agustín Laje, que cuestionaba la trayectoria política del mandatario chileno. “Poniendo zurdos en su lugar”, escribió Milei en la publicación.
Para Mella, los dardos disparados desde Argentina hacia Boric “no son solo un hecho anecdótico” sino que deben enmarcarse en “una táctica y estrategia” que identifican al líder libertario y su política exterior y que usan como disparador el concepto de “batalla cultural”. En ese marco, apuntó el politólogo, el presidente argentino se ha caracterizado por “pegarle a cuanto presidente se mueva que pertenezca a lo que ellos consideran izquierda”, incluso “clasificando dentro de una misma lógica a gobiernos muy distintos”.
Según el experto, una de las razones por las que el Gobierno de Milei se enfrasca en ataques a la gestión de Boric tiene que ver con concebir a Chile como “competidor” dentro de “una disputa por ser el mejor del Cono Sur en términos de inversión e integración en el comercio internacional”.
“La estrategia de Milei es tratar de valorizar a Argentina como destino de inversiones e intentar construir un cierto daño reputacional al modelo chileno de estos últimos años. Está buscando mostrar los lados flacos de esa compleja transición posestallido y pospandemia de Chile, que ha tenido niveles de inversión muy por debajo de lo que conoció en décadas anteriores”, opinó Mella.
De hecho, no es el primer entredicho que ambos países mantienen desde la llegada de Milei al poder. En el mes de junio de 2024, Chile había radicado una protesta diplomática luego de que militares argentinos colocaran paneles solares del lado chileno, en la zona del Estrecho de Magallanes. Un mes antes, el anuncio del presidente argentino de un acuerdo con EEUU para instalar en Ushuaia, del lado argentino de la Isla de Tierra del Fuego, una base logística ya había preocupado a los chilenos.
Por si fuera poco, Chile volvió a preocuparse en agosto, cuando debió poner en vuelo a sus aviones F-16 ante un vuelo irregular que, según el propio Ministerio de Defensa chileno, ingresó a espacio aéreo de Chile antes de regresar furtivamente hacia el lado argentino.
Un acierto de Boric
Aun así, el nuevo diferendo puede haberse convertido en una oportunidad para que Boric recobre parte del apoyo que ha perdido, de cara a los últimos meses de su gestión, cuyo final está previsto para el 11 de marzo de 2026.
El mandatario chileno respondió a Milei durante una conferencia de prensa, aclarando: “Yo no me voy a referir con adjetivos ni insultos hacia el presidente de Argentina, como él está acostumbrado a hacerlo. Yo prefiero hablar en positivo”.
Los presidentes pasamos pero las instituciones y los pueblos quedan. pic.twitter.com/wyGKK1nxJJ
— Gabriel Boric Font (@GabrielBoric) December 19, 2024
En esa línea, Boric reivindicó a Argentina como un “país hermano” y que la Cordillera de los Andes y la frontera de más de 5.000 kilómetros compartida entre ambos países “va a seguir allí” cuando ambos terminen sus mandatos. “Hay que tener un poquito más de humildad porque nosotros los presidentes pasamos, pero las instituciones y los pueblos quedan”, sentenció el presidente chileno.
Para Mella, Boric “tiene un punto” en su respuesta al mandatario argentino y es que “las relaciones entre los países se construyen entre los gobiernos, pero también en procesos que superan a cada gobierno”. Como ejemplo, el analista recordó que Chile y Argentina han construido una relación comercial “muy fuerte” desde la década de 1990, al punto de que el comercio binacional se incrementó un 465% entre 1992 y 2023, según datos manejados por empresarios argentinos.
Así, el politólogo sostuvo que Boric “no hacía un buen negocio” si buscaba escalar el diferendo con una respuesta frontal al presidente argentino. Por el contrario, apostar por una respuesta medida terminó beneficiando, según Mella, al mandatario chileno.
“Hay un efecto no deseado en este ataque de Milei porque finalmente le permite a Boric asumir una posición más bien socialdemócrata y hablarle a un electorado más amplio en el último año de su Gobierno. En muy pocos temas, Boric puede pretender tener el respaldo de la mayor parte del país y en este tema sí lo ha tenido”, sostuvo el experto.
En efecto, el mandatario chileno no solo recibió el apoyo de integrantes de su Gobierno y dirigentes del oficialismo, sino también de algunos legisladores opositores, como la bancada de la Unión Demócrata Independiente (UDI), señalando la gravedad de que un integrante de un gobierno extranjero emita esas opiniones sobre el Ejecutivo chileno.
En ese sentido, Mella consideró que el ataque de Milei hasta podría interpretarse como “un regalo de Navidad anticipado” para Boric, que ya ingresa en el período final de su mandato.