Campo: Otra pyme a la oscuridad del default con retenciones en pie
Una nueva compañía habría anticipado la imposibilidad de cumplir con el último pago de capital e intereses de una Obligación Negociable.
La temporada 24/25 en el campo tiene la lupa en una sequía que no trata simplemente de una cuestión climática, sino más bien de una financiera. Con un crisol de empresas admitiendo la imposibilidad de cumplir con sus obligaciones (default), las últimas semanas se aceleró la presión para buscar una solución que podría estar en la quita de retenciones.
En ese sentido, una nueva pyme habría anticipado su incapacidad de responder al último pago de capital e intereses de una Obligación Negociable emitida en 2022. Según anticipó el sitio especializado Bichos de Campo, se trataría de Campo de Avanzada S.A, quien ya dio aviso a la Comisión Nacional de Valores de la falta de liquidez para poder afrontar el pago de más de 6.5 millones de pesos en intereses.
El fenómeno, que golpea apenas a un pequeño grupo de tenedores de la ON que inyectó 25 millones de pesos en la empresa hace tres años atrás, se trata de un ejemplo más de cómo las estructuras más pequeñas sufren el tránsito actual del rubro. Se trata de una compañía de poco más de 20 empleados.
Al respecto, la firma con sede en Córdoba señaló varios factores que la condujeron al “default”. Entre ellos, factores climáticos y biológicos que llevaron a la merma del rendimiento del maíz durante los últimos tres años, algo que se sumó a cotizaciones desfavorables a nivel global.
En el campo se repite la incapacidad de las empresas para hacer frente a sus obligaciones.
El campo y las retenciones
Las malas condiciones de mercado y los golpes climáticos llevaron a Campo de Avanzada S.A a resolver un corte de pagos a nivel general en junio del 2024. Así, la empresa acumuló un paquete de deuda financiera, con presuntos cheques rechazados e ingresó a un concurso preventivo, paso previo a una quiebra en caso de no resolver favorablemente.
Situaciones como la de esa pyme serían un menú común en la actualidad agropecuaria. Casi en simultáneo, las entidades rurales elevaron el tono del reclamo por la baja de las retenciones, lo que traería alivio financiero al sector en medio de un combo de factores de control imposible como el clima o la cotización global de las commodities. De cualquier manera, algunos ruralistas señalaron que la caída en default de una empresa no está necesariamente relacionada al contexto desfavorable que atraviesa la principal actividad económica. En ese sentido, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, admitió a Infobae que muchas empresas “tomaron malas decisiones” tiempo atrás y ahora se evidencian las consecuencias sin ser una situación generalizada.
No obstante, desde el agro observan con preocupación la situación ya que la activación de otro posible frente desfavorable si podría generar un efecto en cadena. Algo como una nueva sequía pronunciada potenciaría los efectos de la crisis a todo el sector, independientemente del rumbo empresarial de cada compañía. Mientras tanto, desde el Gobierno nacional advirtieron que la intención es terminar con las retenciones, pero que el tiempo que eso pueda demorar es inestimable ya que deberían conjugarse una serie de situaciones favorables para el corte de esos ingresos. Algo que podría demorar meses o años teniendo en cuenta la meticulosidad económica de la gestión de Javier Milei.