Milei vs Macri: dos contrincantes aliados en medio de una fuerte disputa por el poder
Está claro que una alianza, sea o no positiva, llevará indudablemente a que el presidente intente subordinar al PRO detrás del oficialismo. Es casi una cuestión matemática.
El Gobierno de Javier Milei finalmente llamó a sesiones extraordinarias con el fin de, entre otras cosas, debatir la eliminación de las elecciones PASO, algo a lo que ya había hecho referencia.
En público sostiene que es un “instrumento siniestro” y que el sideral costo de las primarias no tienen sentido. Pero en privado la versión es otra: de esta forma le daría la potestad a Santiago Caputo de subordinar el armado de las listas a los antojos del propio Milei.
Es lo que viene aceitando tímidamente el presidente, sobre todo desde la semana pasada cuando el ex presidente Mauricio Macri pareció estar de acuerdo en hacer una alianza política entre el PRO y LLA.
Las negociaciones están en ciernes y en un punto además caliente. El PRO no coincide con la eliminación de las PASO, plantea suspenderlas, tal cual lo propuso el jefe de Gobierno porteño Jorge Macri en relación a las elecciones de medio término de este 2025.
Y allí está el principal problema para el oficialismo en el Congreso. La necesidad de construir una mayoría absoluta tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores lo obliga a llegar a un acuerdo a la hora de erradicar las primarias.
El PRO es quien más votos le puede aportar al oficialismo y ello es lo que analizan por estas horas desde Casa Rosada, aunque también el oficialismo deberá llegar a un punto en común con otras bancadas de la oposición dialoguista, provinciales y hasta con una parte del kirchnerismo.
Todo esto ocurre en medio de la aparente (y casi inminente) postulación de Mauricio Macri, no sin el impulso de la juventud del PRO, que ya empezó a orquestar la campaña en favor del ex presidente como legislador.
En los fines prácticos, Macri no necesita una banca, ya que cuenta con los resortes necesarios para manejar al PRO en el Congreso, pero su postulación servirá para medir posiciones, sobre todo luego de que el jefe de la bancada en el Senado, Luis Juez, se haya ubicado más cerca de Milei que de su jefe político.
Las negociaciones entonces serán duras. Milei quiere primero a los propios, luego a los bullrichistas y por último a los macristas de pura cepa. Cómo terminen resultando los diálogos entre ambos partidos dependerá de cuánto acepte ceder en primer lugar Milei y luego Macri, ello por un tema de relevancia en cuanto al manejo del poder.
Entonces está claro que una alianza, sea o no positiva, llevará indudablemente a que el presidente intente subordinar al PRO detrás del oficialismo. Es casi una cuestión matemática.
Por otro lado, y más allá de la discusión en torno a las elecciones PASO, son infinitas las ejemplificaciones que demuestran que ambos líderes políticos, creadores cada uno del espacio que conducen, buscan medir su influencia política.
Ambos intentan demostrar mayor poder que el otro, casi como si fueran contrincantes, aún buscando aliarse de cara a las elecciones legislativas.