¿Por qué el Ártico es tan importante para Donald Trump y Estados Unidos?
En menos de 24 horas, Donald Trump será el nuevo presidente de Estados Unidos: el magnate vuelve a la Casa Blanca cuatro años después de su marcha, decidido a avanzar en su retórica de “America First” y hacer primar los intereses estadounidenses en el mundo. Más allá de sus promesas de una guerra arancelaria o su cuestionamiento de la OTAN, sus reivindicaciones territoriales sobre Canadá, el canal de Panamá o Groenlandia han tensado las relaciones internacionales en las últimas semanas.
El caso de la isla ártica es especial: el nuevo presidente aseguró ante los medios que para Estados Unidos es “una cuestión de seguridad nacional” controlar Groenlandia, y no descartó la presión económica o la acción militar para lograrlo. Tampoco lo descartó su nominado a secretario de Defensa, Pete Hesgeth, en el Senado.
Trump parece decidido a hacer del control de Groenlandia una prioridad de su política exterior, pero ¿por qué Estados Unidos pondrá ahora el foco en la isla?
Las tres claves que explican el interés de EEUU en Groenlandia
Las claves que explican el interés de Estados Unidos (y también de otras potencias como Rusia o China) en el Ártico son tres
- Situación geoestratégica: el Océano Glaciar Ártico y Groenlandia se sitúan en el Polo Norte del planeta, una zona en la que confluyen tres océanos y con costas de tres continentes. EEUU cuenta con la base aérea de Pituffik en Groenlandia, pero comprar la isla supondría disponer de un territorio en el Ártico, como ya lo tiene Rusia. Además, EEUU dispondría de un vasto territorio en el que reforzar su sistema global de radar antimisiles ante posibles ataques de otras potencias.
- ¿Nuevas rutas comerciales?: un hipotético deshielo en el Polo Norte y el Océano Glacial, como el que apuntan los científicos, creará nuevas rutas comerciales al convertirse en aguas navegables. El control de Groenlandia permitiría a EEUU disponer de nuevas rutas comerciales a través del Paso del Noroeste y del Mar de Beaufort, conectando el Atlántico, el Ártico y el Pacífico con aguas bajo soberanía estadounidense, algo que Trump considera clave para competir con Rusia y China.
- Los ‘tesoros ocultos’ bajo el hielo del Ártico: petróleo, gas natural, uranio y minerales como el oro, el cobre, el níquel o el cobalto del suelo de Groenlandia han permanecido inaccesibles por el hielo y el clima extremo, pero eso podría cambiar con el calentamiento global. También las ‘tierras raras’, materiales claves en la tecnología, y de las que Groenlandia podría albergar la segunda mayor reserva del mundo. Para EEUU, controlar estas reservas sería clave para competir con China.
- EEUU ya planteó en el pasado la compra de la islaLa compra de Groenlandia es una vieja pretensión de Trump -ya lo propuso en 2018- pero también de EEUU: hasta en otras dos ocasiones, Washington planteó la idea. En 1860, un informe del Departamento de Estado ya transmitió a la Casa Blanca los potenciales beneficios de comprar Groenlandia; y en 1946 el presidente Truman ofreció 100 millones de dólares por el territorio, una oferta que Dinamarca rechazó