Caputo pasó de celebrar la “histórica” exportación de gas a Brasil, a importarlo de Chile y Bolivia

 Caputo pasó de celebrar la “histórica” exportación de gas a Brasil, a importarlo de Chile y Bolivia

Se trata de una jugada opaca porque Chile no produce gas y Bolivia cobra carísimo. El gasoducto que transporta el gas de Vaca Muerta tiene un tercio de capacidad ociosa y la reversión del gasoducto Norte, única obra pública que inauguró este gobierno, nunca se terminó.

El fracaso de la política energética del Gobierno ya no resiste mucha discusión. En el transcurso del último año pasó de anunciar una “histórica” exportación del gas de Vaca Muerta al corazón industrial de San Pablo y la consecuente reversión del gasoducto norte, a reconocer que se está negociando importar el fluido de Bolivia y Chile.

Como el gasoducto que va al norte se va a utilizar para traer gas de Bolivia, esto lleva a preguntarse que inauguró el Gobierno cuando anunció que había concluido su reversión en tiempo récord y presentó la supuesta obra como la más importante del primer año de Milei. Para que quede claro, el gasoducto no es como una perinola que cambia de dirección fácil. Si viene de Bolivia a la Argentina, no puede hacer el camino inverso al otro día, ni al otro mes.

De hecho, en el momento de la “inauguración” de esta obra, este medio advirtió que estaba lejos de estar concluida. Incluso, una nota de LPO de mediados del año pasado anticipaba este desenlace: por la desfinanciación de obras claves la Argentina iba a tener que terminar importando gas por valores muy superiores a las propias obras. La pregunta es: Qué cuenta hicieron los funcionarios libertarios que dejaron al país sin las obras y sin el gas?

Este lunes el gobierno de Chile reveló que está trabajando con las autoridades argentinas en un nuevo acuerdo de exportación de gas natural a través de otro gasoducto el NorAndino. Lo llamativo es que Chile que no produce gas se lo vende al país de Vaca Muerta.

Para peor, el gasoducto Néstor Kirchner -rebautizado Perito Moreno por los libertarios- concretado durante el anterior gobierno para llevar el gas de Vaca Muerta al resto del país y evitar pagar muy costosas importaciones, tiene un tercio de su capacidad de transporte ociosa. Este gasoducto tiene capacidad para transportar 22 millones de metros cúbicos por día, pero se están inyectando apenas 15 millones de metros cúbicos.

Para decirlo claro: la actual gestión está pagando gas importado por varias veces lo que cuesta el que se produce en el país y encima lo hace cuando el sistema tiene resto para seguir bombeándolo de Vaca Muerta. Algo no cierra.

Según el Ministerio de Energía chileno, entre enero y septiembre se podrían enviar hasta 2,5 millones de metros cúbicos por día (Mm3/d) de gas natural. Las exportaciones totalizarán en el período un máximo de hasta 117 Mm3, informó Reuters. El precio que paga el Gobierno es tan elevado que Chile importa gas y se lo vende a la Argentina y gana plata. Los buques de GNL llegan al puerto chileno de Mejillones, en donde se lo regasifica y se inyecta a través del gasoducto Norandino, que desemboca en Salta. Esta operación ya había levantado sospechas de corrupción en la actual gestión.

La actual gestión está pagando gas importado por varias veces lo que cuesta el que se produce en el país y encima lo hace cuando el sistema tiene resto para seguir bombeándolo de Vaca Muerta.

La triangulación de importación de gas vía Chile tiene antecedentes opacos. Consta en la investigación de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) por las importaciones ralizadas entre 2016 y 2018, cuando Juan José Aranguren era ministro de Energía.

Aranguren ya había sido denunciado por este hecho por el entonces senador nacional Pino Solanas, quien fundamentó su sospecha precisamente en que Chile no es un país productor de gas natural, sino que lo importa por barcos. En ese momento las compras se pagaron hasta 128% más caras que el gas proveniente de Bolivia.

Caputo, Francos y González "inauguran" en Córdoba la reversión del gasoducto norte.

Caputo, Francos y González “inauguran” en Córdoba la reversión del gasoducto norte.

Vaca Muerta es la segunda reserva de shale gas del mundo. Es cierto que para poder exportar el recurso se requieren inversiones millonarias y de largo plazo. Pero eso es para producir GNL. Acá estamos hablando de gas natural, el mismo que transporta el gasoducto Perito Moreno y el gasoducto Norte. La única obra pública que supuestamente decidió continuar este gobierno y que ahora entró en una zona muy gris.

“Posiblemente sea la última obra que financie el Estado Nacional porque como ya estamos viendo el sector privado está dispuesto a invertir en obras de infraestructura que tienen todo el sentido económico como tiene esta obra que estamos inaugurando hoy”, dijo en la inauguración el viceministro coordinador de Energía Daniel Gonzalez.

El 4 de noviembre pasado parte del gabinete nacional se trasladó a Córdoba para inaugurar la obra de reversión del gasoducto Norte. El caño que conecta Vaca Muerta con el sistema de transporte de gas de Bolivia alimentó la voracidad exportadora de los productores de gas de la cuenca que se entusiasmaron con poder llegar con la molécula a Brasil este verano, tal como contó LPO en ese momento. Pero enero encuentra a la Argentina importando.

El 4 de noviembre parte del gabinete nacional se trasladó a Córdoba para inaugurar la reversión del gasoducto Norte que conecta con Bolivia, para exportar el gas de Vaca Muerta a Brasil. Ahora se confirmó que la obra nunca fue terminada. Porque el gobierno de Milei negocia renovar las compras a Bolivia.

Ahora se confirmó que la obra nunca fue terminada. Porque en paralelo a la importación de gas desde Chile, el gobierno de Milei negocia también renovar las compras a Bolivia, que en esta gestión ya fueron atravesadas por un escándalo porque la actual gestión convalido precios que duplican los que pagaba el anterior gobierno.

“Estamos en una negociación para hacer un contrato interrumpible, estamos hablando el tema”, reveló también este lunes el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen Tapia, en diálogo con Reuters.

“El flujo de gas es unidirecciónal y revertir la dirección del caño es una gran obra de ingeniería, con lo cual si sigue viniendo desde Bolivia es porque la reversión está lejos de completarse”, explicó a LPO un especialista del sector.

La continuidad de las importaciones de gas boliviano también evidencia cierta impericia en la administración de la política energética. El fundamento principal para la construcción del ex gasoducto Néstor Kirchner fue el declino de la producción hidrocarburífera boliviana.

“Lo hicimos en tiempo récord porque Bolivia nos cortaba el suministro porque no les convenía el precio que pagábamos. Este gobierno les debe estar convalidando precios mucho más altos”, analizó un funcionario del gobierno anterior.

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