Mientras las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se deterioran, la isla necesita dólares más que nunca
Cuba, con escasez de efectivo, abrió este mes la primera tienda de comestibles que acepta moneda estadounidense en la isla en casi dos décadas, la última señal de una tendencia hacia la dolarización en el país de gobierno comunista.
La tienda, abierta apenas unas semanas, recibe elogios de los pocos afortunados que tienen dólares en una isla donde, hace apenas cuatro años, los bancos dejaron de aceptar depósitos en efectivo en billetes verdes.
“Este supermercado es bastante bueno… pero no todo el mundo tiene la posibilidad de comprar aquí”, dijo Yuliani González al salir del colmado encalado.
Las relaciones entre La Habana y Washington dieron un giro esta semana, cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, revirtió una serie de medidas de último momento tomadas por la administración Biden que habrían facilitado a Cuba adquirir dólares.
Eso significa que la crisis del dólar probablemente se agravará aún más, dicen funcionarios y economistas cubanos.
El gobierno de Cuba ha dicho que espera que las tiendas en dólares recojan parte de las remesas que ingresan al país, lo que le permitiría usar ese efectivo para financiar programas sociales como atención médica gratuita, además de alimentos, energía y transporte subsidiados.
Muchas tiendas estatales cambiaron a una versión cubana del billete verde en 2004, llamada CUC, y luego en 2021 comenzaron a aceptar solo una moneda digital vinculada al dólar, llamada MLC, en un esfuerzo por recaudar divisas extranjeras sin recurrir al dólar en efectivo.
“El equivalente gubernamental del dólar sigue cambiando a medida que se va quedando sin efectivo para respaldarlo”, dijo el economista cubano Omar Everleny en una entrevista. “Necesitan efectivo rápidamente”.
“Pronto las tiendas de dólar de todo el país también aceptarán moneda estadounidense”.
Pero la creciente disponibilidad de bienes y servicios en dólares, frente al peso local, también subraya la creciente desigualdad entre quienes tienen y no tienen acceso a remesas y otras fuentes de moneda extranjera, dicen economistas como Everleny.
La ama de casa Odisbel Saavedra Hernández dijo que recibe dólares de su esposo en el exterior para alimentar a sus hijos.
“Aquí se puede encontrar lo que no se encuentra en otros mercados. Este está más abastecido. Espero que estos mercados se extiendan a todo el país, pero que otras personas también puedan tener el mismo beneficio que yo”, expresó.