El ministro de Energía peruano descarta renuncia de presidenta como salida a crisis
El ministro de Energía y Minas de Perú, Óscar Vera, descartó que el Gobierno esté considerando la renuncia de la presidenta Dina Boluarte como salida a la grave crisis política y social por la que atraviesa el país. Además, pidió a peruanos que solucionaran los problemas, no huyeran.
“La presencia de nuestra presidenta obedece a lo que está establecido en nuestra Constitución, es totalmente legítima. No encontraríamos una razón para que renuncie nuestra presidenta (…) Nosotros no consideramos que eso sea viable, consideramos que hay que seguir el orden constitucional y hay que restablecer cuanto antes el diálogo”, afirmó Vera a la radio local RPP.
Asimismo, el funcionario señaló que se ha descartado la renuncia de algún ministro para calmar las violentas protestas ciudadanas, que causaron al menos siete muertos, pidiendo que Boluarte dimita.
“Como peruanos tenemos que estar para solucionar los problemas, no para huir de los problemas. Nos toca a nosotros tomar las acciones más rápidas para que esto no continúe”, afirmó el ministro.
Desde el 10 de diciembre diversas manifestaciones ciudadanas, en la que participan organizaciones civiles de toda índole, se han sucedido en diversos departamentos del país.
Los ciudadanos exigen el inmediato adelanto de comicios generales para que se elija a un nuevo jefe de Estado y a un nuevo Congreso.
En otras demandas, exigen la salida de Boluarte, el cierre del parlamento y, en menor medida, la liberación del expresidente Pedro Castillo (2021-2022) y la convocatoria de una Asamblea Constituyente.
El miércoles 7 de diciembre, el entonces presidente Castillo intentó disolver el Congreso argumentando que “el Legislativo ha realizado más de 16 meses de continua y obcecada campaña de ataque sin cuartel a la institución presidencial”, y el establecimiento de un “Gobierno de excepción”, y establecer un “gobierno de excepción”.
Todas las instituciones del Estado rechazaron la medida anunciada por el entonces mandatario, calificándola como un quiebre del orden constitucional o un golpe de Estado.
Luego del intento fallido de Castillo, el Congreso lo destituyó por incapacidad moral permanente para ejercer el cargo, en una sesión que ya estaba prevista días antes. Posteriormente, y por sucesión constitucional, el Parlamento nombró como nueva jefa de Estado a la entonces vicepresidenta Dina Boluarte.