Confirmado: es de origen Inca el sitio destinado a observaciones astronómicas en la Laguna del Diamante
El arqueólogo Victor Durán dijo a Los Andes que también está muy cerca de confirmarse que esta civilización construyó un camino ceremonial en el faldeo norte del volcán Maipo.
Tras largas horas de investigaciones durante más de dos meses, por parte de un grupo de arqueólogos y arqueoastrónomos de Mendoza y La Plata, finalmente se logró probar que uno de los sitios evaluados en cercanías de la Laguna del Diamante estaba destinado a observaciones astronómicas de los incas y que fueron ellos quienes lo construyeron.
Parte del grupo de investigadores y guardaparques trabaja en la zona de la Laguna del Diamante y el volcán Maipo.
Así lo anticipó, en diálogo exclusivo con Los Andes, Víctor Durán, antropólogo especializado en Arqueología, investigador de Conicet y docente de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo).
“Realmente es un descubrimiento muy importante, de escala internacional. Desplaza el límite meridional del Imperio Inca y tanto el observatorio astronómico como los caminos ceremoniales hacia un cerro sagrado le otorgan al área una importancia muy especial”, manifestó el especialista.
Agregó que se está muy cerca de confirmar que también construyeron un camino ceremonial en el faldeo norte del volcán Maipo.
“Estuvimos allí hace menos de 15 días. Por el tipo de arquitectura estaría confirmado. Sin embargo, para dar más precisión se harán fechados radiocarbónicos. Ya enviamos las muestras y estimo que tendremos esos fechados en dos o tres meses más”, adelantó.
La última información que se brindó al respecto, publicada por Los Andes el pasado 13 de enero, daba cuenta de estudios de campo en el área natural protegida de Laguna del Diamante por parte de un grupo de investigadores del Conicet-UNCuyo y de la Universidad de La Plata especializados en arqueología y arqueoastronomía incaica en el área natural protegida Laguna del Diamante.
Como se sabe, este trabajo fue motivado por un hallazo de sitios incas efectuado en marzo de 2022 a los que se les atribuyeron entonces, en forma tentativa, funciones ceremoniales y de observación astronómica.
A más de 3.400 metros de altura, se hicieron en enero estudios arqueológicos en la caldera del volcán Maipo para confirmar que los incas, entre los siglos XV y XVI, realizaron peregrinaciones destinadas a venerar a esa formación y a la Laguna del Diamante y generar así un paisaje sagrado que consolidó su dominio en el límite Sur de ese imperio.
En esa oportunidad se hicieron relevamientos y excavaciones arqueológicas durante una semana de clima riguroso, bajas temperaturas y nevadas, a cargo del nutrido grupo de trabajo, integrado además de Víctor Durán, por la científica Sol Zárate, y guardaparques de Laguna del Diamante Mario Cataldo, Mariela Astudillo y Martín Aufrere.
En ambos casos, se trata de áreas intangibles donde no se puede acceder sin el permiso correspondiente de la Dirección de Recursos Naturales Renovables de Mendoza.
Durán había sido categórico: “En esta campaña se obtuvieron importantes resultados que pueden probar que los incas y las sociedades locales dominadas por ellos realizaron peregrinaciones al volcán Maipo y a la Laguna del Diamante y que construyeron allí un paisaje sagrado. Consideramos también que pudieron haberse realizado durante estas peregrinaciones observaciones astronómicas vinculadas especialmente al movimiento del sol”, había señalado.
Para probar la posible función astronómica de los sitios descubiertos, los investigadores de la Universidad Nacional de La Plata tomaron datos con equipamiento especializado (GPS de precisión y Estación Total). “Los datos obtenidos admiten la posibilidad de que algunas de las estructuras descubiertas hayan servido para hacer mediciones astronómicas, pero debe hacerse todavía una revisión y corrección de los datos como para poder afirmarlo”, advirtió Durán.
En cuanto al posible camino ceremonial del faldeo norte del volcán Maipo, por las características arquitectónicas de las estructuras halladas y sus lugares de emplazamiento se estima que corresponden a los incas. Se confirmará este supuesto con fechados radiocarbónicos que están en proceso y nuevos estudios a realizar el año próximo.
“En el sector Norte del volcán Maipo los guardaparques, amplios conocedores de este espacio de la cordillera de los Andes, hicieron en marzo del año pasado un gran hallazgo que vimos en fotografías y aún no habíamos podido visitar”, informó el especialista, que integra el laboratorio de Paleoecología Humana del Instituto Interdisciplinario de Ciencias Básicas.
Se trata de más de 20 sitios con estructuras pircadas que se ubican en el faldeo Norte del volcán Maipo y que podrían marcar vías de acceso a la cumbre. Algunas de ellas tienen rasgos arquitectónicos propios de actividades rituales. Para el científico mendocino, este nuevo descubrimiento tendría un valor enorme en el escenario de la arqueología inca y aumentaría sensiblemente la importancia patrimonial del área protegida.
Los equipos de investigación mendocinos han venido trabajando en el área intensamente desde hace alrededor de 20 años y no es menor haber llegado a conclusiones certeras y positivas para esta zona.
LA NUEVA CAMPAÑA DESCUBRIÓ 20 SITIOS ARQUEOLÓGICOS CON ESTRUCTURAS PIRCADAS
Integrantes del cuerpo de guardaparques del Área Natural Protegida Laguna del Diamante, Jimena Martínez, Mario Cataldo, Santiago Orellano y Valeria Vallejo; miembros del Conicet y la UNCuyo, María Sol Zárate, Ana Tobares y Víctor Durán e integrante del Conicet y la Universidad Nacional de La Plata, Diego Andreoni, especialista en arqueobotánica, hicieron relevamientos del faldeo norte del volcán Maipo que permitieron registrar alrededor de 20 sitios arqueológicos con estructuras pircadas que presentan distintas dimensiones y características.
“Algunos parecen haber sido utilizadas como refugios, pero la mayoría parece estar más asociada a actividades ceremoniales vinculadas al ascenso al volcán Maipo”, dijo Durán.
Varios se ubican en lugares planos muy altos (entre los 3600 y 4000 metros sobre el nivel del mar), abiertos al magnífico paisaje circundante; otros son largos muros bajos de varias decenas de metros que, en algunos casos, se conectan a recintos circulares.
“Aparecen también clásicas estructuras incas, recintos de planta rectangular y muros pircados dobles orientados según los puntos cardinales. En uno de los sitios (LD-35), quizás el más complejo y que podría ser considerado, en parte, como un geoglifo se hizo una excavación arqueológica que permitió recuperar carbón en abundancia, lo que permitirá hacer estudios arqueobotánicos y fechados radiocarbónicos”, apuntó.
Vale remarcar que esta última campaña se hizo gracias a un subsidio otorgado por la Fundación Williams.