Aunque el presidente de Paraguay busque acercarse a Trump, no ocupa “el mismo escaño que Milei”

 Aunque el presidente de Paraguay busque acercarse a Trump, no ocupa “el mismo escaño que Milei”

El presidente de Paraguay, Santiago Peña, quiere que su país sea el “mayor aliado” de Donald Trump en América Latina, incluso a pesar de que no pudo ingresar a su asunción. En diálogo con Sputnik, dos analistas indicaron que su sintonía “conservadora” lo acercan al objetivo, sin embargo, se enfrenta a la afinidad ya consolidada con Milei o Bukele.
El presidente paraguayo no esconde su intención de convertirse en el “mayor aliado” del mandatario estadounidense en América Latina, un rubro en el que podría llegar a tener seria competencia con otros mandatarios como el argentino Javier Milei o el salvadoreño Nayib Bukele.
Además, sus aspiraciones parecen no encontrar el eco esperado en los primeros gestos que el mandatario estadounidense ha tenido hacia el paraguayo. El vínculo entre Peña y Trump enfrentó un bemol el mismo día de la asunción del ahora jefe de Estado del país norteamericano.
Si bien el presidente paraguayo había viajado a Washington para participar de la ceremonia, finalmente no logró ingresar al recinto. Aunque no hubo explicación oficial, el episodio parece haber sido determinante para que, una semana después del evento, se decidiera la remoción del embajador paraguayo en EEUU, José Antonio dos Santos.
“No ocupa el mismo nivel de relevancia”
“El hecho de no haber sido invitado a la ceremonia confirmó que Peña no ocupa el mismo nivel de relevancia que otros mandatarios convocados, ya sea por afinidad ideológica, nivel de confianza o cercanía personal con Trump”, dijo a Sputnik la analista internacional Julieta Heduvan.
La experta, especializada en política exterior paraguaya, consideró que el episodio “tuvo un impacto en la narrativa que el Gobierno de Peña quiere proyectar”, pero señaló que tuvo una repercusión más interna que externa.
También consultado por Sputnik, Héctor Sosa Gennaro, analista político e internacional, recordó que Peña no había sido invitado directamente por Trump —como sí sucedió con otros líderes como Milei o Bukele—, sino por miembros del Congreso. Esa diferencia lo hizo quedar fuera de la lista cuando el evento se trasladó hacia el interior del Capitolio, reduciendo significativamente el aforo de la ceremonia.
Para Sosa Gennaro, es claro que el Gobierno de Peña tiene “un relacionamiento bastante estrecho” con el nuevo Gobierno estadounidense y especialmente con el secretario de Estado, Marco Rubio, con quien el mandatario paraguayo ha forjado una cercana relación incluso desde que era senador por el estado de Florida. El analista recordó que Rubio visitó Asunción en febrero de 2024 y llegó a mantener un largo encuentro con Peña.

En la misma línea, el analista mencionó que Paraguay tiene gran relevancia para otro de los nombres fuertes del Departamento de Estado: el subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental, Cristopher Landau. El padre del funcionario fue embajador estadounidense en Asunción entre 1972 y 1977. De niño, Landau también vivió en Chile y Venezuela, siguiendo la carrera diplomática de su padre.
Para Heduvan, la victoria electoral de Trump hizo exitosa la apuesta del presidente paraguayo por generar encuentros con Rubio, logrando acercar nuevamente al cartismo —vertiente del oficialista Partido Colorado encolumnada detrás del expresidente Horacio Cartes (2013-2018)— con Washington tras las diferencias con la gestión de Joe Biden.
“Esto no garantiza que los intereses del cartismo se traduzcan en resultados concretos. El gobierno de EEUU opera a través de múltiples agencias y Paraguay no es una prioridad, pero dentro de todos los escenarios posibles, este es el más positivo para el cartismo”, consideró.
Pensamiento compartido sobre el progresismo
Ambos analistas coinciden en que una de las “cartas fuertes” que Paraguay puede ofrecer con el fin de estrechar la relación con la actual Administración de EEUU es su relación diplomática con Taiwán, en un contexto en el que el resto de los países latinoamericanos han ido progresivamente estrechando sus vínculos con China.
Heduvan señaló además que aparecen otros elementos de interés como la ubicación privilegiada del país entre Argentina y Brasil o las potencialidades de la hidrovía y la triple frontera.
Para Sosa Gennaro, Peña encuentra en Trump una coincidencia ideológica que no había tenido con el Gobierno de Joe Biden y el embajador que en su momento envió a Asunción, Marc Ostfield. El diplomático no solo se enfrentó al oficialismo paraguayo al anunciar las sanciones estadounidenses contra Cartes, sino que fue cuestionado por apoyar eventos LGBT+ o de la “agenda de derechos”.
“Peña y Trump comparten el pensamiento con relación al progresismo y la denominada Agenda 2030, que era una cuestión en la que el Gobierno de Biden insistía mucho”, deslizó Sosa Gennaro.

Milei, el gran competidor de Peña
Heduvan reafirmó que, si bien Paraguay ha sido históricamente aliado de EEUU, la gran diferencia con otros momentos es que en la actualidad Peña debería competir con la gran sintonía entre Trump y el presidente argentino Javier Milei.
“Milei genera gran interés en EEUU y Trump le concede un espacio de privilegio, impulsado por los valores compartidos en lo que llaman la ‘batalla cultural’. Paraguay, aunque conservador, no se ajusta del todo con esa línea”, apuntó Heduvan.

Según la analista, es probable que en los próximos tiempos la postura del oficialismo paraguayo “se radicalice dando mayor protagonismo a las fuerzas de ultraderecha que comienzan a surgir en el Congreso”, aunque aun así “en este momento Peña todavía no logra ocupar el mismo escaño que Milei”.

coordenada Informativa

Related post