Canciller iraní aclara las realidades sobre últimos disturbios
El canciller de Irán ha aclarado las falsas declaraciones y propagandas de los medios extranjeros sobre los disturbios, ya sofocados, en el país.
Hosein Amir Abdolahian, en una entrevista con el portal estadounidense NPR, publicada este jueves, dio a conocer que, debido a la amnistía masiva del Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, con motivo de la celebración del 44.º aniversario de la victoria de la Revolución Islámica, los detenidos durante los disturbios tras la muerte de Mahsa Amini, excepto los que cometieron asesinatos y delitos graves, fueron liberados.
Conforme al titular persa, ningún estudiante universitario fue arrestado bajo ninguna circunstancia dentro de las universidades y sus campus, ni tampoco ningún periodista.
Sobre el número de los arrestados vinculados a los recientes disturbios, denunció “el uso de la frase decenas de miles detenidos”, subrayando que no es exacta, sino que es exagerada.
Asimismo, dejo claro que, en cuanto al número de los muertos, se han dado a conocer cifras infladas. Al respecto, señaló que a la policía no se le permitió portar armas de fuego, sin embargo, las armas israelíes y estadounidenses, infiltradas desde extranjero, fueron usadas por los alborotadores para matar en medio de las protestas.
Al destacar la democracia y la libertad de expresión que reina en el país persa, reconoció que existen algunos descontentos por la situación económica causada por las sanciones de Estados Unidos, las cuales los mismos políticos estadounidenses admiten que apuntan al pueblo iraní, para así, generar insatisfacción.
Los disturbios estallaron en Irán a mediados de septiembre cuando la mujer iraní Mahsa Amini, de 22 años, murió en un hospital de Teherán, tres días después de desmayarse en una comisaría de la capital. Posteriormente, un informe de la Organización de la Medicina Forense de Irán concluyó que la muerte de Amini fue causada por una enfermedad subyacente, rechazando la hipótesis de que haya muerto por supuestas palizas por parte de la policía.
Durante estos hechos violentos, los alborotadores, instigados por los países occidentales y hostiles con Irán, atacaron brutalmente a los agentes de seguridad y causaron daños masivos a la propiedad pública y privada. Decenas de personas y personal de seguridad murieron en los disturbios.