China elimina “puntos de vista erróneos occidentales” de la educación jurídica

China ordenó una adhesión más estricta a los dictados del gobernante Partido Comunista y líder Xi Jinping en educación legal, exigiendo que las escuelas “se opongan y resistan los puntos de vista erróneos de Occidente” como el gobierno constitucional, la separación de poderes y la independencia judicial.

La orden fue fechada el domingo, una semana antes de que el parlamento ceremonial de China inicie su sesión anual y refuerza el protagonismo ideológico asumido por Xi, quien es nombrado nada menos que 25 veces en el documento. Xi, que ya es el líder más poderoso de China en décadas, recibió un tercer mandato de cinco años como líder del partido el año pasado y eliminó los límites de mandato de la presidencia, lo que le permite gobernar de por vida.

Se han emitido directivas similares en el pasado, y se alienta a los estudiantes a informar sobre profesores que hablan positivamente sobre los conceptos occidentales de gobierno.

A pesar de la interrelación de las economías china y global, Xi ha tratado de purgar los conceptos occidentales liberales del sistema educativo y ordenó que las religiones extranjeras se “sinicen” para poder operar en China. También ha intentado, con un éxito limitado, reorganizar la cultura popular a lo largo de líneas más conservadoras, llegando incluso a prohibir a los hombres “afeminados” de la emisora ​​estatal.

La profesión legal ha sido un objetivo particular, y en la madrugada del 9 de julio de 2015, tres años después del primer mandato de Xi como secretario general del partido, una serie de redadas en todo el país resultó en la detención de unos 300 abogados de derechos humanos y activistas asociados. Bajo una presión tan implacable, los abogados activistas se han visto intimidados para que guarden silencio, lo que ha impedido de manera efectiva el surgimiento de voces disidentes e intelectuales públicos independientes del partido.

Dichos enfoques están en línea con la política exterior más vigorosa de Xi que busca desafiar y posiblemente suplantar el orden internacional liderado por Estados Unidos que aboga por la democracia multipartidista, la sociedad civil y los derechos humanos.

La directiva de la Oficina General del partido dijo que los profesores y estudiantes de derecho y los trabajadores teóricos del derecho deben ser guiados para tener una “posición clara y tomar una postura firme frente a las cuestiones de principio y las cuestiones importantes del bien y el mal”. La Oficina General circula información dentro del partido de 96 millones de miembros, incluida la redacción de directivas y memorandos.

En una sección titulada “Adherirse a la dirección política correcta”, la directiva dice que los maestros y estudiantes deben “implementar integralmente la política de educación del partido, insistir en educar a las personas para el partido y el país, y enfocarse en cultivar constructores y sucesores de la causa de Estado socialista de derecho”.

“Opóngase y resista los puntos de vista erróneos de Occidente como ‘gobierno constitucional’, ‘separación de tres poderes’ e ‘independencia del poder judicial’, dice.

Si bien la constitución de China habla de boquilla de ideas como la libertad de expresión y la observación religiosa, antepone los intereses del partido a todo lo demás. Los intentos anteriores de promover incluso la democracia de base a nivel de las aldeas fracasaron ante el poder abrumador del partido y la voluntad de las autoridades de usar la fuerza y ​​la coerción para lograr los resultados deseados.

Aparte de una pequeña y asediada comunidad disidente, el público chino ha estado mayormente dispuesto a aceptar el control total del partido a cambio de mejoras constantes en la calidad de vida. Sin embargo, ese arreglo ha sido cuestionado en ocasiones, en medio de una economía que se está desacelerando drásticamente, una crisis en las finanzas del gobierno local y la aplicación estricta de las medidas de contención de COVID-19 que han provocado raras protestas públicas.

Las críticas a las políticas del partido y del gobierno son mucho más vivas en línea, a pesar de la censura y la amenaza de castigo para quienes las crean y las difunden.

La sesión anual de la Asamblea Popular Nacional, compuesta por 2.977 miembros cuidadosamente seleccionados, comienza el domingo con un informe anual sobre la labor del gobierno presentado por el primer ministro saliente, Li Keqiang.

El presidente del organismo también debe emitir un informe, que en los últimos años también contenía compromisos para evitar el gobierno político occidental, como la separación de poderes y un poder judicial independiente.