Cornejo señaló que los 1.023 millones de dólares de Portezuelo se “liberan” el año que viene

Los desembolsos de la Nación que van a parar a un fideicomiso finalizan en octubre del 2024. A partir de entonces Mendoza podrá evitar la obligación de destinar los fondos a Portezuelo “u otras obras hídricas”

La vieja pelea con Nación por la habilitación del uso de los 1.023 millones de dólares de Portezuelo del Viento para otro tipo de obras que no sean solo hídricas quedaría sin efecto el año que viene, cuando se cumpla con el último desembolso de los fondos con los que se conforma un fideicomiso que establece límites para la inversión de los mismos. Así lo analizó Alfredo Cornejo, que fue quien llegó a ese acuerdo cuando era gobernador de Mendoza.

El acuerdo para la Ejecución de la obra Aprovechamiento Hidrico multipropósito Portezuelo del Viento, que acordó en junio de 2019, finaliza el 28 de octubre de 2024, cuando la Nación realice el último desembolso de las letras del Tesoro. “Una vez entregadas a la Provincia las letras, se considerará que el Estado Nacional ha cumplido y que la Provincia nada tiene que reclamar”, dice la cláusula segunda del convenio. Y en ella, explica Cornejo, radica el porqué de la liberación de los fondos.

“En 2024 ya no tendrá vigencia el fideicomiso, pero hacer obras de agua seguirá siendo la prioridad”.

¿Para qué usará el próximo gobernador los 1.023 millones de dólares de Portezuelo del Viento?

Los desembolsos para Portezuelo del Viento que la Nación aún tiene pendientes
La obligación comprometida en el convenio que firmaron Cornejo y Macri en 2019 fue que la Nación debía realizar desembolsos trimestrales hasta el 28 de octubre de 2024. La última cuota, de 128.924.853 de dólares, Mendoza la recibió a fines de julio.

Las próximas serán de 111,8 millones de dólares el 28 de octubre de este año; de 30,9 millones de dólares el 28 de enero de 2024; de 7 millones de dólares el 28 de abril; también de 7 millones de dólares el 28 de julio y la último, de 350.479 dólares el 28 de octubre.

Esos fondos, según aquel convenio, se resguardarían en un fideicomiso para la ejecución de Portezuelo del Viento. Ese instrumento se creó en 2020 cuando Mendoza y Emesa acordaron que el dinero se destinaría para la represa “u otras obras hídricas”.

Con el último depósito, el convenio por el pago de amortización de las Letras Intransferibles del Tesoro, emitidas en fecha 16 de agosto de 2019, perderá su vigencia dado que ya no quedarán obligaciones pendientes entre las partes, es decir la Nación y la Provincia.

“El convenio no tiene más vigencia una vez que se terminan los desembolsos”, dijo Cornejo en radio Nihuil y es así.

Y con ello, dando por terminado el fideicomiso o modificando su objeto, los 1.023 millones de dólares podrían quedar a completa disposición de la Provincia ya no solo para la ejecución de Portezuelo o de otras obras hídricas, sino para lo que el próximo Gobierno de Mendoza decida.

“Los proyectos tienen que ser para cuidar el agua pero también para producir más alimentos, energía y bebidas. Y eso se puede hacer con los recursos bien aplicados y no despilfarrados. Puede venir un gobernador que se la gaste en una plaza”, dijo Cornejo ya en tono de campaña electoral prometiendo que él sí los invertiría en obras hídricas, además de en el Baqueano como ya dispuso Rodolfo Suarez.

¿El fin del acuerdo libera los fondos?
El convenio firmado por Cornejo tiene como objetivo el pago por parte de la Nación a Mendoza de los 1.023 millones de dólares en letras intransferibles, a depositar en cuotas hasta el 28 de octubre de 2024. Efectivamente, una vez que se pague la última, se pone fin al acuerdo y ya no quedará nada por reclamar entre las partes.

Por otro carril corre el contrato por el que se creó el fideicomiso el 15 de enero del 2020 y que se firmó con Emesa, no con el Gobierno nacional. En él la Provincia se comprometió en su artículo 2 a “administrar los fondos que permitan realizar pagos que demande la obra”. Y por obra se refirió exclusivamente a Portezuelo del Viento u otras obras hídricas en otro apartado.

Ese mismo contrato reza sobre la extinción del fideicomiso, que la misma se dará por “cumplimiento del objeto; extinción del patrimonio; revocación del fiduciante o renuncia del fiduciario”. Así, para que efectivamente se “liberen” los fondos, despues del último depósito que realice la Nación para la conformación del mismo, Mendoza debería extinguir el fideicomiso o modificar, en acuerdo con Emesa (empresa estatal provincial) su objeto.