Crisis migratoria en la frontera polaca: el proyecto de ley que permitiría el uso de armas genera preocupaciones sobre derechos

Los legisladores polacos votarán el viernes un proyecto de ley que facilita a los servicios de seguridad el uso de armas contra los inmigrantes en la frontera con Bielorrusia, una legislación que cuenta con apoyo público pero que los críticos dicen que infringe los derechos humanos.
El debate enfrenta al gobierno pro-Unión Europea de Donald Tusk contra activistas que esperaban que rechazara el enfoque nacionalista de la administración anterior ante la crisis en la frontera oriental del bloque.

Polonia se enfrenta a una especie de guerra híbrida en la frontera desde 2021, cuando un gran número de migrantes empezaron a intentar cruzar ilegalmente.
Tanto Varsovia como la UE afirman que Bielorrusia y su aliado Rusia han estado orquestando la crisis al traer inmigrantes desde Medio Oriente y África, algo que Minsk y Moscú niegan.
La situación tomó un giro trágico en junio, cuando un soldado polaco de 21 años murió tras ser apuñalado a través de la valla fronteriza, lo que provocó una ola de dolor y rabia.

Muchos polacos también se indignaron cuando se supo que unos soldados que habían disparado tiros de advertencia en la frontera habían sido detenidos y llevados esposados, un incidente que le costó el puesto a un fiscal.
El proyecto de ley permitiría explícitamente a los servicios de seguridad utilizar la fuerza, incluidas armas de fuego, en la frontera en ciertas situaciones de emergencia.
El ministro del Interior, Tomasz Siemoniak, dijo que esto enviaría “una clara señal de apoyo a la gente uniformada que lucha contra la agresión en la frontera”.

APOYO PUBLICO
Una encuesta de IBRiS para el diario Rzeczpospolita indicó que el 85,7% de los polacos piensa que los soldados deberían poder usar armas para repeler a los inmigrantes que usan la fuerza.
Sin embargo, los activistas están consternados.
“Creo que el gobierno… siguió el ejemplo de sus predecesores porque le resultó conveniente”, dijo Marcin Wolny, abogado de la Fundación Helsinki para los Derechos Humanos.
Los defensores de los derechos humanos dicen que el proyecto de ley puede impedir un escrutinio adecuado de los incidentes.

El gobierno rechaza tales argumentos y el ministro de Defensa, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, ha declarado que los inmigrantes no son refugiados que buscan asilo, sino “hordas de bandidos que… intentan atacar o atacan a los soldados polacos”.
Para Natalia Ciaston, de la ONG Estamos Monitoreando, esa retórica pinta una imagen engañosa.
“La narrativa de que estos son criminales peligrosos… probablemente se basa en unos pocos casos individuales, como el ataque a un soldado, que por supuesto debe ser condenado, pero no debe proyectarse sobre el resto”, dijo.