Cuba sostiene con las armas a Nicolás Maduro en el poder en Venezuela

 Cuba sostiene con las armas a Nicolás Maduro en el poder en Venezuela

La relación “depredadora” que Cuba que inició en 1999 sigue con Nicolás Maduro a quien sostiene con el control de las FAN, señala libro La Invasión Consentida.

La tarea de La Habana es mantener a Nicolás Maduro en el poder, como lo hizo con Hugo Chávez hasta su muerte, por lo que el régimen siguió garantizándole a Cuba el envío de 55.000 barriles diarios que suponen más de 602 millones de dólares en 2020, en una relación simbiótica, según el libro La Invasión Consentida.

Diego Maldonado, pseudónimo del autor de la obra que publicó Penguin Random House Grupo Editorial, en 2020, hace los cálculos al precio promedio de 30 dólares para la época, que equivaldrían en la actualidad a más de 726 millones de dólares, y sobre esa relación “depredadora” desventajosa para Venezuela, despliega en casi 400 páginas la toma invasiva del país por parte de Cuba.

Desde el intento de Fidel Castro de ponerle las manos a los recursos de Venezuela en 1959 hasta la permitida injerencia de este dictador durante el régimen de Chávez, Maldonado cita ejemplos de invasión consentida con la entrada del chavismo en el país.

“Venezuela pasó a ser el primer empleador de cubanos en el exterior. Un “ejército” de más de 220 mil trabajadores al que Cuba incluye bajo el rótulo de “exportación de servicios profesionales”. Pero lo grave son los términos de la contratación. El sobreprecio y la explotación son la marca de fábrica de los acuerdos confidenciales”

“Cuba cobra hasta 13 mil dólares mensuales por un médico. Pero le paga al profesional un máximo de 300 dólares. Se embolsilla el sobrante. De esos 300, el médico solo podrá disponer de 50 dólares. El resto queda depositado en una cuenta en Cuba, de la que sus familiares pueden disponer parcialmente. “La ganancia supera los 150 mil dólares por cabeza anuales”, señala Maldonado”, según la reseña del libro en el portal de La Gran Aldea.

Invasión de Cuba, desvalijamiento de Venezuela
Maldonado en su obra hurgó las páginas del Granma, periódico oficial del Partido Comunista, revisó estadísticas oficiales de la Isla, entrevistó a cubanos en Caracas o a quienes huyeron a Miami, habló con periodistas venezolanos, revisó convenios “leoninos” que Venezuela suscribió con con Cuba, “leoninos para Venezuela, lucrativos para Cuba”, para poner al descubierto el desvalijamiento del que ha sido objeto Venezuela en un plan armado desde la isla desde 1999, indica la reseña.

En ese año, cuando Chávez asumió el poder, el intercambio comercial con Cuba, desde petróleo hasta servicios profesionales, fue de 912 millones de dólares; pero para 2010 el ascenso fue de 13 mil millones de dólares, según cálculos del economista Carmelo Mesa-Lago, profesor emérito de la Universidad de Pittsburgh, citado por el autor.

El monto girado por Chávez a La Habana en 2010 representó más del 42% de las reservas internacionales de Venezuela que cerraron en 30 mil millones de dólares, ese año.

Con la presencia de médicos cubanos en Venezuela (a través del Convenio Cuba-Venezuela) en forma de ayuda humanitaria “Castro mete las manos en el bolsillo de Chávez, el reboa la billetera y encima le hace creer que está haciendo una obra de caridad”, mientras Chávez caía presa de la fascinación por el dictador de la isla, se refiere.

Pero el comandante cubano Ramiro Valdés fue uno de los principales operadores de la invasión castrista en Venezuela, según Maldonado.

Valdes, a quien el autor describe como “oficial pequeño y delgado que lleva el uniforme de gala marrón con botones dorados del ejército cubano”en el acto de los 50 años de la revolución que Chávez celebró en el Panteón Nacional, fue el encargado de concretar acuerdos que, semanas antes, Raúl Castro cerró con el régimen chavista en el país por más de 2 mil millones de dólares.

En este marco, Cuba sería copropietaria de una empresa cuya misión sería “diseñar y manejar los programas informáticos de la industria petrolera venezolana”, apunta el escritor. “El país que patentó la Orimulsión y que producía más de 3 millones de barriles de petróleo al día cuando Chávez ascendió al poder, ese paupérrimo país, debía ser guiado por un régimen que tiene a la isla en ruinas. Castro es Gulliver y Venezuela una tierra de pigmeos”, destaca la reseña.

Lo más destacable para Maldonado es que Chávez convierte a Cuba en exportadora de petróleo. “Para 2014, y según declaraciones del ministro de Planificación y Economía de Cuba, Marino Murillo, la Isla obtuvo 765 millones de dólares por la reventa de petróleo venezolano. “Recordemos que el Gobierno comenzó enviando 53 mil barriles diarios a Cuba (Acuerdo Energético del año 2000), posteriormente aumentó el envío a 92 mil y luego lo incrementó a 115 mil. Así que se entiende cómo pasó el país productor de azúcar a figurar en los mercados internacionales de los hidrocarburos a expensas de su “satélite”, señala el texto.

A esto se sumó la entrega de la radiografía del sistema eléctrico nacional y las reservas minerales de Venezuela, además del manejo de registros y notarías; del sistema de identificación (cédulas y pasaportes); del software de la administración pública y de las redes de fibra óptica; de la selecta Rampa 4 del Aeropuerto de Maiquetía, entre otras infraestructuras estratégicas.

Maldonado añade también el manejo del aparato de inteligencia, de la represión, y recuerda que las FAES recibieron entrenamiento de las llamadas “Avispas Negras”, el cuerpo élite de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba), y de las FANB.

Sn embargo, los cubanos no permiten ninguna intromisión en sus asuntos internos, refiere el autor.

Maduro en el poder a cambio de control cubano de las FAN
La relación “depredadora” de Cuba con Venezuela ha seguido con Maduro, al costo que sea, afirma Maldonado. Caracas depende de la patente cubana (represión y control de las Fuerzas Armadas) para sostenerse a flote”, según la reseña.

Después de establecer una comparación entre lo que significó para la URSS cortar el subsidio a Cuba y lo que significa para el régimen venezolano que desde el 2012 (Maduro ya encargado del poder por la ausencia de Chávez) bajó a 19% en 2017, Maldonado resalta que “el soporte del régimen son las armas”.

Maldonado refiere dos testimonios clave. “Uno, el que brindó el ex director del Sebin Manuel Cristopher Figuera al The Washington Post , al quen declaró que Raúl Castro asesora directamente a Maduro. Y el otro, el del mayor general Alexis López Ramírez, quien se desempeñaba como secretario del Consejo de Defensa Nacional (Codena) cuando renunció al cargo debido a que el régimen convocó en en agosto de 2017 una Asamblea Constituyente inconstitucional, que presidió Delcy Rodríguez y en 2018 Diosdado Cabello.

El escritor señala que López Ramírez, que había sido comandante general del Ejército (2013-2014), llegó a afirmar que “los cubanos hacen el trabajo de los estados mayores (de las Fuerzas Armadas)”. Y también advirtió: “Consciente del riesgo que corro, debo decir lo siguiente: Demasiadas evidencias de torturas y malos tratos al personal militar detenido en la Dgcim (Dirección General de Contrainteligencia Militar). Sin duda que esas prácticas las trajo de vuelta la asesoría cubana” según el texto.

En enero de 2020, Maduro propuso públicamente que el embajador de la Isla formara parte del Consejo de Ministros, lo que para Maldonado confirma la frase de Chávez, obsesionado por el poder, el 16 de octubre de 2007: “Cuba y Venezuela pudiéramos conformar, en un futuro próximo, una confederación, dos repúblicas en una, dos países en uno”, cosa que Chávez quiso cristalizar con un decreto-ley.

Maldonado explica por qué Venezuela se convertiría en un satélite voluntario de Cuba: “Lo que para la oposición es un sometimiento inaceptable, para Hugo Chávez es, en cambio, la mejor alianza, una que lo fortalece y le garantiza ganancias políticas. Pocas veces en la historia la afinidad entre dos líderes ha coincidido en el plano político y en el personal de manera tan profunda (…) Gracias a Castro -un espejo en el que le gusta reflejarse-, el presidente venezolano aprende lecciones invalorables para neutralizar a sus enemigos, perpetuarse en el poder y mantener el control social. ‘Fidel es para mí un padre, un compañero, un maestro de estrategia perfecta’, señaló en 2005. Es un ejemplar de su misma especie: Audaz y carismático, narcisista y autoritario, amante de la confrontación y los discursos interminables, mediático y machista. Chávez podía pasar en cuestión de segundos de la arrogancia a la humildad, y de la falsa modestia -‘Yo soy un humilde soldado’- al mesianismo -‘Yo no soy yo. Yo soy el pueblo”.

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