De Marchi, furioso como Orlando contra los moros, lanzó la Cruzada heavy contra el infiel Cornejo
Ni Macri ni Larreta lograron convencer a Omar De Marchi de que su decisión rupturista es “una pésima señal” para la estrategia nacional de Juntos por el Cambio.
Partió. Omar De Marchi terminó de dar el portazo en Cambia Mendoza y se postulará a gobernador por fuera de esa coalición. Al mismo tiempo el macrismo analiza intervenir el PRO de esta provincia donde el lujanino hacía y deshacía. ¿Podría haber habido otra resolución después de que durante varios meses De Marchi desparramó críticas corrosivas sobre sus entonces socios de la UCR?
Las llamas que casi a diario salían de su boca estaban destinadas en particular a Alfredo Cornejo y al gobernador Rodolfo Suarez. A Cornejo lo acusó de soberbio y de hacer política al estilo kirchnerista. Y a Suarez de ser un político encriptado y gris que había estancado a la Provincia.
Dijo, por ejemplo, que el 2022 había sido el peor año -de los últimos 40- en materia de construcción de viviendas en Mendoza. También aseguró que los peronistas Celso Jaque y Paco Pérez habían construído muchísimas más escuelas que Cornejo y Suarez. Tan es así que los propios peronistas de Mendoza se cuestionaban por no haber tenido esa capacidad de fuego contra “el Petiso maldito”, como le llaman.
Al lujanino, actual diputado nacional, le prohibieron ahora usar el sello del PRO en cualquier aventura personal al tiempo que estarían saliendo “los tanques” para sitiar la filial mendocina, que en los papeles estaba a cargo de Alvaro Martínez, pero donde todo lo aprobaba o rechazaba De Marchi.
Omar de Marchi ha criticado casi a diario a Alfredo Cornejo y al gobernador Rodolfo Suarez.
Ni Macri ni Larreta lograron convencerlo de que desistiera de romper Cambia Mendoza bajo el argumento de que era una pésima señal para la estrategia nacional de Juntos por el Cambio (JxC).
La desatada rebeldía “del Omar” ya había abierto un cisma en el propio PRO local. Un activo grupo “antidemarchista” había decidido seguir dentro de Cambia Mendoza y, llamativamente, acusaba a De Marchi de las mismas cosas que éste denostaba a Cornejo: de soberbio y tirano.
Ahora ese hombre que se formó en el Partido Demócrata y que luego se mudó al macrismo, ese mismo político que en más de una ocasión despertó las iras de Cristina Kirchner en el Congreso por sus afiladas críticas al kirchnerismo, tiene el camino liberado para lanzarse a su aventura furiosa, como Orlando, aquel personaje de la épica cristiana que combatió a los moros en Europa.
Uno de los versos de “Orlando Furioso”, escrito por Ludovico Ariosto, dice así: “Diré de Orlando en este mismo trino / cosa no dicha nunca en prosa o rima / pues loco y en furor de amor devino / hombre que antes gozó por sabio, estima”.
Es misterioso lo que va a pasar. De Marchi está jugado, obsesionado. Ni Macri ni Larreta pudieron doblegarlo. ¿Romperá también con ellos? Los balcones para mirar cómo nace el supuesto nuevo partido demarchista ya están todos alquilados.
¿Con quién se rodeará De Marchi? ¿Con gansos? ¿Con peronistas no kirchneristas y municipalistas? ¿Con los de Unión Popular que mezclan territorio, antiminería y massismo? ¿Con los desencantados de los partidos tradicionales? ¿Con los de Mendoexit? ¿Le tirará onda a los libertarios de Milei?
Aquella sonrisa caustica que a los peronistas les provocaba De Marchi criticando a Cornejo, se está poco a poco transmutando en una mueca de ladina sorpresa. Han empezado a sospechar que esta novedad puede terminar afectando aún más al deshilachado sello del PJ provincial.