Deslizamiento de tierra en Ecuador deja al menos 7 muertos, decenas de desaparecidos

Un gran deslizamiento de tierra arrasó una comunidad andina en el centro de Ecuador, sepultó decenas de casas, mató al menos a siete personas y envió a los rescatistas a una búsqueda frenética de sobrevivientes, dijeron las autoridades el lunes.

Horas antes, las autoridades habían informado de 16 muertes, pero el presidente Guillermo Lasso fijó la cifra confirmada en siete cuando llegó el lunes por la noche al lugar del desastre en Alausí, a unas 137 millas al sur de la capital, Quito. Las autoridades también elevaron el número de personas reportadas como desaparecidas a 62.

Lasso lamentó la tragedia y prometió a los habitantes del pueblo que “seguiremos trabajando” en la búsqueda.

La Secretaría de Gestión de Riesgos de Ecuador dijo que más de 30 personas fueron rescatadas después de que la ladera de la montaña se derrumbara alrededor de las 22:00 horas del domingo. Dijo que 23 personas resultaron heridas.

“Mi madre está enterrada” bajo el lodo, dijo Luis Ángel González, de 58 años, quien también perdió a otros familiares el domingo. “Estoy muy triste, devastada. Aquí no hay nada, ni casas, ni nada. Estamos sin hogar (y) sin familia”.

La agencia de gestión de riesgos estimó que 500 personas y 163 viviendas resultaron afectadas por el desastre, que también destruyó una parte de la Carretera Panamericana.

El gobernador de Chimborazo, Iván Vinueza, dijo a The Associated Press que algunos de los heridos fueron trasladados a hospitales de la zona. Dijo que los funcionarios habían instado a la gente a evacuar el área después de que los deslizamientos de tierra y las grietas comenzaron a desarrollarse hace unos dos meses. Algunos siguieron el consejo y el sábado, cuando los temblores se intensificaron, otros huyeron.

Los residentes del área dijeron a los medios locales que escucharon temblores en la montaña antes del deslizamiento de tierra, que se estimó en unos 150 metros (490 pies) de ancho y casi media milla (700 metros) de largo. Barrió árboles, casas y otros edificios. Más de cincuenta casas quedaron enterradas bajo toneladas de lodo de escombros.

La agencia de respuesta a emergencias dijo que el 60% del servicio de agua potable en el área se vio afectado por el deslizamiento de tierra. La oficina de comunicación de la oficina presidencial dijo que algunas escuelas cambiarían a clases en línea.

Bomberos de media docena de ciudades fueron enviados al área para ayudar. Los rescatistas se concentraron en los costados del deslizamiento de tierra donde encontraron rastros y escombros de casas.

El rescatista y paramédico Alberto Escobar dijo que era poco probable que se encontraran más sobrevivientes debido al tiempo transcurrido.

Dijo que la búsqueda continuaría mientras no lloviera.

El video de las cámaras conectadas a la red de servicios de emergencia del país mostró a las personas que huían de sus hogares con la ayuda de los vecinos. También mostró personas transportando electrodomésticos y otras pertenencias en vehículos.

Los sobrevivientes, muchos alojados en refugios temporales, lloraron por su desgracia.

Entre ellos se encontraba la familia Zuña, quienes se hospedaban en la Iglesia Matriz de Alausí, donde días atrás se adecuaron con literas salas para catequesis o reuniones parroquiales luego de que autoridades declararan emergencia en la zona por riesgo de derrumbes.

Sonia Guadalupe Zuña dijo que su madre se resistía a dejar lo que habían construido a lo largo de los años.

“Fuimos al albergue, pero mi mamá no quería”, dijo Zuña. “Después, mi hija fue a convencerla. Cuando caminaron por los rieles, todo se derrumbó. Llegaron cubiertos de tierra y llorando”.

Excepto por la ropa que tenían puesta, la familia de Zuña lo perdió todo.

“No sé a dónde, pero nos vamos todos”, dijo llorando. “Mis padres nos enseñaron que trabajando duro se obtienen cosas materiales, pero estar juntos no tiene precio”.