Día Internacional contra la Corrupción: Milei hace agua mientras Argentina se ahoga
Hace 1 año, Milei prometía combatir la corrupción. Hoy, los escándalos de sus funcionarios y sus pocos avances ponen en duda su compromiso con la transparencia.
Este 9 de diciembre se conmemora el Día Internacional contra la Corrupción, una jornada proclamada por la ONU en 2003 para promover la lucha global contra este flagelo. Además de erosionar la confianza pública en las instituciones, la corrupción también afecta gravemente el desarrollo económico y social de las naciones.
En Argentina, la corrupción sigue vigente desde hace décadas, llena de casos emblemáticos que afectaron a la política, la economía y la vida social. Hoy, en un contexto político renovado bajo el mandato de Javier Milei, el país enfrenta el desafío de avanzar hacia una mayor transparencia mientras lidia con las acusaciones que salpican a los funcionarios de su nueva administración.
¿Por qué existe el Día Internacional contra la Corrupción?
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó este día después de que se adoptara la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (CNUCC) en 2003. Este tratado, al que adhirieron más de 180 países, aborda un enfoque integral que incluye la prevención, penalización y recuperación de activos, con su objetivo principal siendo frenar la corrupción, considerada una amenaza al desarrollo sostenible, la estabilidad política y la equidad social.
Según datos de la ONU, anualmente se pierden aproximadamente 2.6 billones de dólares debido a las prácticas corruptas (en las que reinan los sobornos como la más común), lo que equivale al 5% del Producto Interno Bruto (PIB) del mundo. Además, se estima que la corrupción drena hasta el 25% de los presupuestos nacionales destinados a obras públicas, con lo cual las desigualdades se perpetúan y el progreso se obstaculiza.
Un recorrido histórico por la corrupción en Argentina
La corrupción es un elemento constante de la política argentina, y sus episodios más emblemáticos vienen desde el siglo XIX hasta la actualidad. Uno de los más destacados ocurrió en 1890 bajo la presidencia del concuñado de Julio A. Roca, Miguel Juárez Celman, y la Revolución del Parque, un levantamiento liderado por la Unión Cívica que lo obligó a renunciar, motivado por denuncias de corrupción y la crisis económica que minó su gobierno.
Juárez Celman renunció como presidente entre denuncias por corrupción y el levantamiento armado conocido como la Revolución del Parque.
Tampoco podemos olvidarnos de la Década Infame (1930-1943), uno de los períodos más oscuros de la historia política del país, marcados por el fraude electoral, el manejo discrecional de fondos públicos y negociados, los cuales afianzaron la percepción de un Estado capturado por los intereses privados y foráneos. Y la dictadura militar de 1976 a 1983 tampoco escapa: además de las violaciones a los derechos humanos, el gobierno de facto de Videla fue acusado de corrupción en megaproyectos como la construcción de represas y autopistas. Desde el retorno de la democracia en 1983, varios escándalos de corrupción salpicaron a sucesivos gobiernos, como el caso emblemático de IBM-Banco Nación (gobierno de Carlos Menem), en el que se descubrieron coimas millonarias por un contrato de modernización informática en dicho banco. Y el que más resonó en el último tiempo, y uno de los más representativos de la corrupción kirchnerista, fue el de los Cuadernos de las Coimas que involucró a figuras clave del gobierno como la presidenta de ese entonces, Cristina Fernández de Kirchner, el ministro Julio De Vido, el secretario Roberto Baratta y varios otros, además de empresarios importantes de la construcción, relacionado con coimas en la obra pública.
En el último tiempo, el mayor escándalo de corrupción desde el regreso de la democracia fue el conocido como la Causa de los Cuadernos, que involucró tanto a funcionarios del gobierno kirchnerista como a empresarios de la construcción.
Javier Milei, lucha contra la casta: ¿Y ‘su’ casta?
Javier Milei asumió la presidencia de Argentina hace un año prometiendo transformar profundamente el país, con énfasis en la lucha contra la corrupción y la reducción del Estado. Sin embargo, su gestión también quedó marcada por una serie de escándalos y denuncias que hacen dudar de su compromiso con la transparencia y la ética pública.
Caso Thierry Decoud: Thierry Decoud, funcionario de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT), fue acusado de exigir coimas para otorgar contratos relacionados con la venta de carbón. Fue un caso que provocó enorme repudio tanto por la gravedad del delito como porque contradice la narrativa anticorrupción del gobierno.
Pettovello y la causa de los alimentos: Cuando se supo que el Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, retenía alimentos destinados a comedores comunitarios, por no mencionar algunas denuncias sobre pagos irregulares a varios funcionarios, las alarmas se dispararon. Estas acusaciones llevaron a audiencias públicas y a investigaciones preliminares en el Congreso, además de una serie despidos dentro de la institución y a la repartición obligada de dichos alimentos.
❗️Pettovello tendrá que entregar los alimentos
🗣️"Este año sin recibir comida ha sido durísimo", detalló la referenta del espacio Color Esperanza de Villa Caraza, Alejandra Ramos, en #HabraConsecuencias
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Conflictos de interés:
Andrés de la Cruz: Su rol en el litigio YPF-Repsol levantó sospechas dado su vínculo pasado con la familia Eskenazi (quienes compraron parte significativa de YPF durante la gestión kirchnerista) y su caso está bajo la lupa básicamente para determinar su imparcialidad en este juicio.
Florencia Misrahi: Uno de los más recientes, la anterior titular de la actual ARCA (ex AFIP) fue señalada por estar relacionada con empresas que podrían beneficiarse de decisiones fiscales, dado que en el pasado trabajó en el sector privado en empresas como la cerealera Cargill, y se temen posibles actos de favoritismo.
Venta de tierras públicas: Denuncias sobre irregularidades en la privatización de tierras fiscales pusieron en el centro del debate al propio Milei, dado que las investigaciones apuntan a posibles beneficiarios vinculados a funcionarios cercanos al presidente actual. Aunque, por su parte, el gobierno defiende estas políticas como necesarias para reducir el déficit fiscal.
Según una de las últimas encuestas de Giacobbe y Asociados, más del 70% de los argentinos considera que el gobierno no cumplió con castigar a los funcionarios corruptos.
Por si faltara más, algunas encuestas, como la más reciente de Giacobbe y Asociados, indican que más del 70% de los argentinos creen que el gobierno no implementó medidas efectivas para combatir a los funcionarios corruptos, un sentimiento que contrasta con las expectativas que generó durante la campaña presidencial. Además, la persistencia de casos de corrupción en los primeros meses de gobierno refuerza todavía más la desconfianza hacia las instituciones públicas.
Cómo se ubica Argentina al lado de otros países
Año a año, la ONG Transparencia Internacional califica a 180 países y los puntúa del 0 al 100 en base a cómo manejaron los fondos estatales y otras temáticas. En su último informe, elaborado con Poder Ciudadano, Argentina se ubicó en el puesto 98 de 180 países, con una puntuación de 37, bastante por debajo de la media mundial de 43, y menos todavía al lado de años anteriores (donde su pico más alto fue en 2019 con 45 puntos y su piso más bajo fue en 2015 con 32). De esta manera, el país quedó a la misma altura que Albania, Bielorrusia, Etiopía, Gambia y Zambia, en ese orden, todos con 37 puntos en total.
Según el último informe de Transparencia Internacional, Argentina ocupa el puesto 98 de los 180 más transparentes del mundo. Comparado con otros años, el país viene en picada desde 2019, cuando alcanzó su pico máximo.
El mismo índice lo lideran como los menos corruptos países como Dinamarca (con 90 puntos), Finlandia (87), Nueva Zelanda (85), Noruega (84), Singapur (83) y Suecia (82). Por el contrario, Somalia (11), Venezuela (13), Siria (13), Sudán del Sur (13) y Yemen (15) se encuentran entre los países peor clasificados. ¿Cómo hace Argentina para combatir este flagelo? Cuenta con organismos clave como la Auditoría General de la Nación (AGN), encargada de supervisar el manejo de los fondos públicos; la Oficina Anticorrupción (OA) cuya efectividad es bastante cuestionada; además de leyes como la Ley de Ética Pública, la Ley de Acceso a la Información Pública y el Código Penal. No obstante, los expertos coinciden en que el principal desafío es garantizar la independencia de los organismos de control y del Poder Judicial para evitar que haya interferencias políticas.
Dinamarca volvió a liderar el ranking como el país más transparente del mundo, un puesto que ocupa desde 2018. Le siguen otros países como Finlandia, Noruega y Nueva Zelanda.
Este Día Internacional contra la Corrupción, reflexionemos sobre los costos de este fenómeno en términos sociales, políticos y económicos. En Argentina, un país con un pasado repleto de escándalos y una gestión actual que promete transparencia mientras se le cuestiona la suya, recordemos que la construcción de una cultura más justa y transparente sólo es posible con la colaboración entre el gobierno, las instituciones, el sector privado y la ciudadanía.