Díaz-Canel, Maduro y Ortega se preparan para “tomar las armas” mientras sus pueblos huyen de las dictaduras
Augusto considera que “Maduro y compañía están asesorados por los inventores de la dictadura más longeva del continente”.
En Guanabacoa, al sureste de La Habana, reside el venezolano Dennis junto a su novia cubana y Ramsés, un amigo pakistaní con su esposa, también cubana. Conviven en una casona de puntal alto en un suburbio de calles destrozadas y enormes basureros.
Dennis y el pakistaní estudian medicina en Cuba. Hacen sus prácticas en un hospital habanero y para sobrevivir en las duras condiciones del ‘socialismo verde olivo’ venden ropas, bisuterías y celulares chinos.
“Como Ramsés recibe una mesada mensual en dólares, en nuestro tiempo libre nos dedicamos a la compra y venta de divisas. Su familia y la mía nos envían pacotillas que luego revendemos. Antes el gobierno venezolano daba una ayuda en dólares a los estudiantes, pero hace años tenemos que valernos por nosotros mismos”, dice Dennis.
El venezolano y el pakistaní aprovecharon los bajos precios de las propiedades en la capital y compraron una casa en 6 mil dólares que han ido reparando. “La intención es venderla antes de marcharnos, si es posible, al doble o el triple de su valor original. Va ser difícil, el precio de las viviendas está en el piso. La gente no tiene dinero. Y cuando tienen, lo gastan en comprar comida”, aclara Dennis.
Dennis estaba ilusionado. Había puesto sus esperanzas en las elecciones del 28 de julio en Venezuela. “Mi familia era chavista, pero votaron por Edmundo González, el hombre de María Corina Machado. A Maduro no lo quieren los venezolanos. Todos los años viajo de vacaciones y ni en los cerros de Caracas, otrora principal bastión del chavismo, apoyan a Maduro. La corrupción es igual o peor que en Cuba. Como hay petróleo, los gobernantes se roban miles de millones de dólares. Sus parientes viven como pachás en Europa o tapaditos en Estados Unidos donde adquieren propiedades, negocios y fincas con caballos”.
“Maduro volvió a mentir a la comunidad internacional. Para ganar tiempo y evitar las sanciones estadounidenses, celebró elecciones y después, descaradamente, adulteró los resultados. El chavismo pasó de un movimiento político y social con muchos seguidores en Venezuela a un grupo de forajidos y mafiosos que apoyados por Cuba ha implantado una dictadura”.
El plan del venezolano, su amigo pakistaní y las dos cubanas es emigrar. “La idea era llegar a Miami. Pero queríamos graduarnos antes. Con la llegada de Trump esa opción se complica. Entonces intentaríamos irnos a cualquier país latinoamericano. No creo sea muy difícil conseguir trabajo con un título de médico en el bolsillo. De Venezuela ya se han ido más de siete millones de personas. Ahora con el fraude de Maduro es probable que se vayan dos o tres millones más. El país se ha vaciado y debido a la represión impera el miedo. La gente no quiere hablar de política. Maduro le ha robado la alegría al pueblo venezolano”.
Augusto, ingeniero, considera que la “prolongación en el poder del dictador Maduro es una buena noticia para el castrismo. Yo tenía la esperanza que el chavismo se fuera ya del aire. Y que por efecto dominó cayeran los regímenes totalitarios de Nicaragua y Cuba. Pero Maduro y compañía están asesorados por los inventores de la dictadura más longeva del continente”.
En su opinión, Raúl Castro, Díaz-Canel y los militares de GAESA no van a dejar caer a Maduro porque “es el tipo del dinero, el que puede generar miles de millones de dólares con la exportación del petróleo y el oro. Venezuela, además, cuenta con el apoyo de Rusia, China y Turquía. Los dictadores se ayudan unos a otros”.
Disleny, estudiante de ciencias políticas, reconoce que con el nuevo mandato de Maduro, “el gobierno cubano compra tiempo. Es una bocanada de aire fresco. Aprovechando la debilidad de la administración Biden, a quien Maduro engañó con la promesa de elecciones democráticas y como le habían levantado las sanciones a PDVSA, exportó millones de barriles de petróleo y guardó una reserva de divisas para cuando llegue Trump a la Casa Blanca, por si le imponen nuevas sanciones”.
Pero Disleny tiene sus dudas, “tal vez Trump y Marco Rubio sean más fuertes con el régimen de Cuba que con el de Venezuela. Me llamó la atención que ningún alto funcionario de la próxima administración republicana, no condenó con fuerza el fraude electoral ni recibió a Edmundo González. No me extrañaría que negocien un trato con el chavismo para que reciban a los miles de venezolanos que piensan deportar a cambio de no imponer sanciones. A fin de cuentas, cada país prioriza su seguridad nacional. El apoyo internacional de Estados Unidos y la UE es pura retórica. Son los pueblos los que tienen que tumbar a las dictaduras”, concluye Disleny.
María Corina Machado tiene muchos simpatizantes en Cuba. Su estrategia política, en medio de la censura y la feroz represión, fue admirable. Logró captar el voto de todos los sectores en Venezuela. Demostró al mundo el fraude masivo del chavismo.
Pero las dictaduras de izquierdas son un cáncer difícil de extirpar. Y el ex conductor de autobuses de Caracas reaccionó con amenazas y un relato pendenciero. Tras juramentarse como presidente ilegitimo, Maduro aseguró en su discurso que se prepara junto a Cuba y Nicaragua para “tomar las armas y dar la batalla”. Un mensaje de ida y vuelta a sus opositores: si quieren el poder, tienen que quitárselo a tiros.
Yoel, taxista privado, reconoce que a pesar de que “María Corina es una papayúa y millones de venezolanos se tiran pa´la calle a reclamar sus derechos, una dictadura armada hasta los dientes es muy difícil tumbarla con protestas pacíficas. La ONU debería intervenir militarmente en los países dictatoriales. El mundo ha cambiado. Las condenas internacionales son solo sanciones y los dictadores se ríen de ellas”.
Para Gerald, profesor de historia, “las dictaduras de Cuba y Nicaragua salen reforzada con el nuevo mandato de Maduro. La prensa oficial resalta la nueva alianza y vende el fraude de Maduro como una gesta heroica. Es una vergüenza que solo Díaz-Canel y Daniel Ortega estuvieron en la toma de posesión”.
El profesor reconoce que Venezuela, al ser la financista, es fundamental en el sostén de ambas dictaduras. “Pero en el caso cubano no creo eso ayude mucho. La crisis económica y la inflación han debilitado al régimen, con un sistema disfuncional. Ni Maduro, Rusia o China pueden revertir el desastre. El cambio en Cuba es cuestión de tiempo”.