Disminuir los precios en la canasta familiar, otra forma de atacar la inflación en Colombia

 Disminuir los precios en la canasta familiar, otra forma de atacar la inflación en Colombia

Algunas cadenas de grandes superficies bajaron el valor de alimentos como la leche, los granos, los huevos, entre otros. Sputnik habló con expertos para entender cuáles son las verdaderas razones de estas medidas que benefician a los colombianos.
A mediados de mayo, algunas cadenas de supermercados anunciaron que iban a bajar los precios de algunos alimentos de la canasta familiar para alivianar un poco el bolsillo de los colombianos y luego de conocerse que la inflación había llegado 13,34% en los últimos 12 meses, alrededor de cinco puntos más que en el mismo corte de 2022.
Éxito, Olímpica, Ara (cadena portuguesa), Colsubsidio y Makro, grandes superficies colombianas, redujeron los valores de productos como la leche, el aceite, los huevos, el frijol, las lentejas y los garbanzos, por mencionar algunos, al punto de tener promociones de hasta el 50%. Esta noticia, en principio, fue vista como una acción altruista y colaborativa para solventar un poco la crisis que vive el país.

Igualmente, se habló de que con estos grandes descuentos habría una mayor demanda frente a una época en la que la oferta de frutas, verduras y granos aumenta por cosecha. Sobre todo, aumentaría el acceso para los colombianos de clase baja y media, quienes sí sentirían un verdadero alivio en su bolsillo.
“Estos cambios inflacionarios siempre afectan a los estratos bajos de la sociedad. Son ellos los que se dan cuenta si ahora les alcanza para tres bolsas de leche y no para una y media. Sin embargo, siento que esta medida se podrá mantener al corto plazo y habrá que buscar alternativas para que la misma dinámica de la economía sea la que disminuya los costos de los alimentos y no una acción de un privado”, analizó ante Sputnik Óscar Céspedes, experto en marketing y comercio minorista y docente universitario.
Para Céspedes esta medida va de la mano con la ya tomada por algunos almacenes de cadena que han optado por desarrollar sus marcas propias en ciertos productos de la canasta básica para llegar a un target diferente y permitir un acceso muy amplio. Claro está que el margen de ganancia disminuye un poco, pero no tanto para prender las alarmas.

“Es un trabajo conjunto entre proveedores, transportadores, distribuidores y todos los que hacen parte de la cadena de producción. Así es que se permiten estas ofertas luego de un determinado análisis de mercado. Porque, si bien es un buen gesto, pues, siempre hay ganancia”.
Sin embargo, apenas se produjo la rebaja de precios, hubo voces que aseguraron que más allá de ser una medida honesta las grandes cadenas estaban reduciendo la ganancia del pequeño productor con el que tienen acuerdos para así mantener sus utilidades, es decir, pagarle menos a otro eslabón de la cadena, bajar los precios, pero mantener el rendimiento.
“Hay cláusulas que uno no conoce entre las partes, algunas unilaterales, entonces queda la pregunta de si en verdad están preocupados por la inflación o solo le compran la papa más barata al campesino y ellos siguen ganando lo mismo”, apunta Erik Ospina, economista de la Universidad Externado, en diálogo con Sputnik.
En cuanto a lo anterior, Céspedes agrega que no es sencillo saber esas cosas porque las políticas internas son casi que secretas. “Pero hay que hacer una salvedad: de nada les sirve apretar a los proveedores, al punto de quebrarlos, porque sería un daño irremediable a la cadena. Entonces no lo veo por ese lado”, apunta.
Por último, se mencionó la teoría de que, detrás de estas rebajas, estaba el Gobierno y las posibles exenciones tributarias a quienes disminuyeran el costo total de algunos alimentos.
“Desde el ámbito académico me queda complicado asegurar si esto es, al final de cuentas, un tema político. Lo que puedo asegurar es que habrá un respiro para quienes, por ejemplo, ganan un salario mínimo [alrededor de 261 dólares] y se ven en problemas para satisfacer sus necesidades”, concluyó Céspedes.

Un viaje bastante fructífero
A comienzos de mayo, el presidente Gustavo Petro realizó una visita de Estado por la península ibérica. Luego de una semana en España, el mandatario colombiano llegó a Portugal. Alí se reunión con empresarios, entre ellos, altos ejecutivos de la multinacional Jerónimo Martins, empresa productora y distribuidora de alimentos, que opera en Colombia con el nombre de Tiendas Ara.
Tal cual lo confirmó Laura Sarabia, jefa de gabinete, se llegaron a acuerdos como la apertura de nuevas tiendas en Colombia y la reactivación de un convenio para apoyar a hogares comunitarios en todo el país.

“Quizá esto de la reducción de alimentos es otra manera de agradecer por la apertura económica para que el emporio de Ara siga creciendo en Colombia. Y eso le funciona al consumidor, que se ve beneficiado con descuentos significativos. U nas por otras”, expone el economista Ospina.
Por ahora lo que parece haber entre los grandes almacenes de cadena es una guerra para atraer a los compradores reduciendo hasta el umbral permitido los precios de los alimentos indispensables, beneficio para la canasta familiar colombiana.

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