El fundador de WikiLeaks, Assange, inicia la última batalla legal en el Reino Unido para evitar la extradición a Estados Unidos por cargos de espionaje.

Los abogados de Julian Assange comenzaron el martes su último desafío legal en el Reino Unido para evitar que el fundador de WikiLeaks sea enviado a Estados Unidos para enfrentar cargos de espionaje, argumentando que sus acciones habían expuesto acciones criminales graves por parte de las autoridades estadounidenses y eran “de importancia obvia y importante interés público”.

El propio Assange no estuvo en el tribunal. La jueza Victoria Sharp dijo que se le había concedido permiso para salir de la prisión de Belmarsh, donde ha estado recluido durante cinco años, pero que había decidido no asistir. El abogado de Assange, Edward Fitzgerald, dijo que el australiano de 52 años no se encontraba bien.

Assange lleva más de una década luchando contra la extradición , incluidos siete años de autoexilio en la Embajada de Ecuador en Londres y los últimos cinco años en una prisión de alta seguridad.

Ha sido acusado de 17 cargos de espionaje y un cargo de uso indebido de computadoras por la publicación en su sitio web de documentos clasificados estadounidenses. Los fiscales estadounidenses dicen que Assange ayudó a la analista de inteligencia del ejército estadounidense Chelsea Manning a robar cables diplomáticos y archivos militares que WikiLeaks publicó posteriormente, poniendo vidas en riesgo.

Para sus partidarios, Assange es un periodista que rompe el secreto y expuso las irregularidades militares estadounidenses en Irak y Afganistán. Argumentan que la acusación tiene motivaciones políticas y que no obtendrá un juicio justo en EE.UU.

Decenas de simpatizantes con carteles de “Liberen a Julian Assange” y coreando “sólo hay una decisión: no la extradición” realizaron una ruidosa protesta frente al neogótico Tribunal Superior de Londres, donde los abogados de Assange están pidiendo a los jueces que concedan una nueva audiencia de apelación, su última tirada legal de dados en Gran Bretaña.

Si los jueces fallan en contra de Assange, puede pedirle al Tribunal Europeo de Derechos Humanos que bloquee su extradición, aunque a sus partidarios les preocupa que lo suban a un avión a Estados Unidos antes de que eso suceda, porque el gobierno británico ya firmó una orden de extradición.

“Está siendo procesado por participar en la práctica periodística ordinaria de obtener y publicar información clasificada, información que es a la vez verdadera y de interés público obvio e importante”, dijo su abogado Fitzgerald en el tribunal.

En presentaciones escritas, el abogado dijo que “Julian Assange y WikiLeaks fueron responsables de exponer la criminalidad por parte del gobierno de Estados Unidos a una escala sin precedentes”.

Fitzgerald también dijo que existe el riesgo de que Assange “sufra una flagrante denegación de justicia” si es enviado a Estados Unidos.

Si bien varios de los argumentos de Assange contra la extradición ya han sido rechazados por los tribunales británicos, sus abogados quieren que los jueces consideren varios argumentos nuevos.

Dicen que Assange enfrenta un proceso político por exponer una “criminalidad generalizada” y que enviarlo al otro lado del Atlántico violaría el tratado de extradición británico-estadounidense.

“Es un abuso de proceso solicitar la extradición por un delito político”, dijo Fitzgerald.

Los abogados de Assange también argumentan que “la publicación de información de seguridad nacional estadounidense filtrada era legal y común” en 2010, cuando WikiLeaks reveló un vasto tesoro de documentos clasificados. También dicen que la publicación de WikiLeaks está “protegida por principios de libertad de expresión universalmente reconocidos y arraigados”.

La esposa de Assange, Stella Assange , una abogada con la que se casó en prisión en 2022 , dice que su salud se ha deteriorado durante los años de encierro.

“Su salud está empeorando, mental y físicamente. Su vida corre riesgo cada día que permanece en prisión y, si lo extraditan, morirá”, dijo a los periodistas la semana pasada.

Los problemas legales de Assange comenzaron en 2010, cuando fue arrestado en Londres a petición de Suecia, que quería interrogarlo sobre las acusaciones de violación y agresión sexual formuladas por dos mujeres. En 2012, Assange eludió la libertad bajo fianza y buscó refugio dentro de la embajada ecuatoriana, donde estaba fuera del alcance de las autoridades del Reino Unido y Suecia, pero también era efectivamente un prisionero en la pequeña misión diplomática.

La relación entre Assange y sus anfitriones finalmente se agrió y fue desalojado de la embajada en abril de 2019. La policía británica lo arrestó inmediatamente por violar la libertad bajo fianza en 2012. Ha estado recluido en la prisión de Belmarsh en Londres durante su batalla de extradición. Suecia abandonó las investigaciones de delitos sexuales en noviembre de 2019 porque había transcurrido mucho tiempo.

Los abogados de Assange dicen que podría enfrentar hasta 175 años de prisión si es declarado culpable, aunque las autoridades estadounidenses han dicho que es probable que la sentencia sea mucho más corta.

Un juez de un tribunal de distrito del Reino Unido rechazó la solicitud de extradición de Estados Unidos en 2021 alegando que era probable que Assange se suicidara si se encontraba recluido en las duras condiciones carcelarias de Estados Unidos. Los tribunales superiores anularon esa decisión después de recibir garantías de Estados Unidos sobre su tratamiento. El gobierno británico firmó una orden de extradición en junio de 2022.

Mientras tanto, el parlamento australiano pidió la semana pasada que se permitiera a Assange regresar a su tierra natal.

“Independientemente de la posición de la gente, esto no puede seguir y seguir indefinidamente”, dijo el primer ministro Anthony Albanese.

Los jueces Sharp y Jeremy Johnson podrían emitir un veredicto al final de la audiencia de dos días el miércoles, pero es más probable que tarden varias semanas en considerar su decisión.