El jefe de la inteligencia militar israelí dimite por los fracasos del 7 de octubre
El jefe de la inteligencia militar israelí renunció después de aceptar la responsabilidad por los fracasos que permitieron el devastador ataque liderado por Hamás contra Israel el 7 de octubre, dijo el ejército el lunes.
El mayor general Aharon Haliva, un veterano de 38 años en el ejército, fue uno de los altos comandantes israelíes que dijeron que no habían podido prever ni prevenir el ataque más mortífero en la historia de Israel.
“La división de inteligencia bajo mi mando no estuvo a la altura de la tarea que se nos había confiado. Desde entonces he cargado conmigo ese día negro”, dijo en una carta de renuncia difundida por el ejército.
Permanecerá en el cargo hasta que se nombre un sucesor. Los medios y comentaristas israelíes esperan más dimisiones una vez que concluya la principal campaña militar en Gaza.
El ataque del 7 de octubre empañó gravemente la reputación del ejército y los servicios de inteligencia israelíes, anteriormente considerados prácticamente imbatibles por grupos armados palestinos como Hamás.
En las primeras horas de la mañana, tras un intenso bombardeo de cohetes, miles de combatientes de Hamás y otros grupos atravesaron las barreras de seguridad alrededor de Gaza, sorprendiendo a las fuerzas israelíes y arrasando comunidades en el sur de Israel.
Unos 1.200 israelíes y extranjeros murieron en el ataque, la mayoría de ellos civiles, y alrededor de 250 fueron llevados cautivos en Gaza, donde 133 permanecen como rehenes, según los recuentos israelíes.
El jefe de las fuerzas armadas, el teniente general Herzi Halevi, y el jefe de la agencia de inteligencia nacional Shin Bet, Ronen Bar, aceptaron la responsabilidad después del ataque, pero se quedaron mientras continuaba la guerra en Gaza.
Por el contrario, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu hasta ahora no ha aceptado la responsabilidad por el ataque del 7 de octubre, aunque las encuestas indican que la mayoría de los israelíes lo culpan por no hacer lo suficiente para prevenirlo o defenderse contra él.
En respuesta al ataque, Israel lanzó una ofensiva contra Gaza que hasta ahora ha matado a más de 34.000 palestinos, según las autoridades sanitarias locales, y dejó en ruinas el enclave densamente poblado.