El lado B de Alejandro Bermejo, el político que con su muerte le puso “pausa” a la grieta mendocina

 El lado B de Alejandro Bermejo, el político que con su muerte le puso “pausa” a la grieta mendocina

La muerte de Alejandro Bermejo este miércoles posó el foco sobre un peronista carismático que supo, junto a su hermano Adolfo, consolidar a Maipú como bastión del justicialismo y hacer que su apellido sea marca registrada en todo el ambiente político mendocino

Alejandro Bermejo (60) era una de esas personas capaces de sonreír de forma completa sin que sus rasgos se alteraran. Esa simpatía espontánea, que estuvo con él desde muy joven, lo ubicó como un político claramente reconocible; sobre todo dentro del peronismo mendocino. Y el referente murió este miércoles, pero -como puede comprobarse en las líneas que siguen- su paso por la vida fue más que gestos, legislaturas y municipios.

Nació el 18 de febrero de 1963. Diario UNO salió a consultar a algunos amigos de la infancia de Alejandro, y más allá de las diferencias todos coincidieron en una palabra: “era un apasionado”. El más joven de los Bermejo comenzó a militar en el secundario y ya nunca se alejó de la política, un ámbito que siempre lo movilizó.

Alejandro Bermejo era senador provincial.

Alejandro Bermejo era senador provincial.

“Incluso -recordó Luis Omar Castro, que lo conoció de cerca- me acuerdo de que cuando éramos muy chicos nos fuimos a un congreso en Rosario donde hablaban todos los dirigentes de la JP de los ’70. Él se escapó con nosotros aunque yo no sé si tenía el permiso de su viejo. Así era el Alejandro, un loco lindo y un hombre que ponía mucho de sí en cada cosa. Y que, si hacía falta, se paraba de manos ante quien fuera”.

No fue un estudiante sobresaliente; pero tenía un don para la vida social. En la militancia lo recuerdan como alguien franco y por momentos “calentón”. “Y si venían algunos pesados, como ocurrió alguna vez, él era el primero en bancar la parada”, recalcó Castro.

Alejandro Bermejo en la cancha y en la vida
Fumaba desde la escuela secundaria, cuando a escondidas sacaba algún pucho y lo compartía con compañeros. Entre tanto, el interés por el peronismo alternaba con su trabajo como repartidor de soda, tarea que llevaba adelante junto a su hermano Adolfo y el padre de ambos.

Desde chicos se vio que los hermanos Bermejo eran compinches, pero muy diferentes. Al carácter tranquilo y de gentleman de Adolfo se le contraponía el ímpetu vertiginoso y cierta irreverencia del Alejandro.

Cada tanto, las gradas del Club Gutiérrez veían llegar al Bermejo chico para desgañitarse alentando por el equipo:

Alejandro Bermejo en un día feliz, alentando a Gutiérrez. Foto: @VacchelliNahuel

Alejandro Bermejo en un día feliz, alentando a Gutiérrez.

En fútbol, curtía el viejo arte del win izquierdo. Una anécdota indica que era un jugador promisorio y que una lesión en la rodilla le interrumpió las expectativas. De todas formas, con el tiempo encontró en el paddle otra diversión y desde hacía mucho armaba partidos con un grupo de amigos.

Hacia 1983, Bermejo se metió en serio en la administración pública. En la intendencia, participó de las gestiones de Hugo Bordín (1986-1989), Francisco “Chiqui” García (1989-1997) y su hermano Adolfo Bermejo (1997-2009). También fue concejal de su departamento, donde llegó a presidir el Concejo Deliberante.

Es decir que cuando le tocó asumir -dos veces- como jefe comunal (2010-2019) ya tenía décadas de experiencia. Y, paulatinamente, se consolidó como una de las figuras de lo que en su momento se llamó “peronismo azul”, expresión local del movimiento justicialista que mantiene una relación de tira y afloje con el kirchnerismo. Eso no impidió que tendiera puentes con dirigentes sociales y políticos de diversas tendencias.

Además, era técnico químico y en petróleo; si bien la mayor parte de su vida laboral estuvo relacionada con la gestión municipal.

Alejandro Bermejo junto al expresidente de Bolivia Evo Morales y el sindicalista Hugo Yasky.

Alejandro Bermejo junto al expresidente de Bolivia Evo Morales y el sindicalista Hugo Yasky.

Por qué a Alejandro Bermejo le decían “El Pulga”
Como se apuntó más arriba, Alejandro Bermejo era un ser naturalmente social. Desde la mañana hasta la noche estaba conversando, dialogando, negociando, yendo a asados o a encuentros partidarios. Dicen que por eso le decían “El Pulga”: iba de un lado para el otro y frente al Adolfo -más tranquilo-, su hiperkinesis resaltaba.

Hermanos. Adolfo y Alejandro Bermejo se convirtieron en piezas clave del peronismo mendocino.

Hermanos. Adolfo y Alejandro Bermejo se convirtieron en piezas clave del peronismo mendocino.

Cuando ese carácter movedizo se combinaba con la gestión, el stress estaba a la vuelta de la esquina. Siendo intendente, los pedidos por trabajo o asistencia no tenían feriado. “Vos no podías caminar con él porque la gente lo rodeaba para preguntarle o pedirle cosas”, recordó otro conocido. Y añadió: “Nunca dejó a gamba a nadie. Si te podía dar una mano te la daba, y si no podía, te lo decía de una”.

Casi nadie sabe a ciencia cierta por qué renunció a su banca como diputado en el Congreso Nacional, donde estuvo durante un año y tres meses (2019-2021). Muchos señalan que antes de ir y volver continuamente a Buenos Aires prefirió priorizar la cercanía con su esposa Cecilia Fernández y sus hijos Carelí (37), Sofía (31) y Lautaro (29).

Lo sorprendió la muerte siendo senador provincial del Frente de Todos por el período 2022-2026; a lo que sumaba su rol como presidente del PJ maipucino.

Bermejo concretó una extensa carrera política y tenía facilidad para vincularse con la identidad de los vecinos de Maipú.

Bermejo concretó una extensa carrera política y tenía facilidad para vincularse con la identidad de los vecinos de Maipú.

El triste final
El 1 de mayo, Alejandro y su hermano Adolfo asistieron a la apertura de sesiones ordinarias de la Legislatura provincial para escuchar al tradicional discurso del gobernador Rodolfo Suarez.

Sin embargo, Alejandro empezó a sentirse mal: lo que inicialmente fue un dolor en la nuca se transformó en una fuertísima jaqueca. Adolfo intentó ayudarlo y también la ministra de Salud, Ana María Nadal. Poco después, el paciente fue trasladado en ambulancia y se confirmó que había sufrido un ACV.

Fueron 17 días de internación en la Clínica de Cuyo. Hasta este miércoles, cuando se confirmó la muerte del legislador tras complicaciones en su aparato respiratorio.

Una de las últimas apariciones públicas de Alejandro Bermejo fue cuando se celebraron cuatro décadas de gobierno justicialista en Maipú. Aquella vez fue justamente Luis Omar Castro, entrevistado para esta nota, el que conducía el evento: “Cuando él bajó del escenario, se me acercó y me tiró agua en la cara, entre risas. Él era así continuamente”.

Una postal para terminar. En los primeros segundos de este video tomado en 2019 se ve a Bermejo en su salsa: en aquel momento, participó de un acto en Maipú en el que apoyó la candidatura a la gobernación de Anabel Fernández Sagasti, quien acababa de vencerlo en la interna justicialista.

También se ve al hoy ministro de Economía, Sergio Massa. Como puede comprobarse, el hoy difunto exlegislador era capaz de participar de la celebración como uno más, más allá de cargos o internas políticas.

 

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