El narcotráfico en Mendoza y la triste historia de cómo se podría haber evitado el asesinato de un nene

 El narcotráfico en Mendoza y la triste historia de cómo se podría haber evitado el asesinato de un nene

Lo que llama la atención es justamente a quiénes sostiene la ministra de Seguridad. Porque ello expone la hipocresía de una funcionaria que al fin y al cabo tiene una relevancia política inusitada, al punto de no solo ser candidata a presidenta, sino de ser parte gestora de la victoria de Milei en las elecciones del 2023. Menuda importancia.

Patricia Bullrich no es otra que la ministra de Seguridad de la Nación, una función de vital importancia a la hora de ponerle fin a los delitos federales, puesto que es la encargada de gestionar a las fuerzas que pondrán el orden en dicho tópico.

Fue acaso la mujer que logró tener la confianza en la misma cartera durante la gestión del ex presidente Mauricio Macri y hoy parece haberse desasociado del PRO, aún habiendo sido la funcionaria de alta confianza del líder amarillo. No por nada llegó a presidir el partido a nivel nacional.

Pero hoy parece ser más mileísta que el propio presidente Javier Milei. Ello no es tan cuestionable después de todo. La gente cambia con el tiempo. Y Bullrich parece haber tomado una decisión del lado del líder libertario.

Lo que llama la atención es justamente a quiénes sostiene la ministra de Seguridad. Porque ello expone la hipocresía de una funcionaria que al fin y al cabo tiene una relevancia política inusitada, al punto de no solo ser candidata a presidenta, sino de ser parte gestora de la victoria de Milei en las elecciones del 2023. Menuda importancia.

Pero no fue solo el hoy presidente de la nación quien logró captar los votos del PRO a través de quien además supo ser ministra de Trabajo durante el Gobierno de Fernando de la Rúa –del cual bastante airosa terminó saliendo-, también supo ser el cerebro –o uno de ellos- de la victoria de Alfredo Cornejo en Mendoza (junto con el cuestionable Luis Petri que se enfrentó al hoy gobernador y luego le tiró flores engañando cruelmente al electorado que había confiado en él a través del famoso eslogan “Mendoza en pausa”).

En fin, en los últimos días sucedió un hecho trágico que bien podría haberse evitado, pero ni a la policía ni a la política mendocina parece importarle. Se trata del asesinato de un nene de 10 años a manos de un narcotraficante varias veces mencionado como tal por Diario Mendoza Today.

Isaías Benjamín Rivas. ¿Su delito? Pertenecer a una familia que había denunciado a un conocido narcotraficante de Guaymallén, no casualmente una de las Municipalidades más corruptas de Mendoza, llamado Nahuel Pérez.

¿Y qué tiene que ver Bullrich en todo esto? Quizá esto se hubiera evitado con la derrota de Cornejo en las elecciones pasadas, o quizá no, hoy es imposible saberlo. Pero la ministra de Seguridad conoce, y muy bien, los negociados del mandamás mendocino y su cúpula.

A fin de cuentas, todo lo que sucedió derivó en la muerte de un nene de 10 años, inocente, sin maldad, solo para proteger los negocios de la policía y la política mendocina. Apoyada ni más ni menos por la mujer que se encarga de gestionar las fuerzas que deben “degollar” los delitos federales… como el narcotráfico. El mismo narcotráfico que terminó con la vida de Rivas para poder proteger los negocios de la política y la policía mendocina.

No está de más señalar que Guaymallén es gobernada por un radical de Cornejo, Marcos Calvente, un tipo que supo superar a su profesor en materia de corrupción: Marcelino Iglesias.

Y la política pasa como si nada. Bullrich sigue en su despacho jurando que lucha contra el narcotráfico mientras no quiere distinguir a los propios en su propio negocio. Cornejo en la gobernación como si nada hubiese pasado. El intendente relajado y asegurado que el tiempo pasará y olvidará una víctima más como tantas otras, y a duras penas, con suerte, se separará a algún perejil de la fuerza de seguridad provincial. Y Rivas, de 10 años, muerto. Con todo lo que ello significa, con la rotura profunda de una familia. Y con una impunidad que abruma.

Pero más allá de Bullrich, Cornejo y Calvente; es necesario hacer un señalamiento a toda la política. Hoy están todos pensando en navidad y año nuevo. A nadie le importa lo sucedido realmente.

De izquierda a derecha no hay un partido político comprometido en terminar con el narco en Mendoza. Hay representantes que son una excepción, pero justamente exceden a su partido.

Y después de esta columna no faltarán aquellos que pidan explicaciones o se hagan los ofendidos. “no generalicen”, cuestionarán. Pero la familia de este chico de 10 años no podrá festejar navidad ni año nuevo, porque le arrebataron a un chico y todo por hacer más incluso que la justicia, otra pata fundamental para que el negocio de la droga y la muerte funcione impunemente.

Todo funciona mal en la provincia, todo. Pero llega un punto que la gota rebasa el vaso y es necesario que los responsables den la cara y expliquen con sinceridad lo ocurrido. Algo que finalmente no sucederá y que en medio de la vorágine de las fiestas quedará para el olvido.

coordenada Informativa

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