Escándalo en la Delegación Bomberos Zona Este: descubrieron a dos efectivos alcoholizados
Dos funcionarios quedaron complicados a nivel administrativo luego de dar positivos sus respectivos test de alcoholemia durante el último fin de semana. Uno de ellos no se presentó a trabajar por su estado de ebriedad y el otro chocó mientras conducía borracho.
Un escándalo sacudió este último fin de semana a la Delegación de Bomberos de la Zona Este después de que dos efectivos fueron descubiertos alcoholizados en diferentes contextos. Uno de ellos no se presentó a trabajar, lo fueron a buscar y estaba ebrio; mientras que el otro protagonizó un accidente de tránsito en Maipú y dio positivo el test de alcoholemia.
Frente a esa situación, la Inspección General de Seguridad (IGS) tomó inmediata intervención y activó el protocolo correspondiente para este tipo de casos: sumariaron a los dos funcionarios, les retiraron el arma y el chaleco reglamentario y fueron citados a indagatoria.
El primero de los episodios tuvo lugar pasadas las 4 del domingo, cuando un auxiliar con destino en Bomberos Zona Este circulaba a bordo de su Fiat Cronos por calle Juan Isidro Maza, en dirección al sur, en el distrito de Rodeo del Medio.
Al llegar a la rotonda de ruta 50, impactó de frente con un Volskwagen Vento que iba en dirección contraria, provocando que el rodado del policía diera un vuelco.
Luego de ser asistidos, ambos conductores fueron sometidos al test de alcoholemia, el cual arrojó que el bombero que se encontraba en franco de servicio tenía 1,79 gramos de alcohol por cada litro de sangre; mientras que el otro conductor presentaba 1,46 g/lt. Si bien, en principio, desde el Ministerio de Seguridad se informó sobre el accidente, el comunicado obvió el dato de que uno de los conductores era miembro de la Policía de Mendoza.
Lo cierto es que los dos hombres debieron recibir asistencia médica por parte del personal del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC), que les diagnosticaron a ambos politraumatismos leves.
Por su parte, horas más tarde esa jornada, cerca de las 13, un principal de Bomberos Zona Este se comunicó con la línea de emergencias 911 y reveló que uno de sus subordinados debía presentarse al turno de guardia a las 7 y nunca llegó.
Frente a eso, solicitó que efectivos de la Comisaría 19ª de Junín fueran a buscarlo a su domicilio, lo que provocó que el auxiliar trasladara por sus propios medios hasta su lugar de trabajo, ubicado en el distrito de La Colonia.
Una vez allí, el superior advirtió que tenía olor a alcohol, motivo por el cual pidió que se hicieran presentes colegas de la Policía Vial para practicarle el control de alcoholemia. Fue así que confirmaron que tenía 0,68 gramos de alcohol por cada litro de sangre.
Rápidamente, se le inició un procedimiento administrativo y otro en un Juzgado Contravencional, por lo que se le retiró de manera inmediata su arma reglamentaria con 24 proyectiles y el chaleco antibalas provisto por el Estado.
Por directivas de la IGS, los dos efectivos alcoholizados fueron derivados a Sanidad Policial, donde se le practicaron los exámenes correspondientes y se les otorgó una licencia por enfermedad y en los próximos días deberán responder por su accionar frente a ese ente de control de los miembros de la fuerza provincial.