Fin del decreto de emergencia por COVID-19 terminará con acceso gratuito a pruebas y tratamiento: ¿Qué se espera en NY?
El gobierno federal estima que desde el verano los estadounidenses empezarán a sentir cambios en sus bolsillos, aunque en Nueva York algunos planes de financiamiento podrían prolongarse más tiempo.
La mayoría de los mandatos de precaución contra la pandemia de la COVID-19 ya han sido eliminados, pero también está en el horizonte que a partir del 11 de mayo, tras el fin de declaratoria de la emergencia nacional por esta crisis de salud pública, el acceso totalmente gratuito a las pruebas de descarte y los medicamentos existentes, también desaparezcan.
Lo único claramente definido es que a partir del venidero verano los fondos del gobierno federal para cubrir todos estos costos ya no estarán disponibles. Por lo cual, se calculan cambios a mediano y largo plazo que podrán impactar el bolsillo de los asegurados. Y especialmente de los no asegurados.
También está claro, que la infección la COVID-19 seguirá “acompañando” a los neoyorquinos. En esta última semana la curva de casos empezó a achatarse, pero sin embargo todavía se confirmaron 12 muertes asociadas con complicaciones por el virus, solamente en la Gran Manzana.
El decreto de emergencia nacional que obligaba a sufragar todos los costos médicos por esta infección, terminará en 10 semanas y se declaró por primera vez bajo el mandato del expresidente Donald Trump en enero de 2020.
En este sentido, aunque todavía no hay un panorama totalmente despejado del impacto en los neoyorquinos, de inmediato el Dr. Ashwin Vasan, comisionado del Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York (DOHMH), asomó a medios locales que “la Ciudad todavía está comprometida con que las pruebas sean asequibles y gratuitas”,
Todo apunta a que por definición, este enfoque de acceso a todos los servicios gratuitos, alrededor del diagnóstico y tratamientos de esta infección, empezará a borrarse lentamente desde este año.
Sobre las vacunas
De antemano, fuentes federales confirman que en el panorama no se anticipa que las vacunas dejen de estar disponibles “para todos” de forma gratuita. Pero el acceso a un número determinado de pruebas por mes y los tratamientos antirretrovirales, con toda seguridad, dejarán de ser del todo cubiertas por el gobierno.
Aunque finalmente todo dependerá de las políticas de salud de cada estado.
En su cuenta twitter, Ashish Jha, coordinador de la respuesta de la Casa Blanca ante la Covid-19, puntualizó que siempre será una prioridad clave asegurar el acceso a tratamientos y vacunas: “Nadie quedará por fuera”.
Jha dijo que la mayoría de los estadounidenses podrían seguir recibiendo estas vacunas de forma gratuita, de forma similar a cómo reciben otras inmunizaciones de rutina, bajo la cobertura garantizada por la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio.
En la Gran Manzana, “menos del 50 % de los niños, han completado su serie primaria de vacunas contra el COVID-19. Y muchos menos han recibido una dosis bivalente”, ratificó el DOHMH este viernes.
Todavía hasta esta semana, las autoridades de salud de la Gran Manzana siguen promoviendo campañas para empujar esta inyección para proteger a los niños mayores de seis meses.
En el caso de los adultos, se confirma que más del 83% de los residentes de la ciudad de Nueva York se ha inyectado incluso las dosis de refuerzo.
Los medicamentos al mercado privado
Asimismo, el suministro de tratamientos gratuitos para COVID-19 como el Paxlovid, comprados por el gobierno federal, podría terminar tan pronto como este verano, mientras que la administración de Joe Biden se prepara para la transición de los antirretrovirales al mercado privado.
“Todo lo que puedo decir, es que no tenemos las fechas específicas. Esto sucederá en algún momento durante el verano o hasta principios del otoño. Esta transición se avisará con la mayor antelación posible”, compartió con medios nacionales el Doctor Jha.
El gobierno federal tiene como objetivo persuadir a las compañías farmacéuticas y las aseguradoras de salud, para que reduzcan los costos de los fármacos disponibles.
Cambios en el Medicaid
En particular, la publicación Gothamist confirmó que millones de neoyorquinos a quienes se les permitió permanecer en Medicaid, sin mayores controles durante la pandemia, serán reevaluados para determinar su elegibilidad a partir de abril.
Esta medida marcará un ciclo de reinscripción que podría generar “interrupciones en la atención médica entre las comunidades de bajos ingresos”.
En el estado de Nueva York, algunos de los casi 8 millones de afiliados podrían dejar de participar en el programa de seguro médico público en julio. Aunque fuentes estatales de salud indican que es probable que muchos califiquen para otros tipos de cobertura médica subsidiada.
Las pruebas gratuitas
Con respecto a la cobertura de los test de descarte de la COVID-19, todo apunta a que en el futuro también todo dependerá de las políticas de cada Ciudad y Estado, una vez que termine la declaración de emergencia en un par de meses.
A partir de mayo, la expectativa es que en el país las personas con seguros privados podrían tener que pagar parte del costo de pruebas de laboratorio de descarte, así sean por orden médica. Y ya no recibirán el beneficio de los test caseros gratuitos.
Es muy pronto avecinar, si para los residentes de la Ciudad de Nueva York, los amplios programas de disponibilidad de tratamientos para todos y la distribución de pruebas gratuitas, se mantendrán en el tiempo.
Está claro además que cuando finalice la emergencia de salud pública en mayo, ya no se requerirá que los planes de salud privados y Medicare cubran el costo total de las pruebas de la COVID-19 en persona o en el hogar. Algunos planes pueden optar por restringir las pruebas a médicos o farmacias dentro de su red.
Algunas versiones de medios locales confirman que el programa Medicaid de Nueva York continuará brindando pruebas gratuitas de COVID-19 en el hogar hasta septiembre de 2024, de acuerdo con la orientación federal. También seguirá cubriendo las pruebas gratuitas en persona, en este caso no se especifica una fecha de vencimiento de este beneficio.
Cada hospital decide
El Departamento continúa afirmando la importancia del uso de mascarillas como una estrategia de prevención.
La nueva guía, que entrará en vigencia el próximo domingo 12 de febrero, aconseja a todos los operadores hospitalarios que desarrollen e implementen su propio plan de uso de mascarillas para el personal y los visitantes en sus instalaciones, que tome en cuenta la tasa de infección de COVID-19 en sus comunidades.
“El 1 de marzo representa 3 años desde que se identificó el primer caso de COVID-19 en Nueva York”, dijo el Dr. James McDonald, comisionado interino de Salud del Estado.
“La pandemia no ha terminado, pero estamos avanzando hacia una transición. Mientras lo hacemos, con vacunas y tratamientos, podemos eliminar el requisito estatal de uso de máscaras en entornos de atención médica. Por ahora los operadores deben desarrollar sus propios planes, con base a la guía federal de los CDC y el nivel de transmisión en sus áreas .”
En resumen: ¿Qué deben saber los neoyorquinos en lo inmediato?
- El fin del decreto de emergencia en mayo no significa que la presencia de la COVID-19 desaparecerá en unas semanas. Aunque es una infección muy controlada, lo más probable es que sigan regitrándose nuevos casos, hospitalizaciones y muertes.
- Las vacunas siguen siendo gratuitas y de fácil acceso para todos los neoyorquinos independientemente de su afiliación a seguros médicos o estatus migratorio. No hay planes a corto, ni mediano plazo, de modificar esta política.
- Todos los programas de distribución gratuita de los antirretrovirales a los neoyorquinos que apliquen por recomendación médica, están vigentes.
- En este momento las máscaras no son mandatorias, pero en específico las autoridades de Salud de la ciudad de Nueva York sugieren usarlas en lugares cerrados con grandes aglomeraciones.
- Las vacunas ya no son mandatorias para los trabajadores de la Alcaldía de Nueva York.
El Dato:
7.66% fue la tasa de positividad de COVID-19 en NYC en los últimos siete días, en contraste con el 15.14% la primera semana de enero.