Hallan la verdad de cómo se construyeron y para qué servían las misteriosas esculturas de las Islas de Pascua
Desde hace siglos, las esculturas moai de la Isla de Pascua son reconocidas por su tamaño inigualable y por el misterio que se vincula con su origen milenario.
Recientemente, un equipo de arqueólogos de la Universidad de Binghamton, en Nueva York, afirma haber descifrado el verdadero propósito de su existencia.
¿Cuál fue el descubrimiento en la Isla de Pascua?
La Isla de Pascua, también llamada Rapa Nui, fue colonizada hace más de 600 años por los polinesios. Esta civilización, que se caracterizó por la navegación, transformó el territorio con su cultura y tradiciones
Un ejemplo claro son los moai, que son las esculturas de piedra gigantes que representan figuras humanas con cabezas desproporcionadas. Estas fueron distribuidas estratégicamente a lo largo de la isla, cerca de la costa.
Tradicionalmente, se creía que estas esculturas tenían un propósito religioso o que servían como tributo a los líderes tribales. Sin embargo, las nuevas investigaciones señalaron que se vinculaban con el acceso al agua dulce.
El agua en el ecosistema: el secreto detrás de las esculturas
El territorio de la isla se caracteriza por ser volcánico, por ende, la lluvia se filtra rápidamente en los suelos porosos. Esto impide la formación de arroyos y ríos.
En relación con esto, los investigadores descubrieron que este fenómeno obligó a los nativos a depender exclusivamente de los acuíferos subterráneos.
Por lo tanto, la disposición de los moais a lo largo de la costa no sería una casualidad. Los investigadores señalan que estas esculturas tuvieron un propósito simbólico y espiritual, que es agradecer la presencia de agua dulce y pedir milagros para que nunca se agotara.
Este hallazgo no solo esclarece el propósito de estas esculturas, sino que también resalta la capacidad de los antiguos habitantes para convivir con un entorno hostil. De todas formas, los investigadores buscan generar nuevas conclusiones al respecto.
