HAMAS rechaza cualquier negociación sobre su desarme

El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) reitera que su eventual desarme es un tema innegociable que nunca aceptará.

“Este tema es una de nuestras líneas rojas y nunca será planteado en ningún diálogo o acuerdo”, subrayó el lunes Sami Abu Zuhri, alto dirigente de HAMAS.

Hizo énfasis en que el movimiento nunca aceptará una propuesta de desarme a cambio de la reconstrucción de Gaza y la entrada de ayuda humanitaria a la región.

En este sentido, señaló que la decisión del régimen israelí de cerrar los cruces de la Franja de Gaza e impedir la entrada de ayuda humanitaria es un crimen de guerra.

El funcionario aseveró que las amenazas de ocupar el enclave e imponer hambruna en la zona no afectarán a la Resistencia: “Tales amenazas no tienen ningún valor para nosotros”, afianzó.

Abu Zuhri declaró que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, está tratando de destruir los acuerdos existentes y empujar la situación hacia nuevas negociaciones, y precisó que dichas acciones son inaceptables para HAMAS.

“Israel sólo puede devolver a sus prisioneros a través de un acuerdo de intercambio, y ninguna presión o imposición de condiciones por parte de los ocupantes dará como resultado su liberación”, aclaró.

El sábado expiró la primera fase del alto el fuego de 42 días entre Israel y HAMAS en la Franja de Gaza. El régimen ha negado hasta ahora reanudar las negociaciones para iniciar la segunda fase de la tregua, pidiendo a la Resistencia palestina que acepte una prórroga de la primera fase que incluye la liberación de la mitad de los cautivos israelíes.

HAMAS, por su parte, rechazó la ampliación de la primera fase —propuesta por Estados Unidos—, pidiendo el inicio de la segunda fase, la cual debe incluir la liberación de rehenes y prisioneros palestinos y la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza

En un intento por presionar a HAMAS para prorrogar la primera fase, Israel bloqueó el domingo la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, medida que el movimiento palestino calificó de un intento de matar de hambre al pueblo palestino.