Interna libertaria: Villarruel podría tener los días contados y Karina Milei mira con antojo su sillón

 Interna libertaria: Villarruel podría tener los días contados y Karina Milei mira con antojo su sillón

En este caso la relación Congreso-Casa Rosada tendría un condimento que cambiaría por completo la relación entre el mando de ambos poderes.

Habían pasado apenas tres meses desde la asunción de Javier Milei a la Presidencia y los primeros chispazos con su compañera de fórmula Victoria Villarruel comenzaban a salir del entorno del propio Gobierno.

Todo comenzó por la decisión de la vicepresidenta de habilitar en el Senado el debate para aprobar el mega DNU 70/23 en un momento en el que se especulaba que la oposición tenía los votos para derogarlo, en marzo del 2024.

En ese momento el Gobierno trató de minimizar la interna. De hecho el propio presidente y hasta el vocero presidencial Manuel Adorni intentaron bajar un cambio en torno a la información que por esas horas publicaba la prensa. Sin embargo hubo desde el oficialismo voces que sostenían que la presidenta del Senado buscaba desestabilizar al Gobierno.

Solo unos días después, la disputa comenzaba a hacerse más evidente en relación a los aumentos de las dietas de los senadores. Otra vez se intentó desmentir las tensiones en una foto conjunta de Villarruel con Milei en la que se los ve de espaldas abrazados.

“No voy a convertirme en Cristina Kirchner”, sostenía por entonces la vice para tratar de acallar las voces que hablaban de una ruptura en las relaciones entre los principales impulsores de La Libertad Avanza.

Sin embargo, también reconocía que estaba a favor del aumento de la dieta de los legisladores que ejercen su función en la Cámara de Senadores. “No me parece seguir equiparando hacia abajo”, argumentaba.

Eran los días en los que Villarruel apodaba de “pobre jamoncito” al mandatario para referirse a su lugar entre dos mujeres fuertes: ella misma y la secretaría General de Presidencia Karina Milei.

En fin, la tensión fue escalando más y más entre los compañeros de fórmula hasta llegar a un punto sin retorno. Tal es así que la relación se enfrió y ya prácticamente no hay conversación entre ambos.

Villarruel tiene su propia agenda apartada del Ejecutivo nacional, tal cual como ella misma lo supo reconocer. No tiene injerencia alguna en las decisiones del Gobierno de Milei.

Ahora, la vice que en un principio parecía estar destinada a cumplir con los antojos del presidente en cuanto a la agenda legislativa en el Senado, tomó otro rumbo y terminó distanciándose de cuanto libertario pudo.

¿Habrá sido la designación de Patricia Bullrich en Seguridad y de Luis Petri en Defensa la punta del ovillo que llevó a la relación entre los principales referentes de LLA a este punto? Imposible saberlo, aunque suena por demás elocuente.

Detrás de todo este trasfondo político aparece nada más ni nada menos que la hermana del presidente, Karina Milei, quien sueña llegar al Sillón de Rivadavia en algún momento. ¿Lo intentará en 2027? ¿O quizá en 2031? Son fechas aún lejanas como para esbozar una respuesta a esas preguntas.

No obstante, dentro del Gobierno advierten la posibilidad de que le termine quitando el lugar a Villarruel en la presidencia del Senado, acaso un lugar clave en las resoluciones legislativas sobre las decisiones que tome el Ejecutivo.

Pero en este caso la relación Congreso-Casa Rosada tendría un condimento que cambiaría por completo la relación entre el mando de ambos poderes. A diferencia de Villarruel, que debería responder a Milei (o al menos eso sostienen desde su entorno), el presidente responde a su hermana. ¿Estaríamos en este caso frente a un nuevo Gobierno vicepresidencial como fue en el caso de Alberto Fernández–Cristina Kirchner?

Claramente por una cuestión constitucional y de institucionalidad es imposible que la secretaria General de Presidencia usurpe el lugar de la vicepresidenta. Eso envalentona aún más a Karina a la hora de decidir si será o no candidata a en las elecciones de medio término de este año.

No son pocos los que la incentivan. Tampoco es que hay una carencia de alarmas que auguran este posible escenario. Nadie osa a criticar a “El Jefe”, ni siquiera cuando sacó a Ramiro Marra de la cabeza de La Libertad Avanza en la Legislatura porteña para reemplazarlo por una camporista.

Su poder de decisión va más allá incluso que el poder de acción del propio presidente, al menos en lo que al armado de la política nacional refiere. A diferencia de Villarruel es aceptada e incuestionable.

Milei claramente no está muy contento con esta idea. “Si se va al parlamento deja de estar al lado mío. Le abrimos un flanco a los traidores”, sostuvo hace menos de una semana. Sin embargo tampoco la ata y en caso de que Karina tome la decisión de irse al Congreso no le quedará más remedio que aceptarlo.

coordenada Informativa

Related post