La falsa doctora que hace pie en Mendoza y asegura curar la psoriasis
La sorprendente historia de María Diana Rebechi, quien jura que es doctora y que descubrió la cura de la psoriasis. Todo trucho.
Las estafas son imperdonables, en cualquiera de sus formas, pero cuando a su vez refieren a cuestiones de salud, son doblemente reprobables. La historia que está por contar el Diario Mendoza Today camina en esa senda, es una trama que involucra a una mujer que se arroga un título de doctora que es inexistente y que jura que puede curar una enfermedad incurable, la psoriasis.
Se trata de una patología “inflamatoria crónica de la piel de origen autoinmune que produce lesiones escamosas engrosadas e inflamadas, con una amplia variabilidad clínica y evolutiva”.
La ciencia avanza intentando descubrir la cura, pero aún no lo ha logrado, apenas si ha conseguido comprender parte de su “lógica” y aprendió a atenuar algunos de sus terribles efectos.
A pesar de lo antedicho, existe una persona que jura que puede curar la psoriasis: se hace llamar María Diam (foto), aunque su verdadero nombre es María Diana Rebechi (CUIT: 27-17255959-5).
Esta mujer, que “atiende” desde Merlo, San Luis, y tiene su “laboratorio” en Mendoza, admitió a este diario que su tratamiento realmente cura. ¿Cuál es el secreto de su éxito? La simple y sencilla corteza de algarrobo.
“Tenemos estudios realizados en más de 30.000 personas curadas”, aseguró a este diario, sin dar mayores precisiones, y agregó que, según ella, su trabajo “molesta a todos laboratorios y médicos”. Interesantes los dichos de Rebechi pero, como se dijo, no aportó elementos que sustenten sus conspirativas afirmaciones.
Su historia en realidad no es nueva, se hizo conocida a mediados de 2013 en Merlo cuando comenzó con sus prerrogativas de que podía curar la psoriasis. Por sus dichos, en octubre del mismo año su propiedad fue allanada por una delegación de la Policía Federal, en el marco de una causa judicial por supuesto ejercicio ilegal de la medicina y venta de productos medicinales no autorizados por el Ministerio de Salud de la Nación.
Según publicó entonces Diario de La República de San Luis, los uniformados actuaron tras una paciente investigación que se inició por una denuncia anónima, donde se aseguraba que la mujer que dice haber encontrado el remedio para la psoriasis no posee título de médica.
“Fuentes ligadas a la investigación confirmaron que los datos personales de la supuesta médica fueron cruzados para obtener información sobre la veracidad de su título pero el resultado del mismo fue en principio negativo. También se verificó que no tenía matrícula para ejercer la medicina”, según publicó el mismo diario.
Un inspector de San Luis, Eduardo Luna, habló con Mendoza Today y confirmó los datos publicados por el matutino: “El operativo se extendió por varias horas y se secuestraron una cantidad importantes de cremas y pomadas; vendía a 600 pesos cada potecito”.
A pesar de que la Justicia le prohibió comercializar sus productos, Rebechi insiste en hacerlo a través de la Fundación María Diam. Allí, no solo persiste en su pretensión de que puede curar la psoriasis, sino que además asegura que la ONU avala su tratamiento, algo que este diario verificó como falso.
Lo mismo ocurre con su proclama de que tiene título de “doctora”: según pudo confirmar este diario, no se localiza título universitario en ninguna universidad del país a su nombre, sea como médica o bióloga. A su vez, no aparece matriculada en ningún colegio médico de la Argentina.
En primera persona
Oportunamente, este diario se contactó con Rebechi a través de su perfil de Facebook en el cual se presenta a sí misma como María Diam.
En esa conversación, la mujer confirmó que su laboratorio se encuentra en la provincia de Mendoza y admitió que su preparado no tiene autorización del ANMAT, requisito indispensable a la hora de comercializar cualquier medicación.
Al mismo tiempo Rebechi juró ser “doctora” y aportó una supuesta nota periodística que respaldaría sus dichos a través del apoyo de médicos de diversas partes del mundo. En realidad, se trata de una “publinota” del año 2013, con poco o nada de rigor científico. El artículo es tan poco serio, que la menciona a Diam como “Dern”.
Volviendo a la entrevista de marras, Rebechi jamás aportó evidencia a su favor, a pesar de la insistencia de quien escribe estas líneas. Todo el tiempo, la mujer insistió en asegurar que su preparado “elimina los síntomas de la enfermedad sin tomar nada”.
A efectos de demostrar la supuesta efectividad de su tratamiento, Rebechi reitera una y otra vez que médicos de diversos lugares del mundo la respaldan. No obstante, cuando se le piden precisiones, menciona a supuestos profesionales que no existen.
Ello fue expuesto en una página de Facebook titulada “La verdad por la verdad”. Allí se asegura que la “Fundación Psoriasis de María Diam es una organización dedicada a la estafa y el fraude de personas con enfermedades de la piel, como la (psoriasis, vitiligo, rosácea, dermatitis), etc. que opera desde Argentina, liderada por una falsa bióloga”.
Según la misma web, “Rebechi plagia y suplanta a Médicos de Cuba, España y México, para marketear sus productos ilegales, por internet y las redes sociales”. A través de un video, esto queda bien explicitado:
Colofón
Según contó oportunamente el ya mencionado Diario de La República, Rebechi llegó a Merlo de la mano de su creador, Julio Falco, quien la invitó a actuar en la obra “Romeo y Julieta”.
“De joven fui actriz”, reveló la mujer, quien aseguró no poder abandonar a sus pacientes: “No los puedo dejar, porque están en pleno tratamiento”.
En realidad, su preocupación parece más enfocada al rentable negocio que le representa vender la supuesta cura para la psoriasis, que exporta a diversos países del mundo, principalmente Perú, Chile y Paraguay.
Como sea, en lo que podría calificarse como su mejor actuación, Rebechi improvisa: “Quiero terminar con esta enfermedad, que es el padecimiento de 200 millones de personas en el mundo. Hay una cura, créanlo. Inmunizamos tu piel. Créelo, de ti depende”, anuncia en su cuenta de Facebook.
Lo que no menciona es que su tratamiento no sirve para nada y que, por ello, es investigada por la justicia.
A esta altura, la mujer debería recordar las palabras del poeta y pintor Henri Michaux, apenas una alegoría de su propia fortuna: “Su felicidad reía en su alma. Pero todo era un engaño. No duró mucho esa risa”.