Las exportaciones mendocinas ya representan menos del 2% de todo lo que vende la Argentina
Los números difundidos por el INDEC revelaron que Mendoza vendió el 1,8% del total exportado por el país durante 2022. Además, las cifras locales bajaron respecto al año previo, pero afirman que también hay datos positivos.
Las exportaciones de Mendoza cayeron respecto a lo que fueron en 2022 y pasaron a representar menos del 2% de todo lo que la Argentina le vende al mundo, un piso que no perforaba desde hacía prácticamente una década. La helada, el granizo y la sequía fueron tres de las causas decisivas, sobre todo para el rubro del vino, aunque no todas las perspectivas son malas, según especialistas.
El número es contundente y vino desde el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, aunque se nutre de la tarea que hacen también ProMendoza (la entidad público privada que se ocupa de lo exportado) y la DEIE, ambas locales. Implica que la provincia está en el puesto número 8 del ranking de jurisdicciones, y que ha consolidado un retraimiento en los últimos años.
De hecho, en la década que pasó, la caída fue del 11,4% si se toman en cuenta los números de 2012, en los que los mendocinos lograron exportar 1.807 millones de dólares antes de pasar a los 1.601 actuales (o mejor dicho, con los que se cerró el 2022). En aquel momento, además, la economía provincial representaba el 2,3% de las ventas totales argentinas.
Mendoza vende al mundo menos del 2% del total nacional. Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe son los mejor ubicados.
“Que estemos por debajo se explica porque 2022 fue un año en donde hubo un valor muy importante de productos primarios en Argentina. Los granos han sido muy importantes y se creció en cuanto a la exportación de granos”, dijo a UNO Mario Lázzaro, gerente general de Pro Mendoza. “Se creció en litio, cobre e hidrocarburos a nivel nacional, también”, expresó, dando a entender que el aumento de esos volumenes resignificó (hacia abajo) lo que sale de territorio mendocino en relación a lo producido por sus pares.
Entre otras cosas, lo que hay detrás de este fenómeno es la preeminencia del sector vitivinícola entre las ventas al exterior mendocinas. Cuando sufre sacudones ese complejo exportador, se siente mucho más en las cifras finales del año, ya que más del 50% de lo vendido (unos 900 millones de dólares anuales) tienen que ver con ese rubro. Las contingencias climáticas del último trimestre de 2021 reprcutieron en una baja de la producción del año siguiente. Algo que, según estimaciones, será bastante peor en 2023.
“La caída en el volumen es por la caída en el vino a granel. En el vino fraccionado, así como tiene un panorama en que le cuesta armar clientes y construir mercados, también tiene la contrapartida de que le es más difícil caerse”, afirmó Lázzaro. “Es lo último que se va sacrificando; en cambio el vino a granel, cuando no hay producción, no se tiene qué exportar, directamente. Y eso es lo que pasó en este último ciclo”.
Las heladas son una de las principales causas pro las que la cosecha de vino en 2023 tendrá una retracción del 23% interanual.
De todos modos, la lectura no es del todo pesimista, incluso en el ese aspecto puntual. Las cifras que se manejan en Mendoza indican que el vino a granel tenía exportaciones con pisos de 22 millones de litros y techos de 30 millones de litros de promedio vendido. Eso fue hasta 2018, que terminaría siendo un momento bisagra: cuatro años después, en 2022, esos pisos estuvieron cerca de los 60 millones de litros, y luego de haber pasado por un 2019 en que se vendieron 155 millones de litros. Una suba casi exponencial del volumen.
Metalmecánica y economía del conocimiento
Desde Pro Mendoza señalaron que se está cristalizando una suba en la exportación metalmecánica, con la colocación de grandes piezas, como turbinas para centrales. Afirmaron que el proceso de crecimiento de la minería en Chile (sobre todo por la industria del cobre y el auge del litio), y también una pujante demanda desde Brasil, que solicita piezas también para el rubro petrolero, conforman un combo que hace crecer a Mendoza en manufacturas industriales.
“Entre la falta de insumos y el retraso cambiario, no son malos estos números, si se piensa que además hay que agregar exportaciones de servicios en la economía del conocimiento, que no las tenemos desagregadas porque se expresan en valores generales para todo el país. Sin embargo, lo que sí tenemos son dos mecanismos con los que tratamos de establecer la estadística: lo hacemos, por ejemplo, en función de la cantidad de profesionales de estos servicios que hay en Mendoza respecto al total nacional. Y ese número nos da que somos el 3,5% del total”, marcó Lázzaro.
El Polo TIC ubicado en Godoy Cruz, es uno de los puntos que se busca fortalecer para seguir desarrollando la Economía del Conocimiento.
Mendoza apunta a venderle a dos destinos exóticos: Irán e Irak
El trabajo de Pro Mendoza se trasladó a Medio Oriente en el último mes y en una misión que tuvo características más impotantes que otras que suelen hacerse: tanto desde la antidad de días en las que permanecieron los emisarios provinciales, como respecto a los potenciales mercados que podrían abrirse en países asiáticos poco explorados para el comercio de las empresas locales.
Hubo una etapa en Turquía -que venía de ser azotada por el devastador terremoto que mató a 50 mil personas- y también otra en Azerbaiyán, donde se asistió a la Embajada Argentina que está ubicada en Baku, la capital. Aunque se destacaron las promisorias rutas comerciales de esos países, que los conectan entre sí y también con el interior de China, los referentes también acalraron que “será un desafío llegar de manera competitiva, por los factores que inciden en el valor final y por la competencia europea”.
Zona de influencia. Los mercados a los que apunta Mendoza en Oriente.
“Hoy ProMendoza está profundizando y volviendo a repiquetear en los mercados en los que ya estamos, y tambié en los que creemos que podemos crecer más: Brasil, México, Estados Unidos y Europa. Lo de Azerbaiyán y Arabia Saudita, que han sido nuestros últimos objetivos, son dos grandes metas. Estamos abriendo las puertas para ingresar ahí y, desde ellos, también llegar a mercados como los de Irán e Irak, normalmente vedados, pero que consumen mucho y tienen capital: les interesan las nueces, las ciruelas y los frutos secos”, afirmó Mario Lázzaro.