Las nuevas pruebas que complican al comisario federal acusado de cobrar coimas a cueveros

 Las nuevas pruebas que complican al comisario federal acusado de cobrar coimas a cueveros

Dino Enzo Rossinogli, detenido desde el año pasado, fue allanado este miércoles en su celda mientras la PCN también lo hacía en 19 financieras truchas del microcentro, que permitió un millonario secuestro en pesos y dólares. Creen que había una red de cobro de sobornos.

El comisario federal Dino Enzo Rossignoli declaró dos veces en el expediente que lo mantiene tras las rejas desde el 14 de setiembre del año pasado, acusado de cobrar coimas a cueveros del microcentro mendocino. En ambas ocasiones, entre fines de diciembre y principios de enero de este año, ante el juez federal Marcelo Garnica, negó integrar una asociación ilícita.

No respondió preguntas y se limitó a lanzar algunas frases para despegarse de la instrucción. El objetivo de la defensa, comentaron fuentes que pasillan los tribunales de calle España y Pedro Molina de Ciudad desde hace años, era intentar quitarse de encima esa calificación. Rossignoli también está procesado por cohecho pasivo, es decir, recibir dinero u otra dádiva para “hacer, retardar o dejar de hacer algo relativo a sus funciones” y no ha logrado acceder a ningún tipo de beneficio que le permita dejar la prisión federal de Cacheuta.

El comisario, máximo responsable de la Policía Federal en Mendoza, hizo todo lo contrario al rol asignado que tenía con sus brigadas, destacan fuentes de la Justicia y de la Policía contra el Narcotráfico (PCN, que realizó la investigación.)

Quedó detenido porque los policías hallaron pruebas de pago de coimas en teléfonos celulares y escritos con los señalados dueños de las joyerías Stefano Cannella y Vía Roma, Nicolás Bazán y Renzo González, dos jóvenes que no llegan a los 30 años y levantaron un imperio de compra y venta de dólares a través de sus locales de venta de alhajas, que hacían de pantalla para esconder su verdadera actividad.

Este miércoles, como reveló este diario, el juez Garnica autorizó más allanamientos vinculados a esta causa luego de analizar nuevas pruebas que sumó la PCN por el presunto cobro de sobornos con otros personajes del mundo de las cuevas. En total fueron 19 medidas en distintos sectores del microcentro, como las galerías Tonsa y Caracol, en calle Alem, 9 de Julio y 25 de Mayo de Ciudad, por citar algunos.

Los detectives tenían la misión de allanar las financieras truchas para secuestrar dinero, teléfonos y documentación a los responsables, debido a que también habrían pagado coimas a quien fuera jefe de la Policía Federal hasta el 14 de setiembre del año pasado, día que fue allanado y detenido en su casa de Godoy Cruz.

Información a la que accedió El Sol sostiene que, en principio, incautaron 90.600 dólares (más de 40.000.000 de pesos al cambio blue), 18.380 euros ( más de 8 millones de pesos), 36.450.000 pesos argentinos y 7.900.000 pesos chilenos, además de una importante cantidad de teléfonos celulares, 54 máquinas de contar billetes y una pistola calibre 380 (uno de los cueveros fue aprehendido porque no tenía los papeles del arma).

No hubo detenidos durante los procedimientos (contaron con la participación de Afip-Aduanas), pero Rossignoli también fue allanado en su celda de la cárcel federal de Cacheuta mientras los policías se movían por toda la zona del microcentro. Todo lo secuestrado será analizado por la Justicia.

El comisario se hizo cargo de la Federal en el inicio de la pandemia, en junio del 2020. Las fuentes consultadas explicaron que, al poco tiempo, habría comenzado a reunirse con los cueveros para exigirles “una cuota mensual” a cambio de no ser investigados o detenidos. Muchos de ellos tenían base en la Galería Tonsa.

Primero cayeron todos los personajes vinculados a las razones sociales Stefano Cannella y Vía Roma (el caso tiene 14 procesados, entre ellos, policías retirados que hacían de seguridad de las cuevas, una contadora y hasta sospechosos de lavar del dinero) y luego se inició lo que se conoce como la segunda parte de la instrucción.

Cuando se produjeron las detenciones de Rossignoli, Bazán y González, secuestraron teléfonos celulares. Los apartaron fueron peritados con el paso del tiempo y surgió información destacada para sostener las acusaciones. Hallaron charlas entre el comisario federal y Bazán donde acordaban encontrarse para el pago de la coima a cambio de protección. Los investigadores policiales estimaron que se pagaban sobornos de mil dólares por mes.

El teléfono de Rossignoli y otras pruebas documentales también presentaba conversaciones con otros dueños de cuevas, además del citado Bazán. El modus operandi, se desprende de informes que llegaron al despacho del juez Garnica, siempre era el mismo: juntarse en un café para el pago de las coimas. Ese era el gancho, encontrarse a tomar un café en la zona de las cuevas o detener a un arbolito para luego iniciar el nexo con el dueño de la financiera trucha, revelaron los pesquisas consultados por este diario.

En los próximos días, la situación procesal de Rossignoli podría complicarse porque podría ser acusado por nuevos casos de cohecho pasivo si se termina de cerrar la hipótesis que lo ubica en el centro de la escena como un comisario que brindaba protección y evitaba investigar a los cueveros que, sospechan los detectives policiales, era a cambio de una “cuota mensual” en dólares, como explicaron las fuentes.

Un inicio con final incierto
La megacausa por coimas, venta ilegal de divisas y lavado de dinero tuvo su primer punto de ebullición el miércoles 6 de julio, cuando la PCN desplegó 22 allanamientos en joyerías y bares del centro por sospechas de mercado negro de oro, evasión y lavado de activos. Los locales eran una pantalla para su verdadera actividad: la compra y venta de moneda extranjera.

Ese día, se secuestraron documentos, teléfonos, 4.100.000 pesos, casi 50.000 dólares, 7.480 euros, 19 máquinas de contar dinero, 2 armas de fuego, 21 cartuchos calibre 9mm, 41 equipos electrónicos, 11 equipos informáticos, 4 balanzas, 100 gramos de cannabis, 6 plantas de cannabis sativa, 2 dosis MDMA (éxtasis) y 4 cartuchos vaporizadores de tetrahidrocannabinol (THC).

El 14 de setiembre se produjo la detención de Rossignoli, Bazán y González, entre otros. En total, fueron 14 los que terminaron procesados, entre los que se destacaban policías que custodiaban las cuevas, una contadora y otros hombres sospechados de colaborar en el lavado de dinero.

Nicolás Bazán, Dino Rossignoli y Renzo González, todos procesados.

coordenada Informativa

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