“Mi papá fue secuestrado por buscar la verdad”, hijo de asesor jurídico de María Corina Machado

El abogado Perkins Rocha fue secuestrado por agentes del régimen venezolano; su esposa recibió un mensaje anónimo en el que le informaban sobre un juicio.

Perkins Rocha, reconocido abogado venezolano y asesor jurídico de la líder opositora María Corina Machado, fue detenido el 27 de agosto en Caracas en una operación que su hijo, Santiago Rocha, no duda en calificar como un “secuestro” y una “desaparición forzada”.

En entrevista concedida a DIARIO LAS AMÉRICAS en Miami, Santiago denunció que unos diez agentes de la policía política del régimen de Nicolás Maduro se llevaron a su padre cuando se encontraba en una farmacia de la urbanización Las Mercedes, propinándole golpes y arrastrándolo hasta una camioneta.

Este acto se produjo en un contexto de creciente tensión política en Venezuela, marcado por la persecución a figuras de la oposición y la violación de las libertades fundamentales, a solo un día de que se cumpliera un mes de unas elecciones presidenciales empañadas por un evidente fraude que busca ratificar a Maduro en la presidencia del país, de forma ilegítima.

A Rocha supuestamente se le imputaron cinco cargos en una “audiencia secreta” realizada apenas un día después de su detención, sin derecho a una defensa legal de confianza. Terrorismo, traición a la patria, conspiración, asociación para delinquir e instigación al odio son las acusaciones que pesarían sobre el exmagistrado, que podrían significar una condena de hasta 30 años de prisión.

La noticia de la audiencia llegó a la esposa de Rocha, María Constanza Cipriani, también abogada, a través de un mensaje de texto anónimo recibido en la madrugada del sábado 31 de agosto.

Durante la entrevista, Santiago expresó preocupación por la salud de su padre, quien padece problemas preexistentes, incluyendo una válvula en el cerebro que lo hace especialmente vulnerable a golpes en la cabeza.

Perkins Rocha no solo es asesor legal de María Corina Machado, sino que también se desempeñó como testigo electoral por parte de la oposición en las elecciones presidenciales, avalado por el Consejo Nacional Electoral, afín a la dictadura.

Para Santiago, la razón detrás de la detención de su padre es clara: su compromiso con la verdad y la justicia. “Seguir la verdad y buscarla, y hacerse con el deber de decir la verdad, e intentar que se haga justicia. Esa es la más grande amenaza que puede sentir el gobierno en Venezuela: alguien que quiera buscar la verdad”, afirmó.

– ¿Cómo recuerdas el secuestro de tu padre? ¿Dónde ocurrió? ¿Qué dijeron los testigos? ¿Qué se sabe sobre ese momento crucial en la vida de tu familia?

Estaba en mi casa en Madrid y, de repente, mi hermano menor me llama y me dice: ‘¿Qué está pasando?’. Yo le respondo: ‘¿Qué está pasando de qué?’. Y me dice: ‘Mira Twitter [X], mira Twitter y me llamas’. En eso me meto en Twitter y, con la mentalidad venezolana, sabiendo todo el contexto del país, lo primero que hago es poner el nombre de mi papá en el buscador. Apenas lo hice, veo un tuit muy reposteado de hace unos cinco o diez minutos donde decían que un organismo del Estado se había llevado a mi papá del Farmatodo de Las Mercedes [Caracas]. De inmediato, la familia empezó a moverse, y a los pocos minutos corroboramos que era cierto. Después se ha ido aclarando un poco más la situación. Nos han llegado personas que fueron testigos de lo que sucedió. Todo ocurrió alrededor del mediodía. Aproximadamente diez personas se acercaron a donde estaba mi papá. Hubo mucho forcejeo cuando intentaron llevárselo. Nos dicen que lo golpearon y que, además, lo arrastraron por el piso hasta meterlo en una de las camionetas en las que venían. En la camioneta también intentó forcejear, pero entre todos lo metieron y se lo llevaron. Más tarde, ese mismo día, nos enteramos por nuestros vecinos de que un grupo de personas se estaba metiendo en nuestra casa sin ningún tipo de aviso ni orden de allanamiento. Entraron y se llevaron la computadora de mi papá, maletines con documentos, carteras de mi mamá –no sé para qué necesitan eso–, perfumes. Ese fue el primer día. Inmediatamente después, empezamos a preguntar para ver dónde estaba mi papá, qué le estaban haciendo, si estaba bien.

– ¿Qué más les dijeron los testigos sobre las personas que se lo llevaron? ¿Se escucharon voces, gritos?

Dicen que hubo muchísimo forcejeo y que fue inmediato. Mi papá iba a comprar unas medicinas, entró a la farmacia y, al momento en que estaba saliendo por la puerta, lo interceptaron entre esa gran cantidad de personas y empezó todo el forcejeo. Intuyo que mi papá habrá dicho su nombre para que los testigos supieran quién era y se pudiera correr la voz lo más rápido posible, como sabemos que también lo hizo Dignora Hernández [directiva del partido Vente Venezuela] cuando se la llevaron, que es un video muy famoso en el que ella empieza a gritar su nombre para que se sepa a quién se están llevando.

-Después de esa situación, ¿han tenido contacto con alguien? ¿Les ha comentado algo? ¿Saben cómo se encuentra tu padre? ¿Su estado de salud? ¿Les ha enviado algún mensaje?

Está aislado, sin duda. Lo único que hemos sabido después de eso es que el sábado en la madrugada a mi mamá le llegó un mensaje de texto al teléfono, en el que le informan que le habían hecho un juicio a mi papá, sin habernos avisado, sin posibilidad de llevar a su abogado de confianza. Le impusieron un abogado del Estado. Se hizo el juicio y le imputaron cinco cargos: incitación al odio, terrorismo y otros más. Después de eso, nos dijeron que estaba retenido en el Helicoide. Pero no tenemos ninguna fe de que mi papá esté bien. Sigue estando en desaparición forzada y hasta que no tengamos un contacto directo con él, sigue estando en aislamiento, que es una violación de los derechos humanos. No sabemos tampoco quién envió el mensaje.

– ¿Qué hicieron tu madre o tus familiares luego de recibir el mensaje?

Mi mamá fue a corroborar la información. Hasta ese momento, a ella no le habían dicho en ninguno de los centros de retención en Caracas que mi papá estuviera allí. Ese día le dijeron a través del mensaje que estaba en el Helicoide [sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN)], pero sin ninguna prueba porque bien pudiera estar ahí como en cualquier otra parte. Por eso seguimos diciendo que está en desaparición forzada.

– ¿Qué gestiones han realizado María Corina Machado y Edmundo González Urrutia frente a este caso?

María Corina, sobre todo, a las pocas horas de lo sucedido, sacó comunicados por Twitter y por todas las redes sociales posibles. En entrevistas que hizo ese mismo día, volvió a hablar del tema para agregar que se habían llevado a mi papá. Al día siguiente hubo una gran concentración en Caracas porque se cumplía el mes de las elecciones. Ahí también habló y se escuchó lo de mi papá tanto en Venezuela como en todo el mundo. También hemos recibido mensajes de Edmundo y su equipo, y de toda la oposición que nos están apoyando. Sabemos que no estamos solos.

– ¿Por qué creen ustedes, como familia, que secuestraron a tu papá? ¿Qué hizo él que le causó tanto malestar al régimen?

Seguir la verdad y buscarla, y hacerse con el deber de decir la verdad e intentar que se haga justicia. Esa es la más grande amenaza que puede sentir el gobierno en Venezuela: alguien que quiera buscar la verdad. Cualquier persona que quiera buscar la verdad es vulnerable a que le pase exactamente lo mismo que le pasó a mi papá.

– ¿Temen ustedes por la vida de tu padre?

Sí. Además, mi papá tiene una condición en el cerebro, tiene una válvula en el cráneo, así que cualquier golpe que le pudieran dar, tanto en el cerebro como en el estómago, pudiera ser fatal.