Murió Gil Pereg, el “hombre gato” condenado a perpetua por asesinar a su madre y su tía en Guaymallén
El 3 de noviembre de 2021, el ciudadano israelí fue condenado a cadena perpetua por un jurado popular.
En las últimas horas, murió Gilad Gil Pereg, el “hombre gato” que había sido condenado a perpetua por asesinar a su madre y a su tía y enterrarlas en el patio de su casa en Guaymallén. Se descompensó en el Hospital El Sauce, trataron de reanimarlo con RCP, pero no fue posible.
La tarde del 3 de noviembre de 2021, Pereg, ciudadano israelí, fue condenado a cadena perpetua. El jurado popular determinó que, al cometer los asesinatos de su madre y su tía, era plenamente consciente de sus actos, desestimando así la defensa que alegaba que estaba “loco”.
Las entrevistas que Pereg concedió a los medios mendocinos cuando denunció la desaparición de su madre y su tía, su falso testimonio a la fiscal Claudia Ríos, a quien aseguró que sus familiares habían salido de su casa para tomar un micro y podrían haber sido víctimas de la inseguridad, y el detalle ante el jurado de dónde guardaba las armas y por qué no vio los cuerpos enterrados en su casa, fueron cruciales para su condena.
El jurado popular coincidió con los acusadores. “Gil Pereg comprende y sabe perfectamente lo que hace. Es lúcido, tiene juicio crítico conservado, diferencia el bien y el mal, es narcisista, nunca antes del juicio se comportó como gato ni maullaba, y cuando quiere algo, demanda, exige, negocia y amenaza”, argumentó la fiscalía.
El 11 de enero de 2019, su madre Pirhya Saroussy (63), que residía en Israel, y su tía Lily Pereg (54), que vivía en Australia, llegaron a Mendoza para visitarlo. Las mujeres se alojaron en un departamento turístico en el centro de la ciudad y visitaron dos veces a Pereg en su casa, ubicada frente al cementerio de Guaymallén, un lugar precario donde vivía con 37 gatos y cuatro perros.
El 26 de enero de 2019, una muestra de sangre en una remera de Gil Pereg coincidió con el ADN de las víctimas, se encontró el arma calibre 38 con la que ejecutó a su tía y se hallaron los cuerpos de ambas mujeres. Después de asesinarlas a golpes, puñaladas y estrangulamiento, los cuerpos fueron cubiertos con tierra, piedras y cemento para ocultar el doble homicidio. Fueron enterradas en una habitación trasera de la casa del israelí.