NBA: BUCKS 109 – HORNETS 138 Charlotte Hornets resucita con un récord de la NBA
Los Hornets igualan un récord de la NBA en casa de los Bucks, candidatos al título, para ganar. Derrota deshonrosa para Anteto y sus compañeros.
Lo que hay que ver. En el deporte puede pasar cualquier cosa y en Milwaukee se ha dado esta madrugada una de ésas que pocos se explican. No es la derrota de uno de los favoritos a ganar esta competición, Bucks, frente a uno los peores equipos que compiten este año en ella, Hornets, o no es sólo eso, también cuenta la forma.
En el Fiserv Forum se dio un récord de la NBA para hacerlo posible. Se igualó, para ser más precisos. En el primer cuarto Charlotte anotó 51 puntos. Se trata de la mejor apertura de un partido de esta Liga junto a la que consiguieron los Warriors frente a los Nuggets en una cita de 2019. Es, además, el mejor cuarto de la -corta- historia de los Hornets. No se bajaron de ahí los visitantes y terminaron venciendo 109-138 en, sin lugar a dudas, uno de los mejores triunfos de regular season de su vida. En el conjunto de Wisconsin, aviso de Budenholzer a sus jugadores tras este estrepitoso resultado: “Ya son múltiples ocasiones en las que no igualamos el estándar de lo que significa jugar un partido de la NBA. Y es preocupante”.
La forma también cuenta. En este choque los Hornets no tenían a Gordon Hayward, referencia por contrato y calidad, y han perdido recientemente por lesión a Kelly Oubre, uno de sus jugadores que más en forma estaba. Ovación cerrada para ellos en un entorno complicado y en una campaña en la que no sale nada.
Faltaba Middleton en Milwaukee, pero los otros dos principales jugadores sí estaban. No les vale esa excusa. Jrue Holiday aportó 12 puntos, como Allen, y Giannis Antetokounmpo se quedó por debajo de la decena -9- cuando llegaba rozando los 35 de promedio. El más acertado fue Bobby Portis, con un doble-doble de 19 puntos y 12 rebotes. El desempeño fue bastante peor en defensa, claro está, donde se vieron impedidos para frenar los contragolpes lanzados con furia y los tiros bien buscados en el exterior que proponían los Hornets. Las pérdidas, once más por parte local, dieron al conjunto dirigido por Steve Clifford más opciones de tiro, llegando a los 102 y acertando un 52%. Esfuerzo inútil de los Bucks, donde Serge Ibaka volvió a no ver minutos, durante la segunda parte al ver que ni su rival iba a levantar el pie del acelerador ni ellos tenían la magia en los dedos para forzarles a que lo hicieran. Los Hornets llevan sólo once triunfos y habían caído en cinco de sus últimos seis encuentros, pero esto es deporte y no hay nada que prevalezca hasta que no se termine de jugar.
