“No es sequía, es saqueo”: organizaciones chilenas exigen una nueva legislación en materia de agua
Chile es el único país que consagra de manera explícita en su constitución la propiedad privada sobre los derechos de aprovechamiento de aguas. Mientras el país suramericano atraviesa una grave crisis hídrica, organizaciones sociales se movilizaron para emplazar al Estado a cambiar la legislación vigente en lo relativo al líquido.
Desde 1993 se celebra cada 22 de marzo el Día Mundial del Agua, con el objetivo de crear conciencia e inspirar acciones para abordar la crisis mundial del líquido, así como en materia de saneamiento. Actualmente alrededor de 2.000 millones de personas en el mundo viven sin acceso a agua potable, mientras que Chile atraviesa una grave crisis hídrica.
Bajo este contexto, se llevó a cabo este 22 de marzo el Festival por el Agua, una movilización convocada por diversas organizaciones sociales, entre ellas el Movimiento por el Agua y los Territorios (MAT), el Movimiento de Defensa por el Acceso al Agua, la Tierra y la Protección del Medioambiente (Modatima), el Movimiento Socioambiental Comunitario por el Agua y el Territorio (Mosacat) y Fridays for Future (FFF).
“Chile es el único país en el mundo en que las aguas son privatizadas a través de la figura de derecho de aprovechamiento de agua, que se puede comprar, vender, arrendar y hasta hipotecar. Y donde además la concentración de sus derechos están en actividad extractiva, megaminería, agronegocio, modelo forestal, salmoneras, empresa hidroeléctrica”, explicó a Sputnik la vocera del MAT, Francisca Fernández.
La movilización comenzó cerca de las 19 horas. Cientos de personas se congregaron en Plaza Italia, centro neurálgico de las movilizaciones de Santiago, para marchar por la Alameda y exigir una nueva legislación en materia de agua.
“Tenemos más del 75% de las cuencas de la zona norte del país hasta el centro sur con declaración de escasez hídrica, lo que significa que el agua no alcanza para cumplir con el suministro básico de los usos del agua”, advirtió a Sputnik la vocera nacional del Movimiento de Defensa por el acceso al Agua, la Tierra y la Protección del Medioambiente (Modatima), Carolina Vilches.
“Hay miles de familias que no tienen acceso seguro al agua y que no pueden satisfacer el derecho humano al agua. En el Día Mundial del Agua, abogamos, insistimos en involucrarnos, en informarse sobre esta crisis hídrica que estamos viviendo”, agregó la portavoz.
De las 346 comunas que componen el ordenamiento territorial nacional, 188 se encuentran bajo el decreto de escasez hídrica. Este edicto permite a las autoridades distribuir de mejor manera el agua disponible.
Según el estudio Radiografía del agua, elaborado por un grupo de expertos agrupados en la iniciativa Escenarios Hídricos 2030, el agua potable y saneamiento consumen tan solo el 2% del total nacional. Mientras que los mayores consumidores de agua son el sector forestal (59%) y el sector agrícola (37%).
“Las grandes empresas agroexportadoras, la agricultura, los forestales, se llevan más del 70% del consumo de agua y estamos hablando de miles de metros cúbicos que han superado los umbrales ecológicos de nuestras cuencas. Es decir, tenemos valles sobreplantados, tenemos sobreexplotación de las aguas y es ahí donde buscamos el equilibrio”, indicó la activista por el líquido.
Un derecho privado
Vilches explicó que la crisis hídrica y la grave situación que afecta al país son suficientes para que el Gobierno tome cartas en el asunto y priorice el consumo humano del agua y la protección de las cuencas, además de avanzar en reformas al Código de Aguas y la implementación de la Ley de Cambio Climático.
“Estas situaciones son urgentes de resolver. Es una crisis de humanidad civilizatoria porque estamos con un problema de manejo de gobernanza de las aguas y, por lo tanto, urge una política hídrica que resuelva el derecho humano al agua”, puntualizó la vocera de Modatima.
La privatización del agua en Chile se produjo durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando la constitución de 1980 consagró la propiedad privada de este recurso fundamental. Esto se mantuvo e incluso se profundizó durante los gobiernos posteriores, puesto que también se privatizó su saneamiento.
“Para nosotras (en) esta fecha es fundamental instalar una consigna: ‘No es sequía, es saqueo’, aunque decimos que también es sequía, porque acá el problema es una estructura de propiedad del agua. La única manera de darle fin a la escasez hídrica es derogando el Código de Aguas”, agregó Fernández.
La movilización de este 22 de marzo terminó en los pies del cerro Santa Lucía, en el centro de Santiago y en donde las vocerías de los movimientos convocantes se dirigieron a los asistentes.
“Nos movilizamos por la importancia del agua para la vida, la necesidad de protegerla, entenderla como un derecho humano y un bien común, y que podamos avanzar en esta democracia hídrica en Chile y resolver las injusticias, resolver la escasez hídrica que está siendo cada vez más sufriente en nuestro país”, finalizó Vilches.