Organizaciones de Bolivia ven “hipocresía” en Gabriel Boric al no tratar la demanda marítima

 Organizaciones de Bolivia ven “hipocresía” en Gabriel Boric al no tratar la demanda marítima

En el Día del Mar, el presidente de Bolivia, Luis Arce, propuso a su par chileno, Gabriel Boric, abrir una agenda de diálogo para solucionar asuntos pendientes desde hace 144 años. Desde los movimientos sociales, expresaron su decepción porque Boric no cumpla lo que dijo.
Este 23 de marzo se cumplieron 144 años desde que Bolivia perdió su acceso al océano Pacífico, en la guerra que enfrentó entre 1879 y 1884 a Chile con Perú y con el país presidido por Luis Arce, la llamada Guerra del Pacífico. Aunque tiempo atrás el presidente chileno, Gabriel Boric, se había manifestado a favor de devolver el mar a su vecino, desde que asumió el poder ejecutivo no dio señales de que piense avanzar en ese aspecto.
En la plaza Abaroa de La Paz, que recuerda a uno de los principales mártires del conflicto bélico trinacional, Arce ofreció a Boric seguir una agenda de siete puntos para subsanar la relación entre ambas naciones. Entre ellos: la salida al mar para Bolivia y resolver la disputa por el uso de las aguas del río Silala, que comparten ambas naciones.
Años atrás, el actual presidente chileno sostenía en su cuenta de Twitter que “somos muchos los que estamos de acuerdo con salida soberana al mar para Bolivia”.
Sin la obligación de mantener las formas que debe seguir el presidente boliviano, desde las organizaciones sociales se manifestaron sin rodeos: “Según nuestro criterio, la aparente tendencia popular del señor Boric es una plena hipocresía. Es un sujeto que obedece a los intereses del capitalismo”, dijo a Sputnik el secretario de relaciones internacionales de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Omar Ramírez.

“Hace muchos años abordamos el tema de la recuperación de nuestro mar. Pero lamentablemente el Gobierno chileno, bajo intereses mezquinos, se ha cerrado a toda posibilidad de conceder una salida al mar”, explicó el luchador gremial.
“Es una tristeza que los gobiernos de Chile no tengan la mínima intención de buscar opciones para dar una salida marítima al pueblo boliviano”, agregó.
El dirigente de la CSUTCB comentó que mantiene un diálogo permanente con organizaciones mapuche en Chile. “Nos manifiestan su solidaridad y mantienen la integración, porque antes de la colonia nuestros pueblos no tenían límites. Lamentablemente, los intereses sectoriales de las logias empresariales de América Latina la han dividido en países”.
La sombra de Abaroa

Acto por el Día del Mar en la plaza Abaroa en La Paz, Bolivia - Sputnik Mundo, 1920, 24.03.2023

Acto por el Día del Mar en la plaza Abaroa en La Paz, Bolivia

El presidente Arce, como cada año, habló a la sombra de la estatua de Eduardo Abaroa, en el barrio paceño de Sopocachi. El héroe de guerra fue un comerciante que se enlistó en las milicias de Calama —ciudad que estaba dentro de territorio boliviano y hoy pertenece a Chile —para repeler la invasión de la nación vecina durante la Guerra del Pacífico.
Abaroa fue el último hombre que quedó defendiendo el estratégico puente Topater. Herido y con cien soldados enemigos enfrente, le pidieron que se rindiera. En su respuesta también estuvieron sus últimas palabras: “¿Rendirme yo? ¡Que se rinda su abuela!”, fue la frase inmortalizada en los libros de historia.

El presidente Arce afirmó que si Bolivia aún tuviera mar, su situación económica sería muy distinta. “Se ha calculado que perdemos anualmente la posibilidad de crecer por lo menos un 1% del Producto Interno Bruto (PIB) debido a nuestra condición de enclaustramiento. Otros estudios elevan esta cifra”, comentó el mandatario sudamericano.
“Nacimos con mar y, producto de esta guerra, motivada por intereses imperiales, nos convertimos en un país privado de su litoral con limitaciones en sus conexiones con el resto del mundo. Este hecho tuvo implicancias negativas en el crecimiento económico y social de nuestro país”, reprochó Arce.

“Es una amputación del alma, que es más dolorosa en la medida en que uno se da cuenta de que la relación de nuestros pueblos con el mar va más atrás que los tiempos de la colonia, cuando los habitantes de Tiwanaku transitaban desde los Andes hasta las costas del Pacífico”, mencionó en referencia a la antigua civilización asentada en el territorio previo a la instauración del Imperio inca.
Arce apeló a la memoria del presidente chileno Salvador Allende (1970-1973): “Estamos seguros de que, en algún momento, como ocurrió durante el gobierno socialista del compañero Salvador Allende, será posible viabilizar las justas, legítimas e históricas aspiraciones de un pueblo que nació con costas marítimas y tiene la convicción de que volverá a tenerlas”.
Sin mencionarlo, Arce se dirigió a Boric: “No debemos tener miedo de sanar heridas, construir hermandad, integración y esperanza para los pueblos, articulando los temas pendientes que tenemos con los nuevos desafíos que nos presenta la realidad de un mundo en constante movimiento”.

El litio, en el centro del debate
El presidente boliviano tuvo un párrafo aparte para el litio durante su discurso. Así como la invasión de 1879 fue motivada por intereses en minerales y otros recursos, en las pasadas semanas desde Estados Unidos llegaron claras señales de que desean explotar ese metal concentrado de manera masiva en el salar de Uyuni, sin importar las decisiones soberanas que haya tomado Bolivia para industrializarlo.
Nuevamente, Arce abogó por la integración energética entre los países del continente que poseen litio: “Es un recurso natural para la integración y el vivir bien con soberanía. Uno de los temas que debemos tratar, puesto que se nos abren nuevas puertas comunes, es el del litio. Tenemos litio en Bolivia, Chile, Argentina y Perú”.
Y agregó: “Estamos dispuestos a diseñar de manera conjunta una política que asegure la posición de nuestros países como proveedores de este tipo de energía en condiciones soberanas que favorezcan a nuestros pueblos”.

En este sentido, Arce manifestó: “No queremos que nuestro litio esté en los ojos de ningún Comando Sur ni sea motivo de desestabilizaciones a gobiernos democráticamente electos o acosos externos”, dijo en referencia a la jefa de tal comando estadounidense, Laura Richardson, quien ante legisladores de su país expresó su desazón porque la pérdida de terreno en su “patio trasero” beneficia a sus contrincantes, China y Rusia.
En la plaza Abaroa también estaba el alcalde de La Paz, Iván Arias, quien fuera ministro de Obras Públicas durante el Gobierno de facto de Jeanine Áñez (2019-2020).
Arias dialogó con Sputnik y evaluó: “Es importante sentarse con Chile para hablar sobre este tema del litio. Así podríamos tener un mejor trato en los puertos de Arica, de modo que se cumpla el tratado de 1904”, dirigido a garantizar el comercio internacional del Estado Plurinacional sin que los aranceles afecten a su economía.
Según Arce y Arias, esta parte del tratado no se cumple, y es uno de los puntos de la agenda propuesta por el Gobierno boliviano para recomponer las relaciones con Chile. “Por ahí va el camino”, comentó el alcalde.

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