Pedro Sánchez continúa como presidente del Gobierno de España tras sopesar su salida

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, dijo el lunes que había decidido permanecer en el cargo después de días de sopesar públicamente su futuro, generando alivio entre los aliados de izquierda, exasperación entre el público y burlas de sus oponentes.
Se escucharon gritos en las calles de Madrid cuando Sánchez hizo su anuncio en un discurso televisado, poniendo fin abruptamente a un drama de cinco días desde que dijo la semana pasada que se retiraba de su deber público para decidir si renunciaba.

“He decidido seguir adelante, si es posible incluso más fuerte como primer ministro. Esto no es lo mismo de siempre, las cosas van a ser diferentes”, afirmó.
Sánchez, de 52 años, había anunciado el miércoles pasado que podría renunciar en respuesta a una investigación de corrupción sobre su esposa, que según él era infundada y orquestada por sus oponentes políticos de derecha.
Para aumentar el melodrama, comenzó el lunes por la mañana reuniéndose con el rey Felipe VI, un paso que habría sido necesario si hubiera decidido dimitir.

En su discurso posterior dijo que había informado al monarca de su decisión de quedarse, después de haber sido alentado por amplias expresiones de apoyo durante el fin de semana.
El furor sobre su futuro había causado agitación en la política española, donde un parlamento fragmentado ha luchado por formar gobiernos de coalición después de elecciones reñidas. Si una dimisión hubiera obligado a celebrar nuevas elecciones, habrían sido las cuartas en cinco años.

La decisión de quedarse generó un intenso alivio entre los seguidores de Sánchez, pero el episodio provocó feroces burlas por parte de sus oponentes.
“Gracias por su valentía, su determinación y también gracias por su humanidad, presidente”, escribió en X la viceprimera ministra María Jesús Montero.
El líder del opositor Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijoo, calificó la pausa de cinco días para reflexionar de Sánchez como una “obra de teatro”. La presidenta regional de Madrid, Isabel Ayuso, también del PP, calificó el discurso de Sánchez de “broma”.
“A partir de ahora seremos mucho más fuertes como contrapeso a este Gobierno que no conoce sus límites”, afirmó Ayuso.
Gabriel Rufian, legislador del partido separatista catalán Esquerra Republicana, dijo que el melodrama de cinco días podría parecer “un acto de frivolidad”.

Habría sido “un mal ejemplo si se fuera porque no fue una dimisión, fue una rendición. Y peor ejemplo aún si se queda sin hacer nada”, escribió Rufian en X.
VACILACIÓN
La vacilación de Sánchez aún puede perjudicarlo, pero el impacto puede ser limitado porque el panorama político español ya está muy polarizado, dijo Ignacio Jurado, profesor de ciencias políticas en la Universidad Carlos III de Madrid.
“Su credibilidad está muy cuestionada y los votantes ya se la han dado o se la han quitado”, afirmó. “Como líder ha mostrado una debilidad y es algo que la oposición explotará mucho”.
La primera medida de cómo el incidente ha afectado la posición de Sánchez se producirá con las elecciones regionales en Cataluña el 12 de mayo, en las que se prevé que su partido socialista gane la mayor cantidad de escaños en su intento de arrebatar el control a los partidos separatistas.
En las calles de Madrid, los transeúntes estaban irritados por el drama, aunque estaban felices de que Sánchez se quedara.
“Me alegro de que continúe, el país no necesita nuevas elecciones ni un cambio de gobierno ahora”, dijo Eva Aladro, de 60 años, profesora universitaria. “Realmente no entiendo por qué pasó todo esto, pero es bueno que continúe”.
Sánchez dijo que él y su esposa Begoña Gómez estaban preparados para más ataques, pero que había decidido continuar de todos modos. Dijo que su situación personal tenía implicaciones más amplias y argumentó que a las mujeres se les debería permitir seguir sus propias carreras y que no se debería obligar a las víctimas a defender su inocencia.
“Hemos soportado esto durante 10 años. Podemos afrontarlo”, afirmó.
Un tribunal de la ciudad dijo la semana pasada que estaba investigando las acusaciones de tráfico de influencias y corrupción empresarial contra la esposa de Sánchez, presentadas en una denuncia privada por Manos Limpias, un grupo activista anticorrupción.
El jueves, la fiscalía de Madrid dijo que apelaría la desestimación del caso por falta de pruebas.
El director de Manos Limpias, Miguel Bernad, que se presentó como candidato de un partido de extrema derecha en las elecciones europeas, dijo a los periodistas que proporcionaría más pruebas para respaldar la denuncia.