Preocupación de ambientalistas por la exclusión de la Ley de Humedales de las sesiones extraordinarias
Su tratamiento viene siendo postergado en ámbitos parlamentarios desde hace más de diez años.
El Congreso Nacional llevará adelante sus sesiones extraordinarias entre el 23 de enero y el 28 de febrero, un período bastante amplio en el que deberían tratarse los temas más importantes y los que interpelan de manera muy sensible a la sociedad. Sin embrago, hay mucha preocupación, y no poca bronca, debido a que hay cuestiones que ya se sabe han quedado fuera de la agenda.
En el plano ambiental, lo que más preocupa es saber que en las próximas sesiones extraordinarias no se tratará la Ley de Humedales.
Ante este escenario, resulta evidente que para que el tema reciba tratamiento en el recinto parlamentario, se deberá aguardar al inicio de las sesiones ordinarias. Las cosas se ven aún más complicadas teniendo en cuenta que, pese a que los dictámenes tienen vigencia durante 2023, estamos transitando un año electoral, algo que resulta ser una traba más en el camino de este proyecto.
Sin embargo, el panorama resulta aún más sombrío al advertir que la cuestión viene siendo postergada desde hace más de diez años. Los dictámenes salieron el 10 de noviembre, algo que sucedió tras el último plenario de comisiones de Recursos Naturales, de Presupuesto y de Agricultura y Ganadería. Fue en ese momento en que referentes y diversas organizaciones de ambientalistas reclamaron su inmediato tratamiento para que el tiempo no llegara a apremiar, cosa que en efecto ahora está sucediendo.
La postura de una ONG
Jorge Bártoli es uno de los máximos referentes de la ONG El Paraná No Se Toca, quien sostuvo que “el avance de un proyecto de ley consensuado, luego de una gran labor desde los ámbitos académicos, sociales y políticos, con dictamen de minoría, puso en alerta a todos los intereses económicos que esta ley tiende a poner bajo normas y límites”.
También manifestó Bártoli: “Siendo que estos modelos productivos habitualmente asociados a prácticas extractivas degradantes del ambiente no están dispuestos a encasillarse por fuera de ningún parámetro que no sea accionar a su voluntad y beneficio propio, a modo paliativo y ante la necesidad de mostrar una imagen más amigable, estos sectores presentaron proyectos alternativos que, claramente, desvirtúan los alcances del proyecto primigenio”.
