Según la UCIM, la Argentina se convirtió en “un polvorín” en las últimas semanas
La Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM) no ahorró críticas dirigidas esencialmente a la Nación. No obstante, también reclamó a dirigentes de los tres poderes del Estado alcanzar acuerdos que permitan salir de la crisis
Nuevamente la UCIM (Unión Comercial e Industrial de Mendoza) cuestionó a la clase política, pero esta vez con foco claramente en el gobierno nacional, al que consideró responsable de la crisis económica y de llevar al país a estar “sentado sobre un polvorín”.
La entidad que preside Daniel Ariosto -también titular de ProMendoza- se refirió a los sucesos de las últimas semanas, por la estampida del dólar blue.
Destacó la institución que -debido a esta situación “de desmadre”- los empresarios se vieron obligados a disminuir ventas lo que contrastó con el afán de la población por stockearse de mercaderías.
La UCIM pidió a los tres poderes del Estado que se alcancen rápidamente acuerdos que permitan encausar la situación. “No actuemos enfrentados”, anheló. Consideró además que “la incapacidad de muchos dirigentes” la paga la población con hambre y pobreza.
Qué dice la UCIM
La UCIM se quejó por la estampida del dólar blue.
El documento de la Unión Comercial fue titulado “Tocando fondo”.
El documento dice textualmente lo siguiente:
“La profecía se cumplió. Tanto desmanejo, falta de programas, derroche e irresponsabilidad nos llevaron al polvorín en el que hoy está sentada la Argentina. Venimos de un par de semanas agotadoras, espeluznantes y hoy, estamos en medio de la polvareda que dejó una corrida que tiene, en apariencia, unos pocos culpables.
Es una situación lógica, tristemente lógica teniendo en cuenta que estamos irremediablemente endeudados, inmersos en una inflación imparable, causa de muchos errores y de una historia de desaciertos.
El dólar blue se desmadró, superamos la barrera de los 500 pesos y, de repente, no había precios. Los empresarios se vieron en la necesidad de aminorar las pocas ventas porque no había precio para reponer.
Por otro lado, la gente que pudo salió a stockearse por miedo a no poder enfrentar los costos de los elementos básicos para la vida. Prefiere tener las alacenas llenas antes que tener dinero en la mano, porque se desvaloriza día a día.
Y la historia se repite. Condenados a las crisis periódicas miramos con incredulidad el permanente déjà vu que significa vivir en Argentina. Una vez más sumergidos en la barbarie y la plata se la siguen llevando otros.
La incapacidad de muchos dirigentes la pagamos con hambre y pobreza de millones de argentinos.
Hoy, tocando fondo, los dirigentes, por sugerencia del FMI, proponen juntarse y acordar un plan de precios y salarios, cuando ‘apenas’ faltan unos meses para dejar la gestión. Endeudados hasta lo imposible y colapsados, porque todos los pequeños parches explotaron, finalmente recapacitan y entienden que no es tirando cada uno para su lado que se alcanzan las metas comunes.
Otro fuerte reclamo hizo la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM),
¿Podremos encontrar algo de racionalidad en esta jungla? ¿Podrán los dirigentes olvidarse de sus mezquindades y encarar un mínimo programa que ayude a no seguir cayendo?
Desde nuestro humilde espacio hemos sugerido el acuerdo y la conjunción de esfuerzos sinceros para poder sobrevivir, desde hace mucho tiempo, en reiteradas oportunidades.
La historia no se acaba el 22 de octubre y tampoco empieza una nueva al día siguiente. Nuestra historia continúa y con la actual coyuntura el panorama es absolutamente negro.
Ojalá podamos acordar. Ojalá los tres poderes se ubiquen, asuman sus responsabilidades y miren hacia los lados.
La sociedad está exhausta. Niños y familias enteras pasan hambre. ¿Podrán dimensionar esa situación?
Queremos contribuir a un futuro en donde todos puedan comer la cantidad necesaria, vestirse, trabajar, producir, comerciar y hasta disfrutar del ocio, como hacen las comunidades acordes a este siglo en el que vivimos.
No actuemos enfrentados. Vayamos encontrando salidas porque si al actual gobierno le va mal, nos va mal a todos y si tiramos la pelota hacia adelante, también vamos a tener que jugarla todos.
La salida es el trabajo, el trabajo conjunto y responsable, el trabajo que todos los hombres y mujeres de bien realizamos diariamente, sin escatimar esfuerzo, pero con una conducción que nos lleve a volver a ser civilizados, modernos, justos, equitativos y prósperos”.