Sergio Berni quiere ir por más: la Justicia avanza con la identificación de los agresores y podría haber más detenciones
Por ahora, son dos los detenidos por golpear a Sergio Berni en protesta por el asesinato del chofer Daniel Barrientos.
La Justicia avanza con la identificación de más agresores del ministro de Seguridad Bonaerense, Sergio Berni, y podría haber más detenciones en las próximas horas. El fiscal penal y contravencional porteño, Carlos Rolero, ya tiene en su poder los legajos de los choferes, que fueron secuestrados de dos empresas. Intenta determinar a partir de los mismos si estuvieron presentes el pasado lunes en el cruce de Alberti y Avenida General Paz, Buenos Aires, lugar del hecho.
Por el momento, los dos detenidos que tiene el caso van a ser indagados mañana. Será en la sede de la fiscalía por lesiones graves y atentado a la autoridad. Es probable, que el mismo día recuperen la libertad por no tener antecedentes. No obstante, según NA, las fuentes no descartaron nuevas detenciones a partir de la identificación de más choferes que pudieron haber agredido al Berni el lunes pasado.
Inicio de la investigación
La investigación se inició por una denuncia de la Policía de la Ciudad. Fue el propio Berni quien, en comunicación con el fiscal, optó por proseguir con el trámite de la causa. A partir de ello, se le tomó declaración a los uniformados que estuvieron en el lugar y también hubo una gran cantidad de imágenes que permitieron identificar a los agresores.
La presencia de Berni en ese lugar fue a raíz del asesinato del chofer de la línea 620 Daniel Barrientos, crimen por el cual hay dos personas detenidas. Mientras tanto, una tercera fue apresada al ser acusada de robar el vehículo que utilizaron para asaltar la unidad.
Uno de los aprehendidos fue Jorge Galeano. Fue uno de los que le propinó un puñetazo al funcionario bonaerense. Es por eso que se desplegó un fuerte operativo policial para detenerlo. La misma fuerza de seguridad grabó el procedimiento y allí se pudo observar la reacción de Galeano. «Despacito, no soy un malandra, soy un chófer de colectivos«, rogó.