Suarez candidato a vice: ¿bolazo, fantasía, estrategia o algo serio?

 Suarez candidato a vice: ¿bolazo, fantasía, estrategia o algo serio?

Desde aquella foto que sus protagonistas se tomaron en medio de los festejos de la última Vendimia en Mendoza, y que se recordará como la del “grupo Malbec”, a Rodolfo Suarez se lo vincula como el vice de Patricia Bullrich, en el universo de posibles fórmulas cruzadas que Juntos por el Cambio explora para definir su candidato en la PASO y para enfrentar al kirchnerismo en la batalla de octubre por el poder institucional del país.

En la semana que acaba de terminar, surcada por el feriado extra largo del 25 de mayo, Suarez ha dicho quizás como nunca antes con tanta claridad que si se lo proponen, le gustaría acompañar a Bullrich en la contienda. Y está claro también que no sólo Suarez ha sido mencionado como el consorte de la ex ministra de Seguridad de la nación. Casi al mismo nivel del nombre de Suarez, pero no exactamente el mismo según lo que intentaremos analizar más adelante, también se ha hablado de Ernesto Sanz algunos días atrás; del correntino Gustavo Valdés, del formoseño Luis Naidenoff y del cordobés Rodrigo de Loredo. Tanto Valdés como Naidenoff fueron parte de la comentada foto en Vendimia y que compartieron con Bullrich, Suarez, Cornejo, Facundo Manes, Patricia Losada, Emilio Monzó y la senadora mendocina Mariana Juri.

¿Cuán cerca está Suarez de convertirse en verdad en la compañía de Bullrich? Y ¿por qué habría una ventaja sobre los que se mencionaron junto a él? Empezando por el último interrogante, si hay un punto que a Bullrich le interesaría explotar con Suarez en la boleta sería “todo lo que Patricia quiere hacer con el país”, confiesan cerca de la precandidata. Hablan de lo que significa Mendoza para afuera, lo que a la vez genera una queja amarga por parte de algunos integrantes del gobierno local por interpretar que los valores y todo lo que se ha conseguido en la provincia hacia adentro no es tan ni valorado ni reconocido. Y ¿de qué se trata en concreto? “De eso mismo que tiene Córdoba y Santa Fe”, aclaran cerca de Bullrich y que en Mendoza está más que claro: esfuerzo, trabajo, sacrificio “es el perfil de Patricia”, agregan, con lo que Suarez en la boleta podría aportarle el símbolo que necesita Bullrich para sintetizar su proyecto.

Pero el candidato a vice en esta fórmula del PRO, la que deberá enfrentar a Horacio Rodríguez Larreta, “ni cerca está de ser definido”, también aclaran desde el bullrichismo. Y no parece estar definido porque se tiene que esperar la decisión de radicalismo, que inmediatamente luego de las PASO en Mendoza, el 11 de junio, tendrá su congreso para delinear la estrategia electoral que cumplirá: si presentará un fórmula propia y pura para enfrentar a los candidatos del PRO o si acepta el camino de las formulas cruzadas.

Pero, además, a todo esto, hay que indagar un poco más profundo en el pensamiento de Suarez. Otra pregunta es ¿cuán cierto es ese “me gustaría” respecto de ser el compañero de Bullrich? Extraoficialmente todo parece indicar que los cuatro años al frente de la provincia han dejado una huella de desgaste en el gobernador, con sendas visitas al quirófano por dos intervenciones cardiológicas inclusive. Aunque Suarez se sometería a lo que el partido decida, aclaran: “Si hay que poner, él va a poner todo lo que sea necesario, pero como respetuoso que es de la decisión partidaria, no daría un paso por afuera de la estrategia partidaria”, enfatizan cerca del gobernador.

No es caprichoso lo de no dar un paso afuera. Tiene que ver con el camino que tomó Omar de Marchi un mes atrás, poniendo en crisis a la coalición gobernante. “La calentura con De Marchi es muy grande”, se confiesan alrededor de Suarez y también de Cornejo. En ese contexto explican por qué, incluso Rodríguez Larreta llegarán y pasarán por Mendoza todas las veces que sea necesario para dar la idea de que la unidad de Juntos por el Cambio no está en discusión. Como el objetivo es vencer al populismo –a lo que también se ha sumado en las últimas semanas el liberalismo extremo con Javier Milei–, Bullrich, Rodríguez Larreta, Suarez y Cornejo coinciden que la partida de De Marchi no ha hecho otra cosa que beneficiar al kirchnerismo porque, agregan que el “haber estado juntos o compitiendo dentro del espacio en una PASO, el mensaje iba a ser muy fuerte para el país y muy bueno para Junto por el Cambio y para todos los que pretenden ser presidente”, explican.

En Mendoza, en el gobierno, el entusiasmo se mezcla con la incertidumbre y la ansiedad respecto de la incidencia que tendrá el resultado de la PASO del 11 de junio en el escenario nacional. “Esa es mi prioridad”, afirman que dice Suarez cada vez que le hablan de la posibilidad de apostarle a la vicepresidencia. E inmediatamente cierran el discurso con lo que creen que representa la provincia: “Ganar Mendoza será muy importante, porque hemos sido la provincia que más oposición ha tenido del gobierno nacional, kirchnerista y albertista –para nosotros es lo mismo–, y como a ninguna otra se enfrentaron abiertamente a nosotros. Lo demostraron en la pandemia, con el tema de los mapuches y con la constante discriminación que nos hacen en el envío de fondos”, dicen en el cuarto piso de la Casa de Gobierno local.

“La imagen de Mendoza es muy buena, se valora mucho la convivencia social y la posición frente a los cortes de calles y el que corta termina preso o multado; se valora el despegue que hemos tenido en turismo; el orden fiscal; la postura contra los mapuches, y además en haber sido los primeros en volver a las aulas y apostar a la libertad tras la pandemia. Se valora Mendoza mucho más afuera que aquí”, le agregan en el gobierno a los porqués Mendoza es tenida en cuenta por Bullrich y el propio Rodríguez Larreta.

Una posible fórmula cruzada con un radical acompañando a Bullrich o a Rodríguez Larreta es lo que más entusiasma al radicalismo mendocino frente al proceso electoral en el campo nacional. Se entiende, en Mendoza, que ni Manes ni Gerardo Morales son tan competitivos como los aspirantes del PRO.

Que un radical los acompañe, en la fórmula cruzada, resolvería en gran medida una situación sensible para la coalición opositora para todo el país, ya no sólo viéndolo desde Mendoza. Es lo que se conoce como las fórmulas en V (ve corta). Dos o más fórmulas para la presidencia y que en cada distrito se opte por quién apoyar, pero hacia abajo un mismo menú de candidatos, comunes para quien resulte ganador de la interna. Las listas comunes evitarían la fragmentación y la dispersión del voto una vez que se elija la fórmula ganadora porque el perdedor podría no comprometerse profundamente con lo que resta para terminar el camino. Esa estrategia fue la que le permitió al viejo Cambiemos elegir al candidato a la presidencia cuando Mauricio Macri se quedó con la nominación y luego con el triunfo general. Los candidatos eran además de Macri, Sanz y hasta Elisa Carrió, pero en los distritos electorales, si bien se compitió, todos iban acompañados por un mismo elenco parlamentario.

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