Una mendocina es la primera mujer en ser push back del aeropuerto El Plumerillo

La joven es técnica en Gestión de Empresas Turísticas y rompió los esquemas de trabajo masculinos en Mendoza.

Carla Potenzone tiene 29 años y rompió todos los esquemas en el aeropuerto El Plumerillo hace apenas dos semanas cuando se convirtió en la primera mujer en ser push back. En otras palabras, la mendocina maneja el tractor de remolque que trasporta un avión desde la puerta de embarque hasta la pista.

La joven es técnica en Gestión de Empresas Turísticas y hace siete años trabaja en la terminal de aviación. “Empecé como agente de tráfico y luego fui creciendo en la empresa”, comentó la joven, quien señaló que está realizando el trabajo de sus sueños al estar rodeada de aviones.

Así fue como Pontenzone fue interiorizándose en la parte de rampa-zona donde los aviones son estacionados, hacen carga y descarga de equipaje y combustibles, repostados o embarcados- y se estableció como meta llegar a ser push back.

La idea en un principio le pareció una locura, pero la joven tenía muy en claro que su objetivo personal serviría para demostrar que las mujeres podían hacer las mismas cosas que los hombres y la aeronáutica debía cambiar varios paradigmas y estereotipos.

“Logré hacerlo gracias al apoyo y enseñanza de mis compañeros en el aeropuerto”, sostuvo Carla, quien aprovechó los horarios en que coincidía con los supervisores para poder practicar.

Luego de meses de prácticas y la obtención de la autorización de la Administración Nacional de Aviación Civil (Anmac) pudo realizar los cursos de operador de rampa para manejar los equipos dentro de El Plumerillo.

Además, tuvo que realizar clases de manejo de la Anmac para obtener la licencia.

Su familia siempre la apoyo. Sin embargo, Carla les avisó dos horas antes de rendir -el sábado 3 de mayo-, que podría transformarse en la primera mujer de Mendoza en ser push back.

“Me apoyaron siempre y me decían que era un gran desafío del que era capaz y sentían mucho orgullo por luchar por mis objetivos con mucha pasión. Porque realmente amo mi trabajo”.

Rodada de aviones, Carla sonríe con sus compañeros.
A una semana de haber pasado la prueba práctica, espera poder desempeñarse de lleno en esta función. Por el momento, es líder de vuelo y controla los papeles de las aeronaves: “Controlo la carga, toda la parte de check in, o sea, superviso cada vuelo”, explicó.

“Trato de ir poniendo objetivos a corto y largo plazo dentro de la aeronáutica”, comentó Potenzone, quien aseguró que no tomó dimensión de la barrera que rompió en ese rubro porque se lo tomó como un desafío muy personal.